Undertones: Un vistazo al gran escándalo de corrupción en Venezuela

Ilustración del Observatorio de Medios Cívicos

Esta historia forma parte de Undertones, el boletín del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices. Nuestros boletines no suelen ofrecer recomendaciones musicales, pero según Gabriela Mesones Rojo, la canción «De donde vengo», del grupo venezolano La Pagana Trinidad, sería el tema perfecto para esta edición de Undertones. Suscríbete a Undertones aquí.

Hace unas semanas, Mesones quedó sorprendida después de leer la noticia en su cuenta de Twitter. «Normalmente los funcionarios del Gobierno se empeñan en negar los grandes casos de corrupción, como el caso de Odebrecht y el caso de los ‘Papeles de Panamá'», cuenta Mesones. «Pero en esta ocasión lo reconocieron, es la primera vez que sucede algo así. Pensé que debía haber algo detrás».

En absoluto, no era el típico caso de megacorrupción.

A finales de marzo, el gobierno del presidente Nicolás Maduro abrió una serie de investigaciones contra decenas de personas que trabajaban en Petróleos de Venezuela (PDVSA), corporación nacional de petróleo y gas natural de Venezuela, y otras empresas. Actualmente, 61 políticos y funcionarios con altos cargos se encuentran en prisión a la espera de su juicio. Uno de ellos se suicidó un mes después de la detención.

Se les acusa de malversar miles de millones de dólares, la cantidad exacta se desconoce. La prensa informó que la cifra oscilaba entre 2000 y 10 000 millones de dólares. Para verlo desde otra perspectiva, 3000 millones de dólares representan un tercio del presupuesto nacional del país. Un capital bastante útil para un país sumido en una grave crisis económica y humanitaria. Siete millones de venezolanos han huido del país y 20 millones necesitan asistencia vital, según la Comisión Europea.

La noticia no se detuvo: a los pocos días después de las detenciones, uno de los aliados más importantes del presidente Maduro, Tareck El Aissaimi, presentó su renuncia como jefe de PDVSA y ministro de Petróleo. Desde entonces no ha vuelto a aparecer en público.

Hoy abundan las especulaciones sobre qué hay detrás de actividad criminal que tuvo lugar en la empresa más poderosa de Venezuela.

PDVSA: a symbol and a lifeline 

Venezuela has the largest known oil reserves in the world. This has made state oil company PDVSA a cornerstone of Venezuela’s economy, though mining is now gaining importance. PDVSA was, notably, Hugo Chávez’s golden ticket. With oil prices soaring in the 2000s, the company provided the funding for his Bolivarian socialist revolution.

Mesones grew up in Caracas during the golden years of PDVSA in the 1990s and early 2000s. “If you had a job at PDVSA, you had your life all figured out, because you’d have a home and your children go to a nice school. Everyone wanted to work there.” 

PDVSA became increasingly politicized under Chávez, who fired nearly 19,000 employees who went on strike in protest at his policies in 2003. Since then, corruption cases and technical failures have multiplied.

In 2016, the U.S. placed sanctions on the company, and El Aissaimi was de facto tasked with keeping PDVSA afloat. Clandestine oil trading arrangements were developed, especially with Russia, China, and Mexico. The meandering, opaque nature of these arrangements made them ripe for bribery and other forms of corruption.

PDVSA: símbolo y fuente vital de ingresos 

Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo conocidas del mundo. Esto ha convertido a la petrolera estatal PDVSA base de la economía venezolana, aunque ahora la minería está ganando importancia. PDVSA fue, sin lugar a dudas, el billete dorado de Hugo Chávez. Con el alza de los precios del petróleo en la década de 2000, la empresa financió así su revolución socialista bolivariana.

Mesones creció en Caracas durante los mejores años de la empresa PDVSA, en la década de 1990 y a principios de la década de 2000. «Si tenías un trabajo en PDVSA, tenías la vida resuelta, porque tendrías una casa y tus hijos irían a un buen colegio. Todo el mundo quería trabajar ahí».

La empresa PDVSA se politizó cada vez más bajo el mandato de Chávez, quien en 2003 despidió a casi 19 000 empleados que se declararon en huelga como protesta por sus políticas. Desde entonces, se han multiplicado los casos de corrupción y los fallos técnicos.

En 2016, Estados Unidos impuso sanciones a la empresa, y Tareck El Aissaimi se encargó de mantener a la empresa a flote. La empresa comenzó a establecer acuerdos clandestinos de comercio de petróleo, especialmente con Rusia, China y México. La naturaleza irregular y turbia de estos acuerdos dio lugar a la aparición de sobornos y otras formas de corrupción.

¿Qué opinan las personas sobre este caso?

  1. «No hay que culpar a Nicolás Maduro por la corrupción en Venezuela«

En pocas palabras: «Maduro está haciendo un trabajo increíble»

Las «cibertropas» del Gobierno y quienes apoyan a Nicolás Maduro afirman que está combatiendo duramente a la corrupción. Por lo tanto, los casos de corrupción son considerados como casos inusuales en su gobierno, a pesar de todas las pruebas de megacasos de corrupción en los se ha visto involucrada su administración que demuestran lo contrario. Esta información se difundió de forma poco común en Internet, se utilizaron cerca del 97 % de las etiquetas a favor del Gobierno desde una red de cuentas falsas.

En la primera mitad de mayo, el Gobierno mantenía su silencio sobre el caso PDVSA.

Un ejemplo de cómo se difunde esta información en Internet: Nicolás Maduro: «¡Sea quien sea! ¡Caiga quien Caiga!

