Decisión de Estados Unidos sobre Jerusalén no sorprende a los palestinos, pues el mundo ya «ignora su existencia»

Palestinos ven el anuncio de Trump en las noticias el 6 de diciembre. Foto tomada Mariam Barghouti en Instagram y reproducida con autorización. En el original, dice Viendo el discurso de Trump. La cara lo explica: un poco de insulto mental y un poco de lo otros no son nada nuevo mezclado con lamento y bah.

La declaración del presidente estadounidense Donald Trump que el país trasladará su embajada en Israel a la ciudad de Jerusalén fue recibida con asombro en todo el mundo. Sin embargo, entre los palestinos era indignación mezclada con una distintiva falta de sorpresa.

Jerusalén es un controvertido lugar de disputa en el llamado proceso de paz israelí-palestino por la simple razón de que el Estado de Israel y el Estado de Palestina la reclaman como su capital. Según el derecho internacional, se considera que Jerusalén oriental es territorio palestino ocupado –Israel capturó la ciudad, antes bajo dominio jordano, durante la Guerra de los Seis Días de 1967– y todas las embajadas en Israel, hasta esta novedad, se ubicaban en Tel Aviv.

Desde hace tiempo, los palestinos que viven en la ciudad han sufrido por discriminación bajo el control israelí. Según la serie titulada «A City for All?» [¿Una ciudad para todos?] producida por el colectiva Visualizing Palestine, para octubre de 2017, 10,000 palestinos nacidos en Jerusalén «no tienen condición legal porque sus padres tienen diferentes cédulas de identidad«. A pesar de ser el 37% de la población actual de Jerusalén, los palestinos solamente han recibido el 10% del presupuesto de la ciudad para sus barrios.

Y entre 2004 y 2016, «685 casas palestinas en Jerusalén oriental han sido demolidas… lo que ha dejado a 2,513 personas sin hogar. Las demoliciones de casas son parte de una política israelí mayor para alterar la demografía y la conformación geoespacial de Jerusalén, que privilegia los asentamientos judíos sobre la población nativa palestina»:

«685 casas palestinas en Jerusalén oriental han sido demolidas entre 2004 y 2016, lo que ha dejado a 2,513 personas sin hogar. Las demoliciones de casas son parte de una política israelí mayor para alterar la demografía y la conformación geoespacial de Jerusalén, que privilegia los asentamientos judíos sobre la población nativa palestina». Leyenda de Visualizing Palestine. Usado con licencia Creative Commons.

Jerusalén es un microcosmos del trato que los palestinos en los territorios. A lo largo de los 50 años de ocupación israelí de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza, grupos de derechos humanos, organizaciones  y Gobiernos internacionales han condenado a Israel por abusos contra los derechos humanos, que van desde muertes ilegítimas y desplazamiento forzado a políticas discriminatorias contra los palestinos.

Con la decisión de la embajada estadounidense, los políticos en todo el mundo expresaron su desaprobación. El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, por ejemplo, declaró que «Jerusalén es una línea roja para los musulmanes«. Pero con los años, las condenas no se han manifestado en cambios concretos, sobre todo cuando grandes sumas de dinero por comercio con Israel han estado en juego.

En cuanto a Estados Unidos, los palestinos han afirmado por mucho tiempo que las políticas del país reflejan un inconfundible sesgo a favor de Israel. A pesar de que Estados Unidos sostiene ser un actor neutral, su registro en Naciones Unidas, donde ha usado su veto en apoyo de Israel varias veces (ver la lista completa de la Biblioteca Virtual Judía), así como la gran cantidad de ayuda y armas que envía a Israel cada año (el paquete más reciente en 2016 llegó a $38,000 millones en el curso de una década), hablan por sí solos.

Es más, es tan común esperar que Estados Unidos use su veto en apoyo de Israel que la decisión del gobierno de Obama en 2016 de abstenerse de usarlo en una resolución de condena a la construcción de Israel de asentamientos en el territorio palestinos –declarada ilegal según el derecho internacional– llegó a los titulares.

‘¿Quién es Estados Unidos para declarar la capital de Israel cuando es tierra palestina?’

Tal vez esto explique por qué, aunque definitivamente indignados, los palestinos que reaccionaron en medios sociales no necesariamente estaban sorprendidos con la decisión estadounidense.

Al momento de escribir el original de este artículo, al menos dos palestinos murieron y otros 200 quedaron heridos en protestas contra la decisión de Jerusalén a través de Jerusalén oriental, la Ribera Occidental y Gaza. Israel lanzó al menos un ataque aéreo contra Gaza, que dejó la menos 25 civiles heridos.

Linah Al Saafin, productora palestina de Al Jazeera, publicó esta imagen del arresto de un muchacho palestino de 14 años por soldados israelíes en Hebrón, Ribera Occidental:

¿Cuántos soldados israelías se necesitan para arrestar a un muchacho palestino de 14 años?
Foto tomada ayer en Hebrón.

Mariam Barghouti, activista y comentarista palestina que fue arrestada a los 20 años por fuerzas israelíes, escribió en un editorial en Al Jazeera que el anuncio de Estados Unidos no ocurrió en el vacío:

It's a culmination of international failure to address Israeli human rights violations, perpetual US support to Israel, the incompetency of Palestinian leadership to achieve any solutions through diplomatic efforts, and more recently the new friendship the US administration is building with some Arab states.

