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Tailandia dice a internautas que no sigan a críticos de la Junta en redes sociales — o que se atengan a las consecuencias

Categorías: Asia Oriental, Tailandia, Censura, Derecho, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Protesta, GV Advox
[1]

De izquierda a derecha: Andrew MacGregor Marshall, Dr. Pavin Chachavalpongpun y Dr. Somsak Jiamtheerasakul.

El Ministerio de Economía y Sociedad Digital de Tailandia está pidiendo a los ciudadanos tailandeses que no sean amigos y no sigan a tres críticos del gobierno, para no ser acusados ​​de violar la Ley de Delitos Informáticos de 2007.

En una declaración pública [2] con fecha 12 de abril de 2017, el Ministerio de Economía y Sociedad Digital (MDES, por su nombre en inglés) instó a los internautas tailandeses a dejar de seguir y compartir mensajes de las cuentas de redes sociales de tres críticos en el extranjero del gobierno con respalda militar: el Dr. Somsak Jiamtheerasakul, el Dr. Pavin Chachavalpongpun y Andrew MacGregor Marshall.

Somsak [3]es historiador y enseñó en la Universidad Thammasat de Bangkok durante dos décadas hasta que lo despedieron por sus críticas al golpe militar de 2014 que llevó al actual gobierno al poder. Pavin [4] es profesor universitario radicado en Japón. Marshall es corresponsal de Reuters radicado en Bangkok, cuyo libro sobre la monarquía tailandesa fue prohibido [5] en Tailandia en 2011. Además de ser críticos del gobierno tailandés, todos están acusados ​​de violar la Ley de Lesa Majestad (ley contra los insultos a la realeza). Todos han salido de Tailandia para evitar la persecución política.

A continuación, un extracto [6] de una traducción no oficial de la carta emitida por MDES:

To ensure an offense is not committed (intentionally or unintentionally) in relation to the Thailand Computer/Cyber Crimes Act (2007), Thai citizens are urged to avoid following, contacting, sharing (directly or indirectly) the content of the below mentioned people on the internet and social media.

Para asegurar que no se cometa una infracción (intencionalmente o no) en relación con la Ley de Delitos Informáticos y Cibernéticos de Tailandia (2007), se insta a los ciudadanos tailandeses a que eviten seguir, contactar, compartir en internet o en las redes sociales (directa o indirectamente) el contenido de las personas mencionadas abajo.

[6]

Carta emitida por el ministro de Economía y Sociedad Digital de Tailandia. Imagen de la página de Facebook de Andrew MacGregor Marshall.

El ejército asumió el poder en 2014 y sigue dominando la burocracia a través de la Constitución que redactó en 2016. Se impuso una regulación estricta a los medios de comunicación además de la agresiva aplicación de la Ley de Lesa Majestad existente, que algunos analistas creen que pretende silenciar a la oposición y a otros críticos de la Junta.

La carta del MDES es el último intento de la Junta para controlar los medios de comunicación e intimidar a sus críticos. Previamente, «invitó» [7] a periodistas y activistas a una «sesión de cambio de actitud» en campamentos del ejército. También encarceló a un activista por compartir [8] un artículo de la BBC sobre el perfil del nuevo rey del país.

La carta no explica por qué es un crimen seguir, contactar o compartir las cuentas de las redes sociales de Somsak, Pavin y Marshall. Tampoco describe los supuestos delitos cometidos por los críticos exiliados.

Para evitar problemas legales innecesarios a sus seguidores, Marshall instó [9] inmediatamente a sus amigos tailandeses a que dejaran de seguirle en Facebook:

I'd like to request everybody who may be at risk to unfollow me immediately and be extremely careful about commenting on or sharing my posts.

You can still read my Facebook page even if you don't follow me.

This is a ridiculous and oppressive order but I don't want any innocent people being targeted just because they follow my journalism.

Quisiera pedir a todos los que estén en riesgo que me sigan de inmediato y que tengan mucho cuidado al comentar o compartir mis publicaciones.

Puedes leer mi página de Facebook aunque no me sigas.

Esta es una orden ridícula y opresiva, pero no quiero que ataquen a ningún inocente solo porque sigue mi periodismo.

