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¿Ha comenzado la Iglesia ortodoxa macedonia una «cruzada» contra una costumbre declarada patrimonio de la humanidad por Unesco?

Categorías: Europa Central y del Este, Bulgaria, Macedonia, Moldavia, Rumanía, Arte y cultura, Medios ciudadanos, Política, Religión, Últimas noticias
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Foto de una «mărţişor/martinki/mártenitsa/martis», amuletos tradicionales utilizados en los Balcanes vía pxhere. Imagen libre de derechos con licencia de dominio público CC0.

Las prédicas de la Iglesia ortodoxa macedonia contra la costumbre de llevar amuletos tradicionales rojos y blancos parece haberse vuelto en su contra.

Al acercarse el 1 de marzo de 2018, la gente de los Balcanes se prepara para celebrar el Día de las Abuelas [2], tradición balcánica en la que se intercambian amuletos hechos con hilo blanco y rojo. Este año es especial, pues hace apenas unos meses, la Unesco protegió el Día de la Abuela de Marzo al declararlo patrimonio intangible cultural de la humanidad [3].

Los amuletos hechos a mano se conocen por varios nombres: Мартинки (martinki) en Macedonia, Мартеница (mártenitsa) en Bulgaria, mărţişor en Rumania y Moldavia, y Μάρτης (martis [4]) en Grecia. El término «abuelas de marzo» en las lenguas eslavas es Baba Marta, tradición que despierta un gran entusiasmo, como prueba el siguiente tuit:

Feliz Día de las Abuelas ─una tradición que (con algunas diferencias) se sigue en Bulgaria, Macedonia y Rumania─ la gente saluda a la primavera con martenitsa.

Esta costumbre, y su nuevo estatus en la Unesco, sirven de base para la cooperación transfronteriza. En Japón, por ejemplo, las embajadas de Bulgaria, Macedonia, Rumania y Moldavia organizaron una actividad conjunta unos días antes para presentar los amuletos de lana y otros aspectos de la herencia cultural de estos países:

No obstante, en la República de Macedonia, esta costumbre se convirtió en la protagonista de una nueva controversia cuando la Iglesia ortodoxa macedonia – arzobispado de Ohrid [12] (IOM) publicó su anuncio anual advirtiendo a sus fieles sobre el uso de amuletos. Algunos medios se centraron en el aspecto especialmente negativo del anuncio, con título sensacionalistas como «IOM: Llevar una martinka es supersticioso y mágico y, por tanto, una costumbre demoníaca [13]«:

Секој оној што на својата рака ќе стави или на својата облека ќе закачи таканаречена ‘мартинка’ (нешто како нараквица направена од црвен и бел конец) за здравје и среќа, да знае дека од тој момент (свесно или несвесно) се откажал од Бог, односно од Православната Вера и Црква, и не може да учествува во нејзините Свети Тајни. Не може истовремено да веруваме и во Бог и во ‘мартинка’. Верата и суеверието немаат ништо заедничко, исто како што и Бог нема ништо заедничко со ѓаволот. А на два господари не можеме да им служиме, или ќе Му служиме на Бог или на ѓаволот – па секој слободно нека избере кому ќе му служи. И секое друго суеверие, спротивно на православната вера, не е од Бога.

Cualquier persona que se ponga en la mano o la ropa las llamadas martinkas (una especie de pulsera hecha de hilo rojo y blanco) que dan suerte o salud, debe saber que desde ese momento (consciente o inconscientemente) renuncia a Dios, la fe y la Iglesia ortodoxa, y no puede participar de sus santos sacramentos. No se puede creer en Dios y en la martinka al mismo tiempo. La fe y la superstición no tienen nada en común, al igual que Dios no tiene nada en común con el demonio. No se puede servir a dos amos, se puede servir a Dios o al diablo, y todo el mundo puede elegir libremente a quién servir. Cualquier otra superstición, contraria a la fe ortodoxa, no es piadosa.

En los años previos se ha producido anuncios similares, que tuvieron como resultado olas de comentarios desafiantes o irónicos en los medios sociales:

Si usas martinkas inhibirás directamente la resurrección del Imperio Macedonio, así que piensa bien lo que haces…

Si ahora las martinka son pecado, la IOM debería actualizar su lista, se está haciendo demasiado larga. yo ya tengo muchos en mi alma.

Unos de estos tuits se burló de la tendencia que tienen algunos sacerdotes a vivir rodeados de lujos, como lucir joyas y relojes costosos, lo que ha sido objeto de críticas en otros países con Iglesias ortodoxas, como Rusia [17]:

IOM: «Condenamos el uso de martinkas como costumbre pagana…»
Yo: …

Este año, enlazando a un artículo con contenidos similares de una web religiosa sobre la IOM llamada Pokajanie (que significa «Arrepentimiento»), la activista Vasilka Dimitrovska también expresó el descontento generalizado con las interferencias de algunas figuras de la iglesia en la política:

Gracias a la IOM por la publicidad gratuita que ni siquiera hemos pedido. Si quieren quejarse, ¿por qué no van a la Unesco? Por cierto, también pueden solucionar el problema de las negociaciones sobre el nombre. De paso que van, podrían aprender las diferencias entre la religión y una tradición reconocida como patrimonio cultural de la humanidad.

Ciertamente, el anuncio original de la IOM [22] no ponía condiciones y estaba escrito en un lenguaje mucho más tibio:

Значи, ако мартинката се носи неколку денови или една недела, дали како негување на стара традиција, дали како мода, дали во чест на нашите предци, дали како заедничко балканско културно наследство, дали заради забава или од некоја друга причина, тогаш не е во спротивност на Црковното учење.

Но, ако носењето мартинка стане суеверен и магиски, а со тоа и демонски обичај, тогаш таквото поведение не е во согласност со учењето на Црквата. Секако, секој е слободен да го послуша, или не, учењето на Црквата, и е одговорен за одлуките што ги носи.

Por tanto, llevar una martinka durante unos días o una semana, ya sea por cumplir con una antigua tradición, o por seguir una moda, o por honrar a nuestros antepasados en la herencia cultural común de los Balcanes, por diversión o cualquier otra razón, no es contrario a las enseñanzas de la Iglesia

No obstante, si se lleva una martinka por razones de superstición y magia, se convierte en una costumbre demoníaca, lo que no cumple con las enseñanzas de la Iglesia. Por supuesto, toda persona tiene libertad de obedecer o no estas enseñanzas, y es responsable de su decisión.

Aunque entre los ciudadanos macedonios suele haber una alta tasa de religiosidad [23], cada vez transigen menos cuando se mezcla la religión con el nacionalismo [24]. Esto queda patente, por ejemplo, en el apoyo del clero al anterior partido gobernante [25], y en su participación en las manifestaciones [26] relacionadas con el problema del nombre de Macedonia [27].

Ya sea de forma más severa o más moderada, el anuncio de la IOM parece haber tenido un efecto contrario al deseado, pues ha incrementado la visibilidad de la costumbre de usar martinkas. En los medios, numerosos espacios han promovido esta antigua tradición [28], hoy protegida por la Unesco, como es el caso de la publicación de un libro infantil sobre esta práctica [29] en macedonio, albanés e inglés.