Es la culminación del fracaso internacional de enfrentar las violaciones de derechos humanos israelíes, el perpetuo apoyo estadounidense, la incompetencia del mando palestino de lograr soluciones a través de esfuerzos diplomáticos y más recientemente la nueva amistad que el Gobierno estadounidense está creando con algunos estados árabes.

También denunció la gran atención de parte de los medios tradicionales a la «reacción de los palestinos y los estados árabes» en vez de los derechos de los palestinos que se violan constantemente:

Oigan, el asunto de que Trump haya declarado a Jerusalén como capital de Israel no debería ser el miedo a la reacción de los palestinos y los estados árabes, sino el hecho de que un gobierno internacional ignora una vez más la existencia palestina y el derecho a la autodeterminación.

Barghouti señaló finalmente que en 2017 se cumplen cien años de la Declaración de Balfour, referida a la declaración pública de 1917 emitida por el Gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial de apoyo al establecimiento de un «hogar nacional para los judíos» en Palestina:

Un palestino al que entrevisté me dijo: «¿Quién es Estados Unidos para declarar la capital de Israel cuando es tierra palestina?».

Se cumplen cien años de Balfour con otra manifestación de Donald Trump.

Foto de Mariam Barghouti tomada el 8 de diciembre de 2017. «Siluetas en protesta. Jóvenes enfrentan a fuerzas israelíes cerca del asentamiento Beit El en Ramala contra la declaración de Trump de Jerusalén como capital de Israel». Usada con autorización. Fuente: Instagram,

En una larga publicación, el periodista palestino-sirio Eyad Hamid dijo que trasladar la embajada no será muy diferente pues sería como llevarla de una ciudad ocupada, Jaffa, ahora parte de Tel Aviv-Yafo donde está la actual embajada, a otra, Jerusalén. Acá un breve extracto:

 خلينا نكون صريحين مع حالنا: القدس محتلة متلها متل يافا ونقل السفارة الأمريكية من مدينة فلسطينية محتلة لمدينة فلسطينية تانية محتلة ما لي شايف أنه رح يغير كتير

Seamos honestos: Jerusalén ocupada es como Jaffa y llevar la embajada de Estados Unidos de una ciudad palestina ocupada a otra ciudad palestina ocupada no me parece que sea un gran cambio.

Leen Barghouti, que nació y creció en Jerusalén que se desempeñó como investigadora en la Universidad de Georgetown y actualmente es consultora de la misión palestina en Berlín, vio esto como una prueba más de que al Gobierno israelí con el presidente Benjamin Netanyahu a la cabeza no le interesa la paz:

There are not enough words to describe what on earth happened yesterday to my hometown Jerusalem, however it is clear the Israeli government is not interested in letting go of its domination, suppression and superiority. It is not interested in peace. Netanyahu's idea of peace is Palestinian servitude and submission. The US administration is basically rewarding theft, oppression, repression, violence and humiliation.

No hay suficientes palabras para describir qué ocurrió aye en mi ciudad natal. Jerusalén, aunque es claro que al Gobierno israelí no le interesa dejar su dominación, represión y superioridad. No le interesa la paz. La idea de paz de Netanyahu es la servidumbre y sumisión palestina. El Gobierno de Estados Unidos básicamente recompensa el robo, la opresión, la represión, la violencia y la humillación.

Luego llamó a la unión de los palestinos:

It's time now to unite and fight for our equal civil, cultural, religious and political rights. It's time to break our chains and retake our heritage that was stolen from us, it's time to fight for what is right rather than what is comfortable.

Ahora es momento de unirnos y luchar por la igualdad de nuestros derechos civiles culturales, religiosos y políticos. Es hora de romper nuestras cadenas y retomar el patrimonio que nos robaron, es hora de luchar por lo que es correcto en vez de lo que es cómodo.

El analista palestino Yousef Munayyer dijo que es una situación donde los palestinos salen perdiendo:

Si los palestinos responden al anuncio de Trump con rabia en las calles nos dirán: ya ven que no se puede hacer la paz con estos violentos árabes.
Si no lo hacen así, nos dirán: ya ven, la decisión de Jerusalén fue la correcta.
Ambos están equivocados.

El escritor palestino Budour Hassan dijo que es natural que «un país como Estados Unidos que se ha construido sobre colonización… apoye a otro estado colonizador en Israel»:

Trump es la personificación más honesta de valores compartidos entre Estados Unidos e Israel. Una nación construida sobre limpieza étnica, colonialismo y supremacía blanca siempre ha apoyado el colonialismo y la limpieza étnica en Palestina.

Agregó que la «rabia» oficial por el anuncio no significa nada a menos que haya una acción real en el terreno por parte de los palestinos:

Toda la ‘rabia’ que no esté acompañada por la disolución del régimen de Oslo [en referencia a la Autoridad Palestina establecida por los Acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y la Organización para Liberación Palestina] y el retiro del reconocimiento de la ocupación y la completa liquidación de las negociaciones no es más que un acto vacío y sin significado, y la Autoridad Palestina no hará nada porque su prioridad es preservar sus privilegios.

El Gobierno israelí no ha perdido mucho tiempo desde el anuncio, con 14,000 nuevas unidades inmobiliarias planificadas para Jerusalén, incluidas 4,000 a lo largo de la «Línea Verde», es decir, en el territorio legal del Estado de Palestina:

14,000 nuevas unidades inmobiliarias planificadas para Jerusalén, incluidas 6,000 a lo largo de la «Línea Verde

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