Antes de las elecciones presidenciales, Rusia reescribe la historia y promueve el nacionalismo en las escuelas

Captura de pantalla de un video mostrando en una clase de Conversaciones importantes en Rusia, de YouTube. Uso legal.

Destacados personalidades, educadores, y autoridades de las repúblicas del norte del Cáucaso expresaron su descontento frente al nuevo libro de historia, que perciben como sesgado. Por primera vez, activistas cívicos y autoridades regionales están mostrando las mismas preocupaciones. Según reportó Radio Liberty, los detractores argumentan que el libro pinta una imagen favorable del líder soviético Joseph Stalin y perpetúa conceptos erróneos sobre los grupos étnicos que fueron víctimas durante su gobierno.

Durante una visita reciente a Karacháyevo-Cherkesia, el ministro de Educación ruso, Sergei Kravtsov, reconoció las preocupaciones y se comprometió a modificar las secciones controvertidas del libro, según informó el líder regional Rashid Temrezov el 23 de septiembre, a través de su canal de Telegram.

El controversial libro de texto ha sido criticado por minimizar el papel de Stalin en la eliminación forzada de varios grupos étnicos, como chechenos, karachevos,  ingusetios, balkarios, calmucos, turcos mesejetios y tártaros de Crimea, entre otros. Estos grupos fueron reubicados a la fuerza bajo el pretexto de una supuesta colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Esto resultó en un gran desastre demográfico, que causó la muerte de cientos de miles de personas de estas comunidades. Sin embargo, en el libro de texto solo se mencionan brevemente estos temas, repiten las acusaciones de Stalin de traición e insinúan que las deportaciones se basaban en evidencia legítima de colusión con el enemigo.

Esta es solo una de las tendencias de reescribir la historia y promocionar el nacionalismo ruso entre los avances más recientes del sistema educativo del país.

Reescribir la historia

El 1 de septiembre de 2024, los escolares rusos desde quinto a noveno grado recogieron sus libros de ciencias sociales para encontrar una narrativa autorizada y revisada de la historia. Los estudiantes de décimo y undécimo grado ya están utilizando los libros nuevos como parte de programa escolar de este año. Este libro explica y justifica las razones del presidente Vladimir Putin para la invasión de Ucrania. Está citado en el libro con la frase que conocerán quienes estén al tanto de sus dichos sobre la “Operación Militar Especial”: “No somos nosotros quienes empezamos esta guerra, somos quienes tratamos de terminarla”. Radio Liberty destaca que el texto del libro refleja las declaraciones de Putin. Estas incluyen mentiras deliberadas de que Ucrania está dominada por ideologías “ultranacionalistas” y “neonazis”, que el poder de Occidente tiene influencia sobre Kiev con la intención de fragmentar Rusia y explotar sus recursos, que los asesores de la OTAN alentaron a Kiev a tomar acción contra Dombás en 2020, que existen plantas de investigación biológicas estadounidenses encubiertas en Ucrania y que Kiev busca activamente adquirir armas nucleares, entre otras falsas afirmaciones.

Los detractores del libro hicieron notar acertadamente que Occidente está pintado como el enemigo histórico de Rusia, como la raíz de todos sus problemas, y como el catalizador de todos sus conflictos. Además, se redujo significativamente el alcance de la represión de Stalin, lo que revierte las últimas décadas de lenta reconciliación con un pasado sangriento y brutal. El objetivo del libro de texto es claro: al unificar la imagen colectiva de una historia rusa glorificada, el Kremlin busca aumentar el patriotismo y el orgullo nacional en la juventud.

El nacionalismo se filtra en cada brecha de la vida en Rusia, incluso en las escuelas. Putin ve al sistema educativo como una forma de controlar a la juventud y conseguir apoyo. Es más, ha elegido hacer de 2023 el “Año del Pedagogo“.