También recordó [10]a las autoridades tailandesas que «nadie gana tratando de reprimir la verdad»:

I am much less of an expert on Thailand than Ajarn Somsak and Ajarn Pavin. I am just a farang [foreigner] journalist doing my best to report the truth, because I believe that Thais deserve to know what is really going on, not lies and propaganda. Thai people are smart enough to think for themselves and decide what is true and what is not. Nobody ever wins by trying to suppress the truth.

Soy mucho menos experto en Tailandia que Ajarn Somsak y Ajarn Pavin. Solo soy un periodista farang [extranjero] que hace todo lo que puede para contar la verdad, porque creo que los tailandeses merecen saber lo que está pasando realmente, no mentiras y propaganda. Los tailandeses son lo suficientemente inteligentes como para pensar por su cuenta y decidir qué es verdad y qué no. Nadie gana tratando de reprimir la verdad.

Pavin escribió [11] que él y sus colegas universitarios especularon sobre los límites de la norma:

Some professors and students at Kyodai asked me this morning whether it would be illegal to contact me via FB and send me homeworks to my email, since the Thai authorities warned that in so doing they could be charged…

Algunos profesores y estudiantes de Kyodai me preguntaron esta mañana si sería ilegal ponerse en contacto conmigo a través de FB y enviarme tareas a mi correo electrónico, ya que las autoridades tailandesas advirtieron que al hacerlo podrían ser acusados …

En lugar de reducir los seguidores en línea de los tres críticos, el efecto no intencionado de la carta y el subsecuente despliegue publicitario que generó fue aumentar la popularidad de las cuentas prohibidas de las redes sociales. Marshall escribió que acumuló otros 700 seguidores [12] en Facebook desde que la Junta emitió la carta:

The net change in my Facebook network since the Thai junta told people to sever social media contact is now +700 followers.

El cambio neto en mi red de Facebook desde que la Junta tailandesa pidió al pueblo que cortase el contacto en redes sociales es de más de 700 seguidores.

Esta historieta se burló de la carta y de cómo hizo a los críticos más famosos dentro y fuera de Tailandia:

Cuidado con el efecto Streisand
– ¡No sigan a estas personas!
– ¿Podría usted prohibirle a la gente que me siga para ayudarme a aumentar la popularidad de mi página de Facebook «La emocionante vida de un extranjero retirado en Isaan»?

———–
Versión mejorada para mañana en THE NATION – Cuidado con el efecto Streisand.

(Nota del editor: el efecto Streisand [16] es un fenómeno de internet donde un intento de censura u ocultamiento de información fracasa o es hasta contraproducente para quien pretende censurarla, pues termina ampliamente divulgada, con mayor publicidad de la que habría tenido si no se la hubiese pretendido acallar.)

A pesar de lo absurdo de la prohibición impuesta por la Junta, su impacto político no es motivo de risa. La Alianza de Prensa del Sudeste Asiático advirtió [17] que la carta «trata de limitar las opciones del pueblo e influir en su comportamiento al implicar riesgos de estar violando la ley».

Jaran Ditapichai, un excomisionado tailandés de Derechos Humanos que también huyó del país por acusaciones de Lesa Majestad, instó [18] a las instituciones internacionales a investigar el asunto: 

This order not only violates human rights, especially free speech and the right to communication, but also affects all Thai citizens. I urge all international and national human rights organizations to investigate the Thai military government’s abuse of power.

Esta orden no solo viola los derechos humanos, especialmente la libertad de expresión y el derecho a la comunicación, sino que también afecta a todos los tailandeses. Exhorto a todas las organizaciones internacionales y nacionales de derechos humanos a investigar el abuso de poder del gobierno militar tailandés.

Amnistía Internacional también criticó [19]la carta del MDES:

The Thai authorities have plunged to fresh depths in restricting people’s freedoms of expression. After imprisoning people for what they say both online and offline, and hounding critics into exile, they want to cut people off from each other altogether.

Las autoridades tailandesas se han metido aun más profundamente con la restricción de la libertad de expresión de las personas. Después de encarcelar a gente por lo que dicen en línea y fuera de línea y perseguir a los críticos en el exilio, ahora quieren aislar a las personas por completo.

Mientras tanto, se dice que el primer ministro del país ordenó [20] a los ministerios del gobierno que persigan a otros usuarios de internet, de otros países, que a menudo «insultan» a la familia real.