En una reunión gubernamental hace tres años, el presidente Ilham Aliyed prometió abordar el creciente problema de la escasez de agua del país. Aliyed declaró en 2020: “A partir de ahora, el agua potable y los proyectos de regadío figurarán en nuestra agenda como los asuntos más importantes. El principal objetivo de la reunión de hoy es eliminar los errores y las deficiencias existentes en este rubro en los próximos años”. Ese mismo año, el presidente firmó un plan de acción para garantizar el uso eficaz de los recursos hídricos entre 2020 y 2022. En la actualidad, el problema, agravado por un exceso de agricultura, un gran número de embalses, sequías, contaminación y constante gestión inadecuada, está lejos de resolverse. La difícil situación de los habitantes del distrito de Saatli es solo uno de los ejemplos recientes que demuestran la falta de soluciones viables.
Desde el 13 de marzo, los habitantes de al menos tres pueblos de Saatli han llevado sus demandas a las calles para conseguir acceso estable al agua. Tras numerosos intentos de ponerse en contacto con funcionarios e instituciones estatales pertinentes, no les quedó otra alternativa. Después de que los habitantes bloquearon las calles, la Policía hizo uso de la fuerza y la violencia para dispersar a la multitud. Los medios locales informaron de personas heridas como consecuencia de la intervención violenta de los policías, como el joven de 15 años que recibió un impacto de bala de goma.
#Azerbaijan 🇦🇿: reports today that three people were injured in the Saatli district after police forces opened fire on a protesting crowd.
Locals were said to be blocking to road, demanding an end to a local shortage of drinking water.
Via @MeydanTV pic.twitter.com/vilfFsPehP
— Thomas van Linge (@ThomasVLinge) March 13, 2023
Azerbaiyán 🇦🇿: tres personas han resultado heridas en el distrito de Saatli después de que la Policía abrió fuego contra una multitud que protestaba.
Se dice que los lugareños estaban bloqueando la carretera para exigir el fin de la escasez local del agua potable.
A través de Meydan TV.
Al menos un activista, Elvin Mustafayev, fue sentenciado a 25 días de prisión preventiva por exponer en las redes sociales los problemas que enfrentan los lugareños. Aunque oficialmente Mustafayev fue acusado de vandalismo menor y desobediencia a la Policía de Saatli, sus amigos dicen que los cargos son represalias por las críticas del activista.
Por otro lado, los habitantes afirman que la grave escasez de agua ha afectado a sus medios de sustento. Como la mayoría de los pobladores viven de la agricultura, la escasez afecta al agua potable y a la que se utiliza para el riego. Por lo tanto, desde hace años compran agua potable a un pueblo cercano. En declaraciones a Meydan TV, un vecino se quejó de los costos que conlleva comprar agua potable con regularidad. “Compramos a los abastecedores de agua. ¿Sabes lo que eso significa cuando el desempleo es altísimo y los medios de sustento son difíciles de conseguir? El agua comprada alcanza para diez días y eso solo si ahorras. Cuesta 20 manats (11,70 dólares estadounidenses) y nosotros pagamos al menos 60 manats (36 dólares estadounidenses) al mes por agua potable”, explicó Rashad Guliyev, que vive en uno de los pueblos.
La principal fuente de agua de Azerbaiyán son los ríos Kura y Araz, que se han visto afectados por la escasez durante mucho tiempo, lo que representa un problema para los habitantes. Según un informe de Eurasianet, “el río Kura, que fluye desde Turquía a través de Georgia y Azerbaiyán hasta el mar Caspio, se ha ido reduciendo en parte debido a una excesiva actividad agrícola”, mientras que la disminución del caudal del río Araz “se ha visto agravada por un gran número de embalses que extraen agua”.
Los habitantes de Saatli mencionan que el agua a la que pueden acceder es perjudicial para el suelo y puede dejarlo infértil. Los agricultores de estas zonas se enfrentan a la difícil disyuntiva de utilizar aguas residuales o salobres para la agricultura, aunque ninguna es buena para el suelo.
Sin embargo, los habitantes también afirman que la escasez es intencionada. En declaraciones al servicio de la BBC en Azerbaiyán, un habitante comentó que el agua se redirige a los funcionarios del Gobierno que tienen tierras y no a los pueblos en cuestión. “Puedes ir y verlo tú mismo. El agua es abundante y los funcionarios de Bakú cortan intencionalmente el suministro de agua a estas personas”, explicó Vahid Maharramli, experto en agricultura que confirmó las acusaciones de los lugareños.
