¿El sargazo que arrasa las playas de Tobago podría ser una oportunidad?

Sargazo. Foto de Mark Yokoyama en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

Este artículo de Sean McCoon apareció por primera vez en Cari-Bois News. Global Voices publica una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir contenido.

Varias playas de la isla de Tobago vuelven a ser irreconocibles debido a la llegada a sus orillas de grandes cúmulos de algas sargazos, como subrayaron recientemente científicos del Instituto de Asuntos Marinos (IMA, por su nombre en inglés) de Trinidad y Tobago, que habían ido a Tobago para realizar tareas de seguimiento.

En sus redes sociales, el IMA anunció que su equipo había «visto que cantidades significativas de sargazos» se estaban acumulando en las orillas de Little Rockly Bay, en la costa atlántica de la isla, donde el impacto de las macroalgas marrones se nota con más fuerza.

El problema de los sargazos se ha convertido en una crisis estacional para muchas islas caribeñas que dependen del turismo, y la gente empieza a preguntarse por el origen de este fenómeno: ¿por qué sucede? ¿Se puede detener? ¿Tienen alguna utilidad las algas sargazos? Las respuestas pueden resultar sorprendentes.

¿Qué es exactamente el sargazo?

Como indica su nombre, el sargazo viene del mar de los Sargazos, área geográfica cálida y de gran importancia ecológica ubicada entre la zona media y norte del océano Atlántico.

Sargazos en una playa de Speyside (Tobago), 12 de abril de 2021. Mezclados con las algas se pueden ver fragmentos de residuos plásticos. Foto de Sean McCoon, usada con autorización.

El sargazo es un tipo de alga marina marrón que flota libremente, sin fijarse nunca al fondo marino, y que sirve de refugio a especies migratorias. Mientras los demás mares del mundo cuentan con fronteras terrestres, al menos en parte, el mar de los Sargazos solo limita con corrientes marinas que dan a las algas sus características nómadas. Su reciente proliferación se atribuye al aumento de la temperatura del océano debida al cambio climático.

El sargazo es un hábitat esencial para unas 120 especies de peces y más de 120 especies de invertebrados: es un valioso paraíso similar a un criadero que ofrece refugio y comida a especies en peligro como las tortugas marinas, y a peces que están muy cotizados comercialmente, como el atún.

En la actual acumulación de sargazos se distinguen dos especies: el sargazo natans y el sargazo fluitans, que son prácticamente ecosistemas en sí mismos. Además, gracias a su estructura en forma de masa enmarañada, los sargazos también tienden a acumular desechos marinos como el plástico, lo que aumenta las probabilidades de que los peces y demás organismos que viven allí los ingieran y mueran.

Debido a su temperatura y a los muchos nutrientes que contiene, el agua salada crea condiciones ideales para la reproducción asexual por fragmentación. Cuando debido a algún factor externo (como el viento, las olas, los animales o los barcos), las masas flotantes de sargazos se rompen, los pequeños pedazos resultantes no tardan en aumentar de tamaño. Si las condiciones son adecuadas, los fragmentos de sargazos pueden tener una extensión de kilómetros.

Los cúmulos de sargazos pueden desprender un peculiar olor acre, resultado de su constante interacción con la sal y los microorganismos que van recogiendo en su camino. Incluso algunas de las playas más remotas de Tobago, como Speyside, popular zona de buceo situada en el norte de la isla, han sido sitiadas por las algas «apestosas».

Llegada de los sargazos y sus efectos

Esta presencia evidente de sargazos en las regiones costeras y en las playas locales es un inconveniente, para Tobago y para el Caribe en general. Pescadores, operadores turísticos, propietarios de negocios costeros y sectores que dependen del turismo se quejan de que supone un obstáculo para su oferta de productos y servicios.

La Dirección de Gestión Ambiental de Tobago (TEMA, por su nombre en inglés) ha señalado que las grandes masas de sargazos que han llegado a las costas de la isla son un grave riesgo para las embarcaciones y para quienes se ganan la vida con el mar, e incluso para los visitantes que solo quieren disfrutar de las playas.

Sargazos en las aguas que rodean Scarborough, capital de Tobago, 14 de abril de 2021. Foto de Sean McCoon, usada con autorización.

Los pilotos de embarcaciones suelen tener dificultades para maniobrar en los sargazos. La limpieza de acumulaciones tan grandes de algas en las costas en una tarea muy laboriosa, que requiere mano de obra y herramientas de extracción y procedimientos especializados.

Es posible que la percepción mayoritaria sea que los sargazos son una molestia, pero entre sus tentáculos se esconden oportunidades para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID).

Con una investigación adecuada, fuerza de voluntad y trabajo duro, estas algas pueden impulsar las economías regionales y crear industrias totalmente nuevas. Entonces, ¿qué harán los países caribeños la próxima vez que haya una invasión de sargazos?

Convertir una «plaga» en algo beneficioso

La solución está en encontrar formas innovadoras de hacer rentable el sargazo, que tiene un gran potencial como biocombustible, es decir, como una fuente de energía producida a partir de procedimientos biológicos, como la agricultura y la digestión anaeróbica, en vez de procesos geológicos que se usan para extraer combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo.

A medida que en todo el mundo se explora el uso de nuevos combustibles, más sostenibles, hay lugar para nuevos tipos de energía renovable y para modos de pensar y hacer “verdes”. Si los Gobiernos caribeños pueden colaborar con entes privados para invertir en esta oportunidad tras la pandemia, es posible que la región haya encontrado una llave que le abra las puertas del desarrollo sostenible y del crecimiento económico. Los sargazos llegan a las playas caribeñas año tras año, ¿por qué no aprovecharlos al máximo?

Sargazos en la playa de Lambeau (Tobago), 18 de abril de 2021. Foto de Sean McCoon, usada con autorización.

Oportunidades para industrias ya existentes

Los sargazos absorben, almacenan y transportan cantidades significativas de sal marina; también son ricos en nutrientes. La idea de usar sargazos como fertilizante no es nueva: los agricultores de la región llevan tiempo trasladándose a las zonas costeras para recolectar algas a pequeña escala con el fin de incrementar su producción agrícola de forma natural.

Otra posibilidad que la región tiene a su alcance es la extracción acuática o «en alta mar». Consiste en establecer zonas marinas, que estén a una distancia suficiente de la costa, para recolectar masas de sargazos; eso impide que lleguen a la orilla y supone un ahorro de recursos que se necesitan para las labores de limpieza.

Es posible acumular los sargazos, y plásticos y otros desechos perjudiciales, con una barrera de contención flotante hecha a medida, para luego recolectarlos con barcos y reutilizarlos o reciclarlos de forma ecológica. Si la construcción y la puesta en funcionamiento de la barrera de contención se hace de una forma adecuada, las tortugas y otros animales marinos no se verían afectados.

Estas iniciativas para controlar los sargazos tienen grandes ventajas de las que pueden disfrutar las economías caribeñas, y también la población local y los visitantes, que tienen la posibilidad de gozar de los sencillos placeres de la vida en las islas.

Sean McCoon es el encargado de la administración y la comunicación de Environment Tobago, ONG que se ocupa de la defensa, la educación y conocimiento ambiental en la isla.

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