Fronteras digitales: Aprovechar las tecnologías de vanguardia para un cambio en la conducta social a través del mundo

Evento paralelo de la comunicación de riesgo en la CPHIA 2023 con el doctor Jean Kaseya, director general del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (centro), la profesora Margaret Gyapong, la copresidente del CPHIA 2023 (a la izquierda del doctor Kaseya), y la honorable Sylvia Masebo, ministra de Salud de Zambia (a la derecha del doctor Kaseya). Foto de Cecelia Maundu, usada con autorización.

En un mundo cada vez más interconectado, la importancia de la tecnología para fomentar un cambio positivo en la conducta social a nivel mundial es innegable. A pesar de haber llegado recién a la digitalización, África ha demostrado un índice de implementación que destaca por su rapidez. Datos recientes sobre la penetración del internet y una conferencia sobre los logros e innovaciones en la salud pública subrayan la importante influencia de la tecnología en el continente. La Tercera Conferencia Internacional sobre Salud Pública en África (CPHIA 2023) en Lusaka, Zambia, se centró en preparar comunidades para la siguiente pandemia con participación comunitaria y una estructura de cambio de la conducta social.

Que las fronteras digitales se crucen revela su naturaleza multifacética, ya que atraviesan diversos sectores e influencian los cambios conductuales de innumerables formas.

El poder de la inteligencia artificial (IA) en el cambio de la conducta social

La inteligencia artificial ha resultado ser una fuerza formidable al moldear actitudes y comportamientos sociales. Al aprovechar los algoritmos de aprendizaje automático, la IA puede analizar extensos conjuntos de datos, identificar patrones y predecir futuras tendencias. Esta capacidad es particularmente valiosa para comprender el comportamiento humano y para personalizar intervenciones para un cambio positivo. Las organizaciones e iniciativas están utilizando progresivamente, IA para obtener revelaciones del comportamiento humano, prever tendencias y elaborar intervenciones precisas.

En la CPHIA 2023, el Centro para el Control y la Prevención de enfermedades de África (Africa CDC, por su nombre en inglés) elogió el éxito de las iniciativas impulsadas por IA, que resultó evidente en su efectiva vigilancia de enfermedades contagiosas en tiempo real.

Estas iniciativas tuvieron un papel fundamental de orientar las intervenciones y crear capacidad para abordar grandes cantidades de datos para predecir, analizar y evitar brotes. En especial, durante la pandemia del COVID-19, los sistemas de vigilancia se activaron hasta en lugares remotos de forma impecable, lo que demostró la adaptabilidad y la naturaleza impactante de estas tecnologías innovadoras.

“La IA podría ayudarnos a ser más ágiles y analizar esos datos lo suficientemente rápido como para poder planificar nuestras intervenciones”, dijo Sylvia Masebo, ministra de Salud de Zambia.

Las redes sociales como impulsoras del cambio

La influencia dominante de las redes sociales ha dado una plataforma dinámica para promover un cambio en la conducta social. Las campañas y los movimientos que aprovechan el alcance y el potencial de participación de plataformas como Facebook, X (antes conocido como Twitter) e Instagram tienen la capacidad de trascender los límites geográficos. Las redes sociales permiten difundir rápidamente la información, la movilización de las comunidades y la amplificación de las voces que defienden los cambios sociales positivos.

“Estamos trabajando a través de las estructuras de salud laboral para también difundir información a través de las redes sociales, pero vamos a avanzar para difundir información, y también para dar seguimiento a lo que ocurre en las redes sociales. Así que les estamos prestando atención y usando aplicaciones como CrowdTangle para dar seguimiento a las discusiones que ahí ocurren”, dijo el doctor Jean Kaseya, director general de Africa CDC.

