España: El racismo y la intolerancia avanzan sin tregua

En materia de la construcción de una identidad europea occidental sin mucho espacio para los inmigrantes, este verano de 2011 trajo una mezcla de leyes, de afirmación verbal de odios e incluso de sangrientos atentados. En la primavera, se le impuso restricciones a la flexibilidad de las fronteras intraeuropeas dentro de la zona de Schengen, como en Dinamarca o entre Francia e Italia. En julio, Noruega sufrió un doble atentado de un asesino en masa que pugnaba por una reinventada cruzada y que promulgaba el odio contra musulmanes y mujeres.

Este hecho fue motivo para que Abuy Nfubea, presidente de la Federación Panafricana de Comunidades Negras de España, estableciera un paralelo entre el miedo al otro, tanto en Noruega como en España, en un artículo de opinión titulado «¿De verdad hay alguien a quien extrañe el crimen racista de Oslo?»:

Insisto decir que nos extraña lo de Oslo es muy ofensivo, porque los que vamos en metro, nos paran para pedirnos papeles con perfilamiento racial o vivimos en Salt, Vic, Alcalá de Henares o Badalona ….sabemos que no es extraño, que se veía venir y eso es lo peor DE ESTE CRIMEN ABOMINABLE.

Respecto a las opiniones sobre el número de inmigrantes en España (de acuerdo con cifras oficiales, 5,056,256 hasta marzo), la página NeoBandam recuerda que:

el 46 por ciento opina que es “excesivo”, el 33 por ciento, que es “elevado”, y el 17 por ciento que es “aceptable”.

Ya en 2010, el Movimiento contra la Intolerancia, con sede en Madrid, advertía sobre los lazos entre la crisis económica y el aumento de la xenofobia en el país. Como se puede leer en la página GuinGuinBali:

Con la irrupción de la crisis económica es un hecho el aumento del prejuicio xenófobo y el hostigamiento a la inmigración. (…) Además, se añade la agitación y hostigamiento xenófobo que impulsan grupos organizados extremistas que alimentan la intolerancia hacia la inmigración con consignas populistas del tipo “los españoles primero” y la intolerancia religiosa en su doble vertiente de islamofobia y antisemitismo.

Cartel racista y anti-árabe encontrado en Madrid. Foto tomada de Flickr de Daquella Manera. Republicada bajo Licencia CC BY 2.0.

Podremos considerar el partido Plataforma Per Caralunya (PxC) [cat], presidido por Josep Anglada, como un ejemplo de un grupo que alimenta esta intolerancia. Recientemente, PxC convocó una manifestación de rechazo a la inmigración en Sant Adrià de Besòs, en el área urbana de Barcelona, en cuyo Ayuntamiento tiene un regidor. Las noticias salidas en agosto sobre PxC no se agotan en este intento de protestar en contra a lo que consideran los beneficios de los inmigrantes, en especial los musulmanes, en Cataluña. Se ha destituido a una regidora en Salt debido a su relación sentimental con un ciudadano de origen camerunés, pidiéndose la averiguación de su legalidad en el país.

Tras lo sucedido en Noruega y el creciente protagonismo de la PxC en España, el blog Unitat contra el feixisme i el racisme [cat] expone las similitudes ideológicas entre Anders Behring Breivik y Josep Anglada, basadas en la creencia de que los principios europeos se desmoronan ante la amenaza musulmana y los efectos de la inmigración. La mezcla entre inmigración e Islam está patente, desde luego, en el punto 5 de la Declaración Programática de PxC. De acuerdo con este documento, a la globalización se asocian “olas masivas de inmigración ilegal”, que, por su turno, peligran el bienestar social y las formaciones identitarias de los Estados de acogida. Y el punto 5.2. es clave para comprender el mensaje sobre la asociación entre inmigración y Islam:

PxC no se opone a la inmigración, pero sí a la instalación de inmigrantes musulmanes en nuestro país, fenómeno que puede suponer a largo plazo una clara amenaza para nuestra cultura.

Las palabras de Josep Anglada sobre la inmigración en España sirven como ejemplo en algunos blogs críticos de los olvidos sobre los beneficios que los inmigrantes aportan a la dimensión sociopolítica española. En el blog Noticias que Dejan Huella, el post “Inmigración, estado de bienestar y xenofobia en España”, de 10 de agosto de 2011, recuerda la contribución de la inmigración para el estado de bienestar que se vivía en España antes de la actual crisis financiera, criticando las “denuncias” de PxC:

«Niños moros» que acaparan ayudas sanitarias y eligen colegio «mientras a nosotros nos asignan plazas lejos de casa». «Medicamentos gratis» para inmigrantes. Comerciantes paquistaníes que «no pagan impuestos ni se les obliga a cumplir las normas». Una nueva mezquita inexistente. Extranjeros contratados «antes que los autóctonos del pueblo».

El reciente cierre legalizado de puerta a los rumanos – léase gitanos – sancionado por los demás países miembros de la Unión Europea, lleva a una pregunta en el diario electrónico Migrante Latino: ¿se abre otra a la xenofobia?. Y  el líder de PxC sirve una vez más como ejemplo:

En otras ocasiones, Anglada ha pedido a las autoridades que vacunen a los rumanos gitanos para evitar la diseminación de enfermedades y ha calificado a los miembros de esta etnia como “delincuentes indeseables”.

El temor de la islamización de España es el motivo del blog Eurabia. Y aquí las palabras de Josep Anglada son utilizadas como muestra de refuerzo de los peligros que los inmigrantes musulmanes representan. “Si los musulmanes prefieren hacer el Ramadán y no trabajar, que se vayan porque aquí no los queremos”: título de la entrada del 2 de agosto de 2011 del blog. Más allá de las referencias al Ramadán, el Presidente de PxC aún

considera “aberrante y vergonzoso que estén trabajando musulmanes en las empresas catalanas mientras existen unos 690.000 parados autóctonos que intentan no ser desahuciados y poder dar de comer a sus familias”.

Pero, en todo este contexto, interesa considerar lo que el blog Inmigrantes en España llama una “operación de borrado” a “denuncias y procesos penales de delitos racistas en territorio español”, que se manifiesta en la ausencia de debates públicos sobre el tema:

La falta de notoriedad pública no es un mero descuido o una omisión inocente: es una forma de borrar una problemática de la agenda pública, esto es, un modo de minimizar estos problemas graves y recurrentes tanto en el contexto nacional como mundial.

Suscríbete a actualizaciones por correo »

Salir de la versión móvil