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Para los que luchan por los derechos de los homosexuales en Brasil, el enemigo n°1 tiene nombre y apellido: Silas Malafaia [en]. Este pastor evangélico, licenciado en psicología, encabeza la Iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo y es un importante defensor de los valores conservadores que condenan el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y al mismo tiempo que enfrenta una fuerte oposición a sus ideas, el pastor Malafaia cuenta con un gran número de seguidores por todo el país.
El 3 de febrero de 2013, Malafaia concedió una entrevista a la periodista brasileña Marília Gabriela [vídeo] en una cadena pública de televisión. El pastor aprovechó la ocasión para comentar temas controvertidos. Defendió el pago de diezmos por parte de los miembros de las iglesias evangélicas y denunció el matrimonio entre personas del mismo sexo y la criminalización de la homofobia –prevista en el Proyecto de Ley Complementario 122–, invocando el artículo 5 de la Constitución brasileña, que consagra la libertad de expresión de los ciudadanos.
Danilo Thomaz analizaba el tema en un artículo aparecido el 12 de febrero en la web del Observatório de Imprensa, una organización de control de medios. Su argumento es que en las redes sociales, las discusiones son «el equivalente virtual a una pelea callejera en la puerta de una tasca».
A discussão sobre as liberdades públicas e a igualdade de direitos – valores sobre os quais se ampara a questão dos homossexuais – é transformada em uma histeria compartilhada na qual os dois lados, munidos com seus 140 caracteres, se diferenciam no que defendem e se assemelham na forma com que argumentam. Acabam, do mesmo modo, por anular o debate e deslegitimar a questão. Populistas e vigaristas, à direita e à esquerda, de quebra, aproveitam para se promoverem.
Para justificar su oposición a las personas gays, Malafaia apela a la genética. Dice que ser homosexual es una simple opción de comportamiento y que «no existe un gen gay». La controversia llegó a las redes sociales y pronto pasó a ser trending topic en Twitter. El blog BHAZ dijo que el pastor utilizaba estudios desconocidos para respaldar sus puntos de vista. En el artículo del 6 de febrero se afirmaba que:
Desta vez, o pastor, em meio à sua inflamada argumentação contra a criminalização da homofobia e a legalização do casamento civil igualitário, resolveu apelar para o que ele chama de “ciência”. Seu objetivo, ao lançar mão de argumentos ditos “científicos” era, em suma, afirmar que a homossexualidade na verdade não passa de um comportamento “aprendido ou imposto”, que ninguém nasce homossexual e que, consequentemente, os ativistas LGBT não teriam o direito de lutar para legalizar o casamento civil igualitário ou pedir a criminalização das manifestações de ódio e do preconceito motivados pela orientação sexual e identidade de gênero.
Al día siguiente del programa con la periodista Marília Gabriela (4 de febrero), Eli Vieira, un genetista brasileño que realiza su doctorado en la Universidad de Cambridge, grabó el siguiente vídeo:
El 16 de febrero, Silas Malafaia publicó un vídeo en respuesta a Eli Vieira, donde lo califica de «pseudodoctor» en genética:
http://www.youtube.com/watch?v=ot9iaTqixI4
Las reacciones negativas continuaron. El 8 de febrero se lanzó en Avaaz.org [es] una petición para que se revoque la licencia profesional de Silas Malafaia que obtuvo un alto número de firmantes. No obstante, los simpatizantes del pastor publicaron mensajes de apoyo en Twitter, pidiendo a la gente que no firmara el documento. Ese fue el caso de @CASSIANECANTORA, que el 15 de febrero tuiteaba:
Eu ja assinei… Pessoal vamos votar pela NAO cassação do registro de psicólogo do Pr Silas Malafaia acessa o link ai http://www.avaaz.org/po/petition/Pela_NAO_cassacao_do_registro_de_psicologo_do_Sr_Silas_Lima_Malafaia/?wHEFheb …
También en Twitter, Marcelo Arantes (@dr_marcelo) apoyaba la petición (13 de febrero):
Já exerceu seu poder de cidadão hoje? Assine esta petição pela cassação do registro de Psicólogo de Silas Malafaia. http://www.avaaz.org/po/petition/Pela_NAO_cassacao_do_registro_de_psicologo_do_Sr_Silas_Lima_Malafaia/?wHEFheb ……
De manera oficial, en su propia web, la Iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo recababa nombres en defensa de la no rescisión de la licencia. Malafaia expresaba además su deseo de demandar a Avaaz.org. En la web se puede leer:
Após polêmica gerada em torno da entrevista do Pr. Silas Malafaia ao programa “De frente com Gabi”, foi criada uma petição pública on-line na tentativa de cassar seu registro de psicólogo. Entretanto, em nenhuma das entrevistas concedidas à imprensa Silas Malafaia se apresenta como psicólogo, e sim como pastor, o que não justifica uma petição que envolva o Conselho Regional de Psicologia.
El 7 de febrero, Maria Berenice Dias, abogada que reivindica los derechos de la población LGBT, también publicó un comentario en YouTube:
El pastor Silas Malafaia también ha comparado a los homosexuales con delincuentes. «Amo a los homosexuales como amo a los criminales», declaró. El blog Pragmatismo Político denunció sus afirmaciones el 5 de febrero:
A correlação valorativa entre “homossexuais” e “bandidos” é odiosa. Ela objetiva reforçar o vínculo entre homossexualidade e desvio, sustentando, sorrateiramente, a ideia de que a homossexualidade assim como o fenômeno da delinquência atenta e prejudica a sociedade. Em outros termos, a analogia diz o seguinte: os bandidos existem, são um fato social, mas precisamos mudá-los, puni-los e “ressocializá-los” para que não lesem a sociedade. Sem afirmar diretamente, Malafaia pensa o mesmo sobre os homossexuais; eles são um fato social, existem, mas precisamos corrigi-los para que não lesem à família, os bons costumes, às leis naturais, à palavra de Deus etc.
También se ha desacreditado al líder religioso por utilizar la palabra «homosexualismo», puesto que el término correcto es homosexualidad. A pesar de ello, Marlos Ápyus criticaba la corrección en una entrada en su Facebook el 5 de febrero:
Antes de mais nada, eu acho que vocês deveriam largar essa bobagem de condenar o uso do termo «homossexualismo» por já ter sido entendido como uma doença. Alguém muito mal informado no passado o usou neste sentido, a OMS corrigiu o erro em 1990 e, sem explicação evidente, duas décadas depois fomos «obrigados» a falar em «homossexualidade», apenas reforçando um equívoco já reparado. Eu vou continuar falando homossexualismo. Porque comunismo não é doença, porque romantismo não é doença, porque lesbianismo não é doença. E porque homossexualismo jamais deveria ter sido considerado uma.
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