En Yemen, la guerra, la mala gestión y el cambio climático son causantes de escasez de agua

Captura de pantalla de una niña rodeada de contenedores vacíos. Imagen tomada de un video de Positive Yemen.

Yemen, escenario de una de las peores crisis humanitarias del mundo, enfrenta una grave crisis de agua: 16 millones de personas no tienen acceso a agua limpia en el país, según UNICEF.

«¿Qué es peor que no tener el derecho humano más básico, agua?», pregunta Shoushou, joven activista de la capital, Saná, en una conversación con Global Voices.

Saná está entre las diez ciudades donde el agua es más escasa en el mundo y está en riesgo de quedarse sin agua dentro de pocos años. Los yemeníes usan 95 % menos agua que el promedio de habitantes de Estados Unidos.

Tres años de guerra sin duda han afectado las fuentes de agua, puesto que reservorios y tuberías han sido blanco de ataques. En febrero de 2016, se informó que aviones sauditas habían bombardeado y destruido un reservorio que suministraba agua potable para 30 000 yemeníes. Fue poco después del bombardeo de un importante planta de desalinización en la ciudad de Moca, presuntamente también por la coalición liderada por Arabia Saudita.

Sin embargo, la mala gestión también ayuda a explicar la situación, que es cada vez peor. La perforación para buscar la limitada agua subterránea ha sido la norma desde hace tiempo para el Gobierno yemení, y es poco probable que las autoridades implementen estrategias más sostenibles mientras la guerra persista.

«Culpo al Gobierno por no gestionar ni supervisar la crisis del agua. A nadie le importa el pueblo», dice Shoushou a Global Voices.

Mientras el agua subterránea está casi totalmente agotada, el clima de Yemen parece que se pone cada vez más seco. en 2009, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) previó que Yemen podría ser el primer país del mundo en agotar totalmente sus recursos de agua subterránea.

El agua es muy costosa en país, los ciudadanos comunes y corrientes pagan hasta 30 % de sus ingresos para tener suministro de agua en su casa. Es la mayor tasa del mundo.

Mientras la crisis se agrava, los combatientes usan el recurso como arma. Las fuerzas hutíes y las que cuentan con el respaldo saudita han bloqueado reiteradamente los repartos de ayuda humanitaria que consiste en alimento y agua, lo que deja a muchos yemeníes sin más opción que almacenar todo el agua que puedan, la mayoría de veces en condiciones insalubres.

Transportar agua también es un desafío en Yemen. La responsabilidad de juntar agua, cuando las fuentes están ubicadas lejos de los asentamientos humanos, tiende a recaer en mujeres y niñas. El largo viaje las deja expuestas a acoso sexual. Se arriesgan a ahogarse en los reservorios abiertos de agua o de sufrir abortos espontáneos causados por llevar pesados recipientes.

A menudo, las muchachas que no pueden cargar mucho peso deben hacer más de un viaje. La tarea les puede tomar todo el día, y dejan de asistir a la escuela.

Brotes de cólera

El inadecuado almacenamiento de agua ha pfrovocado una epidemia de cólera en Yemen, la mayor y de más rápida difusión que se tenga registrada. Se han registrado más de 1.1 millones de casos sospechosos de cólera desde abril de 2017, con más de 2300 muertes asociadas.

Se presume que uno de cada 62 yemeníes tiene cólera. Muchos son niños menores de siete años. Se informa que los hospitales reciben entre 60 y 70 casos sospechosos cada día.

La Organización Mundial de la Salud advierte que es posible un tercer brote de cólera después de otros dos grandes en años recientes.

Afortunadamente, tratar el cólera es relativamente fácil, con una combinación de antibióticos y fluidos intravenosos que suelen bastar para revertir hasta los casos más severos. Pero el tratamiento debe empezar poco después de los primeros síntomas, o puede ser fatal.

El acceso deficiente a atención de salud plantea un desafío para el tratamiento: en 2017, casi 17 millones de personas en Yemen no tenían acceso a servicios de salud básicos. Solamente el 45 % de las instalaciones de salud del país siguen funcionando.

A pesar de los esfuezos de programas internacionales de derechos humanos, como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, esta escasez deja a muchos yemeníes sin tratamiento. Los ataques aéreos de agosto de 2018 mataron a docenas de yemeníes y también afectó al hospital Al Thawra en Hudaydah.

Extendemos las condolencias al pueblo de Yemen por el ataque el hospital Al-Thawra en Hudaydah. Los estimados estimados iniciales son 14 muertos y 30 heridos (estos números pueden aumentar a medida que la situación evolucione).

El hospital tiene en promedio 50 000 consultas al mes y es un centro importante para tratamiento del cólera. Tras el ataque, los casos de cólera en Hodeidah aumentaron casi en un tercio.

Proyecto de base

Project #سقيا_1000‬⁩ tiene como objetivo suministrar agua gratis a quienes más la necesitan. Se inició en noviembre de 2017, y su meta es llenar mil tanques de agua en la capital, Saná, y sus alrededores. Llegaron a su meta en febrero de 2018. Actualmente, el proyecto beneficia a 6194 familias o 39 789 personas.

Los activistas también instalan reservorios nuevos y ofrecen limpieza y mantenimiento periódico a tanques nuevos y existentes. Hasta ahora, han instalado 14 tanques nuevos, y han llenado 74 y ayudado a mantener 21 tanques ya existentes. Todo el proyecto se basa en donaciones de personas de Yemen y el extranjero. Es su única fuente de financiamiento.

Omar Mohamad, activista yemení que participa en el proyecto, dijo a Global Voices:

The project started on social media. We got the support of people from inside and outside Yemen. Their support was the main reason we were able to succeed.  We did not receive support from any political party. Alhamdulillah, we reached our goal in February 2018. After that, the movement turned into a project that regularly ensures reservoirs are filled. In the first half of this year, the project was working perfectly and according to the plan. But recently there’s a lack of support, and the shortage is increasing day by day. Therefore we seek alternative sources from traders or donors to support the project.

El proyecto se inició en los medios sociales. Recibimos el apoyo de personas dentro y fuera de Yemen. Este apoyo fue la principal razón por la que pudimos lograrlo. No recibimos financiamiento de ningún partido político. Alabado sea Dios, llegamos a nuestro objetivo en febrero de 2018. Después de eso, el movimiento pasó a ser un proyecto que garantiza frecuentemente que se llenen los reservorios. En la primera mitad de este año, el proyecto funcionaba perfectamente y según lo planeado. Pero recientemente, no hay apoyo y la escasez aumenta día con día. Por lo tanto, buscamos fuentes alternativas de comerciantes o donantes que financien el proyecto.

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