Dibarah comparte su experiencia de estar de vuelta en Bangladesh, su país, luego de estudiar 3 años en el extranjero. Ella critica [en] la misoginia imperante y el acoso sexual público que las mujeres deben enfrentar diariamente. En lugar de ser pesimista decide tratar de mejorar la situación «manteniéndose desafiante de la misoginia.»