El 14 de enero de 2012 se celebraron las elecciones presidenciales y legislativas en Taiwán. El actual presidente Ma Ying-jeou del Partido Kuomintang de Taiwán (KMT) fue reelecto como presidente con el 51.6% de los votos. Su contendiente del Partido Progresista Democrático (DPP), Tsai Ing-wen, renunció a su puesto como presidente del DPP tras su derrota en las elecciones.
Las comunidades chinas en todo el mundo siguieron de cerca los resultados. Taiwán es la primera sociedad china en pasar de un gobierno autoritario a uno democrático. Muchos ciudadanos de China Continental y Hong Kong viajaron a Taiwán para observar el proceso político y se preguntaron si Taiwán podría servir de ejemplo para la futura democratización de China Continental.
El periodista residente en Beijing, Mark MacKinnon, se sorprendió [en] por el entusiasmo de los taiwaneses por la política:
Como corresponsal en Beijing, es extraño ver y escuchar a las personas hablando y gritando en chino acerca de política.
Según la página web de la Comisión Central de Elecciones [zh], 74.38% de los votantes elegibles acudieron a las urnas en 2012. Ma Ying-jeou ganó la reelección con el 51.60% del total de los votos, mientras que Tsai Ing-wen reunió el 45.63%.
La soberanía taiwanesa
A diferencia de las elecciones anteriores, el antagonismo habitual entre los azules (KMT) y los verdes (DDP) parecía ausente, sin embargo, la soberanía taiwanesa siguió siendo el problema más crítico. Karlatheo expresó [zh] su preocupación luego de las elecciones:
El 14 de enero fui a votar tranquilamente. Luego me reuní con mis amigos. No nos importó qué partido ganó las elecciones, pero si nos interesaba saber si la soberanía en Taiwán se mantendría… Sabíamos que el problema de las relaciones con China dominaría en esta elección pero todos necesitamos hacer frente a los problemas económicos… Presidente Ma, por favor recuerde que usted es nuestro servidor.
Nathan Batto también estaba preocupado por [en] el futuro de las relaciones entre Taiwán y China luego de las elecciones:
Con una enorme mayoría de 70-43 en la asamblea legislativa, Ma Ying-jeou no va convertirse inmediatamente en un presidente saliente. Por el contrario, probablemente tenga el suficiente poder para hacer lo que más desea. Es casi seguro que tendrá el poder para ejecutar la próxima etapa del ECFA [Acuerdo Marco de Cooperación Económica] y no cabe ninguna duda de que fomentará el acuerdo de paz que mencionó durante su campaña.
El investigador del Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage, Dean Cheng, señala [en]:
Un gobierno taiwanés fuerte y confiado en las relaciones que mantiene con Estados Unidos es la clave para la paz y seguridad en la región. En las semanas previas a las elecciones en Taiwán, la administración de Estados Unidos envió de manera repentina a varios altos funcionarios a Taiwán. Han pasado casi 12 años desde la última visita de un miembro del gabinete americano. La reelección del presidente Ma parece ser una oportunidad para demostrar que esta falta de atención ha llegado a su fin.
Un ejemplo para China Continental
Aquellos que no pudieron viajar a Taiwán para observar las elecciones, siguieron de cerca las noticias. Lele es de China [zh], pero ha seguido las elecciones de Taiwán durante más de una década:
No nací ni he vivido nunca en Taiwán. No soy fanática de ningún partido, pero siempre veo las transmisiones en vivo de las elecciones en Taiwán cada cuatro años. Esta es la cuarta vez que la veo… El sistema de elecciones en Taiwán ha evolucionado. ¿Cuándo seguirá China el mismo camino? ¿Cuándo tendremos los chinos el derecho a votar por nuestros líderes?