Esta decisión aparece en una cada vez más patriótica sucesión de años temáticos: 2020 fue el “Año de Conmemoración a los Soldados de la Gran Guerra Patriótica”, 2021 fue el “Año de la Unidad Nacional” y 2022 fue el “Año de la Memoria Histórica”. Aunque puede parecer fuera de lugar al principio, el Año del Pedagogo encaja perfectamente; después de todo, Putin empuña al sistema educativo como arma para hacer propaganda. El Kremlin ha considerado la importancia de formar la mente de los rusos desde cero desde hace algunos años. Un documento de seguridad nacional de 2021 contiene una sección sobre la “protección de los valores tradiciones rusos espirituales y morales, su cultura y su legado histórico”. Para hacer frente a los supuestos “intentos de falsificar la historia del mundo y Rusia“, el Gobierno ordenó un ajuste deliberado del sistema educativo. Un año después, Putin firmó un decreto que declaraba a 2023 el Año del Pedagogo.

Aumenta el nacionalismo en las aulas

Desde 2022, todas las escuelas rusas sometieron a sus alumnos a una serie de lecciones llamadas “Conversaciones importantes”, que se llevaron a cabo semanalmente. El ministro de Educación, Sergei Kravtsov, dijo que “no dejaremos que los estudiantes luchen contra esta campaña de desinformación solos”. Estas lecciones tenían como objetivo discutir hechos actuales, como la “Operación Militar Especial”, y promover el patriotismo en los jóvenes. Desde el 1 de septiembre de ese año, cada semana empezaba con el canto del himno nacional y el izado de la bandera. El Gobierno destinó alrededor de un mil millones de rublos (aproximadamente diez millones de dólares) para equipar a las escuelas con “símbolos nacionales”, es decir, con banderas y escudos de armas.

El programa escolar está estructurado para plantar directamente algunas ideas patriotas en la mente de los estudiantes y para construir de forma sutil una base sobre la que puedan florecer un sentir de orgullo nacional. El 18 de septiembre, los maestros de todos los grados siguieron el programa específico para el tema “Rusia – nuestra tierra”.

Captura de un video mostrado en una clase de Conversaciones importantes en Rusia, de YouTube. Uso autorizado. En el texto se lee «las elecciones significan que nos importa nuestro futuro».

Estudiantes de seis y siete años ven un video con imágenes de la naturaleza típica de Rusia, con la voz de un entusiasta narrador ruso que se proyecta en cada aula de la nación: “No se puede permanecer indiferente a la naturaleza de nuestro país, Rusia es bella y diversa”.

El objetivo de estas tácticas más sutiles se vuelve más evidente en las Conversaciones Importantes sobre el mismo tema en tercer y cuarto grados. En esos casos, el mismo narrador de un video similar hace una conexión directa entre el mundo natural y el patriotismo. Lee poesía de Sergei Yesenin, reconocido compositor por sus representaciones de la naturaleza rusa, y alienta a los estudiantes a explorar el rol del arte y la escritura en la provocación de un sentir de orgullo por Rusia.

Dentro de los temas de discusión en las Conversaciones Importantes está el “Día de Unidad Nacional”, el “Día de la Reunificación de Crimea con Rusia”, el “Día de las Fuerzas Especiales rusas” y los “Símbolos rusos”. Uno de los temas añadidos recientemente fue el “Sistema de votación ruso”, preparado en el momento que empieza a acelerarse la campaña de reelección de Putin. Las discusiones en este caso apuntan a informar a los jóvenes rusos acerca de la importancia de las elecciones democráticas y elegir líderes que representen los intereses del pueblo, a pesar de que este sea históricamente lo opuesto al caso del Kremlin de Putin.

Aunque muchos observadores aún dudan en llamar a la sociedad rusa “fascista” por el poco nivel de apoyo popular y la ausencia de una ideología clara, la propaganda nacionalista en las escuelas puede llevar pronto a este desalentador cambio.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.