Queer como alegría significativa

Desfile del orgullo en Puerto España, Trinidad el 31 de julio de 2019. Foto de Maria Nunes. Usada con autorización.

Esta es una versión editada de un breve ensayo publicado en Facebook por la poeta trinitense Shivanee Ramlochan, con ocasión del segundo año de celebraciones públicas del Orgullo en Trinidad y Tobago.

Orgullo en las sábanas arrugadas por el peso de la amante que es tu otro yo. Orgullo en la sala de juntas con ligueros de lavanda lamidos con volantes debajo de tu traje afilado y afilado. Orgullo en el látigo enrollado como una serpiente dormida al lado de tu libro de himnos, anidado en el cajón de tu mejor ropa interior para ir a la iglesia. Orgullo en el estacionamiento del quinto piso del rascacielos de Puerto España, después de la costosa cena, antes del regreso a casa, saboreando lo que has comido, suaves gracias en tu garganta por el hombre que pasó entre tus labios y te llamó buena, buena comida.

Desfile del orgullo en Puerto España, Trinidad el 31 de julio de 2019. Foto de Maria Nunes. Usada con autorización.

Orgullosa de no esconderte, agitando un cartel, el fondo heredado de generaciones de burbujeantes tías de Black Rock, una banderita de arcoíris refulge en tu mejilla, por desvanecerte y besar. Orgullosa de estar ahí, enroscada en la cama, presenciando la revolución transmitida en vivo, tomada la mano de tu novia, dos torres de manga enmarcan tu computadora rosada, el estuche rosado enjoyado en «Las vidas trans importan» y «Apoya a tus hermanas, no solamente al císter». Orgullosa de respirar si te quedas en las protestas o blogueas al respecto, si pones tu cuerpo en la línea o tu voz en el hilo de tuits, recitando.

Desfile del orgullo en Puerto España, Trinidad el 31 de julio de 2019. Foto de Maria Nunes. Usada con autorización.

El orgullo es bello. Y es político. Y surge de una historia sangrienta, amotinada, de las raíces de una comprensión radical de que la aceptación no era el único objetivo por el cual esforzarse, al menos no aceptación del «ven a Cristo», de la corporación, de la oligarquía, del evangélico, de la élite. Y si tu cuerpo era visible en el desfile o no, existir así es su propio desafío impresionante de las estatutas de odio sin procesar. Estás vivo. Todas las células en ti, incandescentemente gais. Irrepresiblemente lesbiana. Destacadamente bisexual. Terriblemente transgénero, Indisputablemente intersexual. A pesar de la basura social, no binaria. Queer como alegría significativa.

Desfile del orgullo en Puerto España, Trinidad el 31 de julio de 2019. Foto de Maria Nunes. Usada con autorización.

¿Ves? Ese es un desfile. Tú eres un desfile. Eliges estar ahí, como estás, en tus propios términos, en tu propia piel, existente. Respirando. Con el puño en alto o la mano cerrada. Ateo o acólito. Devoto o indisciplinado. Has sobrevivido a algo antiguo y retorcido y tóxico, algo que te ha querido o algo que tú, muerto, convertido o desmantelado en nuestro momento de regresar a la antigüedad.

Mereces estar orgulloso de ti, de tu rara belleza revoltosa. Adelante, date un hurra enorme y estruendoso.

La colección de poesía de Shivanee Ramlochan de 2017, Everyone Knows I Am a Haunting, fue seleccionada para el premio Felix Dennis 2018 como mejor primera colección.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.