Australia impone límites a grandes contaminantes de carbono con mecanismo de salvaguarda

«Mecanismo de salvaguardia» de las emisiones de carbono – Combinación: Captura de pantalla del vídeo de YouTube del Consejo del Clima con texto.

Después de semanas de negociación el 30 de marzo del 2020, el Parlamento de Australia aprobó la ley de reducción de emisiones de carbono. La nueva ley busca fortalecer a la ley del Mecanismo de Salvaguardia y así reducir las emisiones de dióxido de carbono hasta un 43 % para 2030. Las 215 empresas del país que generan más polución deben reducir sus emisiones en un 4.9 % al año hasta 2030.

El Consejo del Clima de Australia creó este video explicativo:

El apoyo del Partido Verde, cuyo apoyo fue crucial en el Senado, estuvo insitiendo en prohibir nuevos proyectos de carbón y gas, de acuerdo con el reciente informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y también menos dependencia en las compensaciones como una solución a las emisiones de carbono.

La “compensación de carbono es una reducción o eliminación de las emisiones de dióxido de carbono u otros gases de efecto invernadero, y se realiza con el fin de compensar las emisiones de dióxido de carbono provocadas por otros lugares. Normalmente, se le denomina así al acto de comprar créditos de carbono de proyectos como la plantación de árboles o la regeneración de tierras. La efectividad de la compensación de carbono ha sido cuestionada por muchos analistas. Un estudio de Climate Analitics sostiene:

Si el Gobierno australiano permite que las empresas de combustibles puedan acceder a compensaciones ilimitadas –especialmente en el sector de la tierra– puede traer consecuencias significativas, ya que sería una manera de aprobar la producción de más carbón y gas, lo que provocaría el aumento de las emisiones y pondría en riesgo la capacidad de Australia para cumplir con sus objetivos climáticos.

Si bien es cierto que el acuerdo alcanzado no garantiza lo mencionado, se han logrado nuevas mejoras, se establece un límite «rígido» a las emisiones totales. Este límite exige que los contaminantes reduzcan sus emisiones totales y no solo recurran a las compensaciones de emisiones. Además, se establecen requisitos más estrictos antes de aprobar nuevos proyectos de combustibles fósiles, lo que incluye la evaluación del impacto de sus emisiones de carbono.

El Partido Verde ha sido criticado en diversas ocasiones por votar contra el plan de reducción de la contaminación por carbono que presentó el Partido Laborista en el 2009, que fue rechazado por el Senado. En cambo, en 2011 los Verdes votaron a favor del plan de precios para el carbono, que fue rechazado por el nuevo gobierno conservador en 2013.

Muchos recuerdan lo sucedido, como el actual ministro de gobierno Murray Watt:

Los Verdes amenazan con votar contra las reducciones de emisiones previstas por los laboristas, al igual que votaron en contra del reducción de la contaminación por carbono en 2009. Los Verdes tienen que aprender a negociar, trabajar con el Gobierno y dejar de montar rabietas cada vez que no se salen con la suya.

Las reformas del Mecanismo de Salvaguardia son la mayor oportunidad para la acción climática en Australia desde que el último intento laborista fue rechazado en 2009.

Ahora los mismos partidos amenazan con hacerlo de nuevo. Este no es momento para juegos: debemos implementar acciones climáticas antes de que sea demasiado tarde.
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Con el debido respeto, esto no es más que una tontería. El plan rechazado en 2009 no habría hecho gran cosa, muy parecido al mecanismo de salvaguarda con compensaciones ilimitadas.

En 2011, fue reemplazado por un programa mejorado y reforzado que dio buenos resultados. Esto también fue realizado por un gobierno del Partido Liberal Australiano con los Verdes.

Los verdes demostraron que están preparados para negociar con el gobierno de turno, al igual que en 2011.

El Partido Ecologista de Australia está dividido sobre cuál es el mejor camino a seguir. El primer ministro Anthony Albanese expresa que no hay que dejar que «lo perfecto sea enemigo de lo bueno». La Fundación Australiana para la Conservación se convenció, sostiene que la legislación debe reforzarse si es posible, pero debe aprobarse de ser posible. Como reacción, Bob Brown, activista ecologista de larga trayectoria y fundador del partido de los Verdes, canceló su afiliación vitalicia a la Fundación Australiana para la Conservación. Luego criticó el acuerdo.

El sitio web «Renew Economy», dedicado a la transición hacia la energía verde, ha sido un fuerte opositor al acuerdo, incluso antes de que se cerrara.

If the Safeguard Mechanism remains a massive wish-fulfilment exercise for the corporations making super-profits selling fossil fuels overseas, rather than an appropriately powerful scheme to bring about real emissions reductions, Australia will truly become known globally as the international centre of climate delay.

Si el mecanismo de salvaguarda continúa como un gran proyecto económico para las empresas que obtienen enormes ingresos con la venta de combustibles fósiles en el extranjero y no como programa eficaz para reducir las emisiones, Australia será reconocida en todo el mundo como el centro internacional del retraso climático.

