Este articulo ha sido escrito por Mikhail Mattveev para 350.org, una organización que está creando un movimiento climático global y se republica en Global Voices como parte de un acuerdo para compartir contenidos.
A principios del año 2015, Sergei Donskoi, ministro ruso de Recursos Naturales, declaró oficialmente a Baikal como zona de emergencia debido a un descenso drástico de los niveles de agua. Se trata del mayor lago mundial de agua dulce declarado en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es el orgullo de Rusia y uno de los destinos turísticos más atractivos.
Además, Baikal y el río Angará al que fluye son una fuente de agua para muchas ciudades y el descenso del nivel puede acabar con el almacenamiento de sus reservas. Para preservar el suministro, la cantidad que fluye por las presas con plantas hidroeléctricas tendría que disminuir, lo que significaría una reducción en la producción de energía.
El ministro ruso expuso el motivo del descenso del nivel del lago con francas palabras: «El clima». ¿Qué demonios ha pasado con el clima?
Los expertos creen que las precipitaciones en la zona de Baikal fluctúan en un ciclo que abarca varias décadas. Sin embargo, lo que ocurre ahora está obviamente más allá de los límites de una variación normal. A finales de marzo, por ejemplo, el nivel de agua descendió 9 cm por debajo de los niveles críticos. Este periodo de escasez no se había visto en los últimos 100 años. Según el ministro de Situaciones de Emergencia, la afluencia de agua en el lago sólo estaba al 65% de lo acostumbrado en verano y otoño de 2014.
La disminución del caudal de Baikal tiene como trasfondo el problema del cambio climático que azota Rusia: según el Servicio ruso federal de Meteorología (Rosgidromet), el aumento de la temperatura se está produciendo 2.5 veces más rápido que lo que está sucediendo a nivel mundial. El calentamiento global conlleva que aumente la cantidad de desastres naturales, como las sequías.
El segundo informe de Rosgidromet predice con detalle situaciones como esta que vienen provocadas por el cambio climático:
As a result of increased interannual variability of the runoff, above all seasonally, abnormally high-water as well as abnormally low-water years and seasons are possible. The financial damage caused by low water could be compared to that of floods, since it complicates the work of storage reservoirs, disrupts the water supply to cities and industrial facilities, decreases the production of hydropower, endangers river navigation and lowers the quality of the river water.
Como resultado de un aumento interanual en la irregularidad de la afluencia, sobre todo según la estación, niveles poco normales de más o menos agua en años y estaciones son posibles. El daño económico provocado por el descenso del nivel se podría comparar con el provocado por las inundaciones, puesto que complica el almacenamiento en las reservas, interrumpe el suministro de agua tanto en las ciudades como en los centros industriales, disminuye la producción de energía hidroeléctrica y pone en peligro la navegación por el río así como se reduce la calidad del agua fluvial.
La caída del nivel de agua en Baikal es sólo una parte del problema. Lo más terrible puede estar todavía escondido bajo la superficie del lago. En otoño de 2014 la orilla comenzó a transformarse en una zona fétida donde se acumulaban las plantas acuáticas.
El ecosistema del lago se forma gracias a la las límpidas y sorprendentemente frías aguas (normalmente <10ºC) y son conocidas sus densas esponjas de agua dulce, creando formaciones que nos recuerdan a los arrecifes del Caribe.
Pero estas espectaculares esponjas se están muriendo y su hábitat lo están ocupando otras plantas acuáticas (Spirogyra es su nombre científico) que con las tormentas son arrastradas a las orillas. El único paisaje asemejado a los arrecifes deja paso al de un fondo fangoso característico de una charca calentada por el sol más que al templado y profundo Baikal.
Los expertos discuten sobre la causa de estos problemas. Investigadores del Instituto Cooperativo de Limnología han dado la voz de alarma porque debido a la contaminación del agua es necesario tomar acciones urgentes para limitar la liberación de aguas residuales en el lago. Mientras tanto la viceministra de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la región de Irkutsk, Nina Abarinova, ve la causa del problema en el bajo nivel de agua y su alta temperatura.
Ciertamente, el agua del lago se está calentando. Según un estudio publicado a principios del año 2008, la temperatura de la superficie del lago Baikal se ha disparado en 1.21 grados desde 1946.
Basándonos en todo esto, cada factor está relacionado y el cambio climático es la causa determinante. Incluso la contaminación del agua está relacionada de forma indirecta con el clima: el drástico descenso de la afluencia de agua conduce al desarrollo de zonas estancadas donde se acumula la suciedad. Sorprendentemente, el peor enemigo de los «arrecifes»de Baikal es parecido a lo que ocurre a su semejante en el Caribe, el océano Pacífico e Índico: el cambio climático y la contaminación de agua aunan sus fuerzas para debilitar la estabilidad de las esponjas y corales mientras crean excelentes oportunidades para el crecimiento de las plantas acuáticas.
Lo que ocurre en la región de Baikal es tan sólo un ejemplo de evidencia masiva de que el calentamiento global no proclama nada esperanzador para la fría Rusia. El país no está preparado para aceptar estos problemas globales, aunque la realidad les está azotando cada día con más fuerza. Queda la esperanza de que el activismo contra el cambio climático en la región incremente la sensibilización del problema más importante tal vez del siglo XXI, concretamente ya están registrados los primeros proyectos con éxito.
Actualización: Otro desastre golpeó la región mientras se estaba escribiendo este artículo. Varios incendios incontrolados en Jakasia y Tuvá (cerca a Baikal) mataron a más de 30 personas y dejaron a cientos sin hogares. El gobernador de Jakasia culpó al clima y a sus fuertes vientos como la causa principal del desastre «como nunca se había visto antes».
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