Casi un año después de la muerte de Muammar Gaddafi, su antiguo bastión y corazón de la tribu Warfalla, el pueblo de Bani Walid, parece a punto de caer bajo los ataques del ejército libio. Algunas fuentes [it] definen sus dos semanas de asedio como un ‘pequeño genocidio’. La operación está encabezada por milicias armadas y fuerzas islamistas de Bengasi y Misrata, viejos enemigos de los warfalla. Parece que ahora se está evitando que suministros médicos y otros esenciales entren a la ciudad, que está bajo fuego de cohetes y morteros con algunos informes [en] de uso de gas tóxico. Las actualizaciones de Twitter están bajo la etiqueta #BANIWALID, en tanto que la comunidad internacional parece no darse cuenta o está ignorando esta operación de «limpieza», que claramente está causando grandes sufrimientos [en] a la población del lugar