Lugar de publicación: Twitter
Autor: Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
Contenido: Maduro publicó imágenes de su conferencia de prensa sobre el caso PDVSA y escribió: “¡Pueblo de Venezuela! Lo reitero: Nervios de acero, calma, cordura y máxima conciencia popular. A los corruptos los vamos a castigar con el poder de la justicia y la ley. ¡Sea quien sea! ¡Caiga quien caiga! No permitiremos que se le robe al pueblo”.
Contexto: la Policía Nacional Anticorrupción detuvo a destacados políticos, funcionarios y directivos vinculados a la empresa PDVSA por su presunta implicación en un escándalo de corrupción que, según las estimaciones, supone el robo de un tercio de los ingresos de PDVSA.
Subtexto: Maduro se lava las manos de toda responsabilidad en este megacaso de corrupción. Afirma que sus esfuerzos anticorrupción son totalmente transparentes y que erradicarán la corrupción.
Impacto cívico: cero, porque este artículo lo publicó un importante actor político de Venezuela, pero no aporta nueva información sobre el caso. El contenido presentado no parece ser perjudicial, aparte de que busca desviar la responsabilidad y no ofrece rendición de cuentas.

Ver el análisis completo del artículo aquí.

2. «La corrupción es la base de la dictadura de Maduro«

En pocas palabras: «¡Lo único que hacen es robar!»

Para muchos venezolanos, la corrupción es un hecho cotidiano que va desde los sobornos callejeros hasta los casos masivos y transnacionales. Según Mesones, la gente «satiriza los grandes escándalos de corrupción y critica a quienes se muestran sorprendidos por esas noticias».

En otras palabras, los venezolanos están cansados. Muchos se han vuelto indiferentes y se han desinteresado por la política tras años de intentar cambiar el sistema, sin ningún resultado.

Sin embargo, tanto periodistas como activistas siguen destacando las distintas maneras en que la corrupción forma parte de la política del presidente Maduro. Según la organización anticorrupción Transparencia Internacional (TI), Venezuela ocupa el cuarto lugar en corrupción a nivel mundial, después de Somalia, Siria y Sudán del Sur. Mesones analiza el tuit de TI aquí.

Un ejemplo de cómo se difunde esta información en Internet: «Los problemas de Venezuela no son a causa de las sanciones, sino de la corrupción»

Lugar de publicación: TikTok
Autor: Ana Milagros Parra, científica política de Venezuela
ContenidoParra aprovecha la tendencia de las redes sociales de dar a conocer una opinión mientras se maquillan. Hace referencia al escándalo de la empresa PDVSA y lo utiliza como argumento para apoyar su afirmación de que la corrupción en Venezuela existe desde antes de que se impusieran las sanciones internacionales y que la corrupción tiene un impacto más perjudicial en la población venezolana que las propias sanciones.
Contexto: Son numerosos los países y organismos, como Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Suiza, México y Panamá, que impusieron sanciones a personas vinculadas al gobierno de Nicolás Maduro como respuesta a los disturbios políticos y a las elecciones que tuvo Venezuela entre 2014 y 2018.
Subtexto: Parra sostiene que la corrupción en Venezuela se ha vuelto tan sistemática y generalizada que las sanciones casi no tienen efecto sobre la población.

Impacto cívico:+1 de +3, porque es la opinión de una científica política bien informada, que sin embargo simplifica en exceso la problemática de las sanciones.

Ver el análisis completo del artículo aquí.

3. «El gobierno de Maduro utiliza las acusaciones de corrupción para acabar con cualquier resistencia»

En pocas palabras: «Maduro está jugando un ajedrez político»

Los periodistas venezolanos se preguntan por qué renunció uno de los aliados más cercanos de Maduro, o más bien, por qué Maduro se deshizo de Tareck El Aissaimi. Existen numerosas teorías sobre lo que está ocurriendo tras bambalinas, pero es difícil acceder a pruebas fiables en el contexto en el que se encuentra Venezuela.

Muchos creen que Maduro «guardó silencio sobre el mayor caso de corrupción y lo utilizó como una carta maestra en el momento en que Tareck El Aissami se convirtió en una amenaza», señala Mesones. También tuvo una efectiva campaña de comunicación en torno a esto, agrega — mató a dos pájaros de un tiro.

Otros consideran que Maduro está negociando con Estados Unidos porque tiene la intención de renunciar.

Un ejemplo de cómo se difunde esta información en Internet:  «La caída de El Aissami es una estrategia política«

Lugar de publicación: Twitter
Autor: Ibeyise Pacheco, periodista de Venezuela
Contenido: en un hilo de Twitter, Pacheco asegura que Maduro no tiene interés en luchar en contra de la corrupción, sino que lo utiliza como medio para deshacerse de actores políticos poco confiables. La periodista señala: «Puede ser que el último tuit de Tareck El Aissami en el que anunciaba su renuncia no sirva para calmar la crisis interna entre los principales miembros del Gobierno.
Contexto: la auditoría contra El Aissami está encabezada por dos de las personas más influyentes del círculo íntimo del presidente Maduro, como son Jorge y Delcy Rodríguez, y no por instituciones pertinentes, como el Ministerio de Justicia.
Impacto cívico: cero, porque a pesar de ser una periodista con credibilidad, Pacheco aporta escasas o ninguna prueba concreta de sus afirmaciones.

Ver el análisis completo del artículo aquí.

Esta noticia se realiza a través del Community CMO, nuevo proyecto del Observatorio de Medios Cívicos, que trabaja con nuestra amplia comunidad. Si quieres saber más o formar parte de él, puedes ponerte en contacto con nosotros o unirte a nuestro próximo curso de metodología abierta a las 11 AM UTC del 12 de mayo de 2023.

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