En una entrevista realizada por Meydan TV, Maharramli declaró que, durante su visita a Saatli, vio un canal lleno de agua. Cuando les preguntó a los lugareños por qué no podían utilizar el agua, le dijeron que era porque el agua estaba en manos del gerente de Paşa Holding, enorme conglomerado azerbaiyano. “Los lugareños dijeron que cada vez que trataban de acercarse al canal, la Policía ubicada en la zona intervenía. Allí hay suficiente agua para resolver los problemas de varias regiones. Hay muchos ejemplos de este tipo, casi en todas las regiones”, señaló Maharramli. Paşa Holding pertenece a los miembros de la familia gobernante y es un “conglomerado con intereses en la actividad bancaria, y en construcción, seguros, viajes e inversiones”, indican las investigaciones del Proyecto de denuncia de la Corrupción y el Crimen Organizado (OCCRP, por su nombre en inglés). Su jefe es el suegro del presidente Ilham Aliyev, Arif Paşayev. Entre los accionistas de Paşa Holding están las hijas del presidente, Arzu y Leyla Aliyeva.
“Si se tratara de una persona normal, quizás podríamos quejarnos con los funcionarios locales”, expresó un vecino en entrevista con Meydan TV. “Todos tienen miedo de decir algo porque temen terminar detenidos. Lo único que queremos es agua”, mencionó otro habitante. “Mienten diciendo que no hay agua. Hay agua, simplemente no nos la dan”, explicó otro residente local, quien añadió que sus tierras de cultivo ya habían sufrido las consecuencias de la escasez de agua. Intentaron sin éxito contactar reiteradamente a las autoridades locales, según informa Azadliq Radio, servicio de Azerbaiyán para Radio Liberty.
Expertos como Maharramli llevan años advirtiendo al Estado de la inminente escasez de agua que puede sufrir el país, pero el Estado ha prestado poca atención. Además, existen otros problemas, indica el experto en agricultura Shahin Najafov. En entrevista con Azadliq Radio, Najafov explicó que el problema también se deriva del aumento de tierras cultivadas de forma artificial, y de una inadecuada estrategia de cultivo. En un país donde falta agua y un alto riesgo de sequía, el cultivo de algodón, muy común en Azerbaiyán, es improductivo, ya que el algodón requiere importantes cantidades de agua, explicó Najafov. Organizaciones internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo también ha advertido que, si no se toman medidas drásticas, Azerbaiyán podría perder otro 23 % de sus recursos hídricos en 2050. De acuerdo con la clasificación del Instituto de Recursos Mundiales denominado Atlas de estrés hídrico Aqueduct, Azerbaiyán está entre los países con un nivel de estrés hídrico “extremadamente alto” en las proyecciones para 2020, 2030 y 2040.
A pesar de las importantes inversiones en infraestructuras y mejoras en el acceso al suministro de agua, “la calidad de estos servicios se ve afectada por una gestión poco eficaz de los activos, una gobernabilidad corporativa débil, un funcionamiento inadecuado, sistemas de facturación deficientes y bajos índices de recaudación”, escriben los autores de un artículo del blog del Banco Mundial.
El 30 de marzo se creó la Agencia Estatal de Recursos Hídricos de Azerbaiyán. Sin embargo, expertos afirman que muchas de las medidas son insuficientes. En entrevista a Azadliq Radio, el economista Rovshan Agayev señaló que, aunque la nueva agencia estatal cuenta con un gran conjunto de competencias, como extracción, procesamiento, transporte y abastecimiento, en su lugar debería hacerse lo contrario. Centralizar toda la red de mejora y agua potable en una sola institución no es útil. En vez de eso, las responsabilidades deberían repartirse entre las instituciones estatales pertinentes. “El Ministerio de Agricultura debería encargarse de comprar el agua y distribuirla a los agricultores. El suministro de agua potable debería encomendarse a los municipios o a inversores privados sobre una base determinada”, explicó Agayev.
Por otra parte, mientras los expertos expresan su preocupación por el retraso de las medidas estatales para abordar el problema de la escasez de agua en el país, es la población local, especialmente los agricultores, la paga un alto precio, lo que implica enfrentar balas de goma y la violencia policial.