Más allá de las campañas, las plataformas de redes sociales son herramientas fundamentales para los movimientos populares, permiten que los activistas amplifiquen sus voces y se conecten globalmente. Con plataformas como X, los activistas organizan protestas, con las protestas de 2019 de Hong Kong como ejemplo, con la etiqueta #antiELAB para una coordinación en tiempo real. Las actividades de conservación ambiental, como lo demuestra Extinction Rebellion, usan X y Facebook para la movilización social. La defensa de los derechos humanos, como el movimiento #BlackLivesMatter y su impactante uso de la etiqueta, abarca plataformas como X e Instagram, en las que los activistas difunden imágenes e historias, con lo que desencadenan conversaciones globales sobre la injusticia social.

Este poder colectivo permite que estos movimientos superen las barreras tradicionales e impulsen un cambio social positivo a nivel global. La redes sociales van en tiempo real, lo que facilita la rápida difusión de la información y lleva a importantes cambios de conducta en respuesta a campañas sociales específicas.

El análisis de datos para tomar decisiones informadas

El análisis de datos sirve como eje para tomar decisiones fundamentadas en iniciativas del cambio de conducta. Al analizar grandes conjuntos de datos, las organizaciones obtienen valiosas perspectivas de la efectividad de las intervenciones, lo que les permite perfeccionar las estrategias y maximizar el impacto. La integración del análisis de datos asegura que las iniciativas son específicas, mensurables y adaptables a las dinámicas cambiantes de la conducta social.

“La tecnología está reduciendo las brechas en el acceso y la prestación de atención sanitaria. La vigilancia digital de enfermedades, que Africa CDC puso a prueba en seis países, está elaborando indicadores de vigilancia digital y tableros de enfermedades en línea según datos de redes sociales y motores de búsqueda para así informar de supervisión de enfermedades contagiosas en el continente”, dijo Masebo.

Analizar datos es fundamental para tomar decisiones con fundamentos en las iniciativas de cambio de conducta en el ámbito de la salud, la educación, el ambiente, la justicia social y la economía. Khan Academy optimiza las experiencias de aprendizaje a través del análisis, mientras que el proyecto “Cambio climático en la mente estadounidense” mide las actitudes del público hacia las campañas ambientales. El Centro para la Equidad Policial usa el análisis para estudiar los patrones de discriminación en la justicia social, y la iniciativa Findex Global del Banco Mundial usa análisis de datos para intervenciones que promueven prácticas financieras responsables y una inclusión financiera global.

Este enfoque versátil subraya que el análisis fortalece a las organizaciones para hacer cambios sociales positivos a través de diversos sectores.

Sobre el panorama ético

Las discusiones en CPHIA 2023 destacaron la importancia de navegar el panorama ético mientras la tecnología continúa desempeñando un papel fundamental en la formación de la conducta social. Las consideraciones éticas, incluidas la privacidad, la protección de datos y la transparencia, son primordiales para asegurar que las intervenciones tecnológicas lleven a cambios sociales positivos sin consecuencias imprevistas.

El doctor Kaseya explicó:

…But then of course that comes with the whole implications of us understanding the whole issues of privacy, data privacy and securities around that and how we address that. And then also just understanding that even though there are benefits to be tapped in this industry for AI, we still don't have or have very limited regulatory frameworks that govern how AI can be used. And so in the absence of these kinds of regulatory frameworks, we need to tread very carefully about how we incorporate it.

…Pero entonces, claro que esto conlleva la necesidad de que comprendamos todos los aspectos de la privacidad, la protección de datos, y los valores que la rodean, y cómo abordarlos. Y también entender que, a pesar de que existen beneficios que puede aportar la IA a este sector, todavía no tenemos o tenemos marcos regulatorios muy limitados para regir el uso de la IA. Y así, sin estos marcos regulatorios tenemos que andar con mucho cuidado sobre cómo incorporarla.

Mientras exploramos las fronteras digitales de la IA, las redes sociales, el análisis de datos y el Internet de las Cosas, se vuelve evidente que estas tecnologías, cuando e utilizan responsablemente, tienen el potencial para dirigir transformaciones positivas a escala global. El compromiso de los Gobiernos africanos, las organizaciones internacionales y los colaboradores para mejorar los resultados de la salud pública reflejan un futuro prometedor, en el que la tecnología sirve como una fuerza para un cambio social positivo.

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