Sin embargo, respondió positivamente a la ley final:

Australia fija precio del carbono para la industria, que puede impulsar la acción por el clima.
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La aplicación del mecanismo de salvaguarda es una buena señal para la política climática australiana, y también puede dar paso a fijar los precios del carbono más allá del sector industrial.

La organización ecologista Environment Victoria se mostró contraria a nuevos proyectos de carbón o gas, pero reconoció las ventajas que aporta la nueva ley. La organización está de acuerdo con la postura del Instituto Australia:

Acabamos de escuchar al líder de los Verdes, Adam Bandt, y al primer ministro Anthony Albano sobre el acuerdo climático en el Parlamento.

Ahora hay un tope y una reducción de la contaminación, lo que es bueno, pero no hay una prohibición general del nuevo gas y carbón, y eso no es bueno.

No es suficiente según la ciencia, pero es mejor que donde estábamos la semana pasada, Richard Dennis, director del Instituto Australia.
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Un buen resumen del acuerdo de ayer del mecanismo de salvaguardia.
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Sí, esto es un avance. Ahora, hay que seguir adelante con la urgente tarea de detener la explotación del carbón y el gas.

Recordatorio diario:
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No se demuestra real interés sobre la acción climática si se continúa sin parar con la aprobación nuevas minas de carbón y gas.

Mantener los combustibles fósiles en el subsuelo es la tarea más importante y urgente, no se puede «compensar» para salir de eso.

Aunque algunos miembros del sector corporativo se oponen a la nueva legislación, la opinión generalizada es positiva y da seguridad a las empresas en su transición hacia un futuro de emisiones netas cero. El Consejo Empresarial de Australia, que representa a la mayoría de los principales emisores de contaminantes, ha acogido el acuerdo con satisfacción.

The passage of Safeguard Mechanism legislation is a big step towards getting on with the ‘how’ of this transition, Business Council chief executive Jennifer Westacott said.

“Make no mistake, this is critical progress towards securing a transition that delivers new jobs and new opportunities.

“We welcome the passage of this legislation and the adoption of key elements of the Business Council’s plan to reach net zero emissions.

“After more than a decade of uncertainty and equivocation employers now have certainty about our emissions targets and how we’re going to get there.

La aprobación de la ley del mecanismo de salvaguarda es un paso importante hacia el «cómo» de esta transición, señaló Jennifer Westacott, directora general del Consejo Empresarial.

«No nos equivoquemos, esto se trata de un avance fundamental para garantizar la transición hacia nuevos puestos de trabajo y nuevas oportunidades.

Acogemos con satisfacción la aprobación de esta ley y del plan del Consejo Empresarial para alcanzar las cero emisiones netas.

Después de más de una década de incertidumbre y errores, los empresarios ahora tienen certeza sobre nuestros objetivos en materia de emisiones y sobre cómo vamos a conseguirlo».

Sin embargo, el Consejo de Minerales de Australia ha planteado importantes preocupaciones:

The challenges to meet the Safeguard Mechanism shouldn’t be underestimated.

If we are not careful, some facilities in Australia will close.

Not only would that damage our economy and slash tens of thousands of regional jobs and billions in investment, it also would push the emissions reduction burden on to other nations that are less able or less willing to decarbonise.

The Greens’ demonisation of coal also does not help the Australian economy, particularly as the nation continues to rely on coal powered energy generation to keep the lights on and keep prices down.

No se deben subestimar los desafíos que implica cumplir con el mecanismo de salvaguarda.

Si no se tiene el suficiente cuidado, algunas empresas en Australia van a cerrar.

No solo perjudicaría a la economía y causaría un descenso en decenas de miles de puestos de trabajo en la región y miles de millones en inversiones, sino que además le entregaría la responsabilidad sobre la reducción de emisiones a otros países con menos capacidad o disposición para descarbonizarse.

La campaña de los Verdes para generar una mala imagen de la industria del carbón tampoco favorece a la economía australiana, sobre todo porque el país aún depende del  combustible para mantener las luces encendidas y los precios bajos.

Por otra parte, la Fundación Australiana para la Conservación es uno de los numerosos grupos ecologistas que seguirán con la campaña a favor de una acción climática más estricta:

The Safeguard Mechanism falls short of what the science demands, and it doesn’t address Australia’s biggest source of climate pollution – coal and gas exports. But these changes are important steps towards getting to where we need to be.

El mecanismo de salvaguarda no está a nivel de lo que la ciencia necesita y no contempla la principal fuente de contaminación climática de Australia, las exportaciones de carbón y gas. Pero estos cambios son medidas importantes para alcanzar el objetivo.

De cualquier manera, todo indica que para muchos australianos, la política y la acción climáticas seguirán siendo una cuestión de vaso medio lleno o medio vacío.

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