@darkillzhou [zh] (en Weibo) de China hace bromas acerca de las elecciones en China Continental después de conversar con su amigo taiwanés:
Mi amigo taiwanés me acaba de contar que ellos irán a votar por su presidente mañana en la mañana y en la noche sabrán quién ganó las elecciones presidenciales. No sabía qué responderle. Aunque teníamos una buena comunicación, me sentí muy avergonzado. Al final le dije: «Ustedes los taiwaneses no son eficientes. Si nosotros en China Continental votáramos mañana en la mañana, sabríamos quién gana las elecciones esta noche…»
En Hong Kong, el columnista 練乙錚 (Lian Yi-Zheng), habló acerca [zh] de cómo estas elecciones podrían cambiar el futuro de China:
Si examinamos la historia de Taiwán antes de 1980, lo que ocurrió allí es similar a lo que pasó en China. La década de 1980 fue un momento decisivo en la política. Taiwán se convirtió en un país democrático construyéndolo sobre 5,000 años de cultura. Todos conocemos la historia a continuación: La llamada «experiencia taiwanesa» es similar a la experiencia de la fundación de un Estado. Políticamente, se convirtió en un país democrático luego del totalitarismo y ahora gozan de la libertad luego de la autocracia. Económicamente, pasó de ser un país subdesarrollado a uno adinerado y desarrolló su industria de alta tecnología, además de su pesquería y agricultura.
Taiwán apenas puede expresar lo que piensa en el plano internacional y solo juega un papel pequeño en el plano político de las sociedades chinas en todo el mundo. Sin embargo, la «proposición de Taiwán», que tiene un gran contenido, está adquiriendo fuerza y atrae a los ciudadanos chinos de todo el mundo que están ansiosos por encontrar su patria espiritual. Las personas que vinieron a Taiwán provenientes de Hong Kong y de China Continental para observar estas elecciones vivieron esta experiencia y la difundieron.
En China, 水木丁 señaló [zh] que esta era una oportunidad para que las personas en China reflexionaran acerca de las razones por las cuales no piensan que la democracia sea posible en China:
Cuando vi el discurso de Tsai Ing-Wen [en], me quedé pensando en este asunto. No entiendo lo que dicen las personas acerca de estas elecciones. Los americanos e ingleses pueden hablar de democracia, pero nosotros no estamos calificados para hablar de ella ¿o si? Ahora, por otra parte, los taiwaneses pueden hablar de democracia pero nosotros aún no podemos hablar de ella. ¿Es verdad que las personas fuera de China están más calificadas para hablar que nosotros? ¿Es por eso que no podemos hablar de democracia?
Hice algunas observaciones cuando vi que las elecciones en Taiwán se llevaron a cabo sin ningún problema. Sé que estas personas de tez amarilla y ojos negros, que se ven como nosotros, están aprendiendo. Escogieron a la persona equivocada. Tomaron un desvío y había sido una farsa. Pero sin importar lo que había pasado, continuaron por el camino que habían escogido. No se preguntaron si estaban calificados o no. Vi a los seguidores del partido ganador y perdedor parados bajo la lluvia. Tienen sus creencias. Saben qué tipo de mundo quieren, por eso tienen esperanza. Pensé enseguida acerca del asunto de la calificación. A ningún ciudadano en el mundo se le concede la democracia y libertad sin antes probar que se lo merece. Cuando pienso en las dudas que muchos de nosotros tenemos con respecto a la calificación, me siento humillado. La democracia debe construirse poco a poco, pero el proceso nunca debe comenzar cuestionándonos si calificamos o no para vivir en ella.
Alentado por los espectadores en Hong Kong, China Continental y otras partes del mundo, old cat cree [zh] que los taiwaneses deben ser fuertes y ayudar al movimiento democrático en China:
En esta elección, muchos taiwaneses estaban preocupados por que el poder económico de China influenciara en las elecciones. Antes de la elección, muchos directores de grandes compañias en Taiwán apoyaron públicamente el llamado consenso de 1992 [en]. Sus acciones fueron consideradas como prueba de la influencia de China. Estas inquietudes son muy razonables. Sin embargo, ¿solo nosotros nos preocupamos por ellos? ¿No podemos también influenciarlos?
Esta es una oportunidad para Taiwán… Si Taiwán contribuye a la democratización de China, nos podríamos ganar el corazón de 1300 millones de personas en China… Taiwán es pequeño, pero ocupamos una posición importante. Debemos dejar de evitar a China mientras planeamos nuestro futuro.
Sin importar que sea cuestión de suerte o no, hemos marcado un lugar en la historia. Tal vez nuestro objetivo no es ser un modelo de democracia para la sociedad china, pero el poder está en nuestras manos.
No debemos desperdiciar este poder.