Negociaciones para adhesión de Moldavia a la Unión Europea podrían comenzar este año

Captura de pantalla del canal de DW en YouTube

La versión original de este artículo se publicó en NewsMaker. Esta versión editada se ha traducido y se publica en Global Voices en virtud de un acuerdo de asociación de contenidos.

El 1 de junio se celebró en Moldavia la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea, acontecimiento de una magnitud y trascendencia política sin precedentes en la historia de la República de Moldavia. La cumbre se celebró en el castillo de las bodegas Mimi, en Bulboaca, a 20 kilómetros de la conflictiva Ucrania y a 10 kilómetros de la región no reconocida de Transnistria.

La cumbre comenzó con la llegada de 48 líderes europeos, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Los líderes de Turquía y San Marino no asistieron a la cumbre.

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, dio una calurosa bienvenida a todos los participantes en la Cumbre y expresó su orgullo por reunir a representantes de todo el continente. El orden del día abordó numerosos temas, con especial atención a Ucrania y el restablecimiento de la paz en medio de la agresión rusa. Los debates giraron también en torno a la seguridad, la energía y el desarrollo económico en beneficio de los ciudadanos.

Sandu destacó el objetivo de Moldavia de preparar al país para su adhesión a la Unión Europea a finales de esta década. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que llegó en secreto por razones de seguridad, expresó su gratitud al pueblo moldavo por su hospitalidad y destacó las conversaciones sobre infraestructuras, proyectos importantes y su futuro común en la Unión Europea.

El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, hizo una impactante declaración antes de la cumbre, sugirió que Moldavia podría convertirse potencialmente en miembro de la Unión Europea a pesar del conflicto no resuelto de Transnistria. Borrell se refirió al caso de Chipre, que ingresó al organismo a pesar de los problemas territoriales, e indicó que Moldavia podría seguir un camino similar.

Un importante tema de debate durante la cumbre fue el establecimiento de una coalición para adquirir y entregar sistemas de misiles antiaéreos Patriot, así como el suministro de cazas F-16 a Ucrania. El presidente Zelensky destacó la urgencia de obtener aviones de combate para la protección del espacio aéreo ucraniano, destacando el papel de Estados Unidos en el suministro de F-16.

El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, expresó el continuo apoyo de Europa a Ucrania para contrarrestar la agresión rusa. Estableció paralelismos entre la situación en Ucrania y la ocupación de partes de Moldavia por Rusia, afirmó que la presencia de líderes de unos 40 países en la cumbre demostraba su solidaridad. La prestación de ayuda a Ucrania, incluidos aviones de combate F-16 y la ampliación de la coalición Patriot, fue uno de los temas clave del orden del día.

El acuerdo de Transdniéster [región de la República de Moldavia en la que estalló una guerra civil por su situación en marzo de 1992, como parte del acuerdo de alto el fuego, una Comisión Mixta de Control tripartita (Rusia, Moldavia y Transnistria) supervisa las medidas de seguridad en la zona desmilitarizada. Aunque el alto el fuego se ha mantenido, la situación política del territorio sigue sin resolverse: Transnistria es una república presidencial independiente de facto no reconocida] también ocupó un lugar destacado durante la cumbre. La presidenta Sandu subrayó que Moldavia estaba activamente comprometida con la integración europea y con la reintegración de Transnistria. Entre las cuestiones de seguridad debatidas figuraron la protección de Europa frente a la guerra y las amenazas híbridas, el fomento de la cooperación estratégica y la mejora de la seguridad y la resistencia de las infraestructuras críticas y las redes eléctricas.

En cuanto a los logros de Moldavia en la cumbre, Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea, se comprometió a triplicar la ayuda macrofinanciera a Moldavia de 600 millones de euros a 1600 millones. Además, a partir de 2024 se eliminarán las tarifas de itinerancia telefónica entre Moldavia y los países de la Unión Europea. También se asignó una ayuda financiera adicional de 50 millones de euros para la reparación de infraestructuras ferroviarias y cien millones de euros para programas de eficiencia energética que beneficien a segmentos vulnerables de la población. Noruega prometió 50 millones de euros adicionales para Moldavia, y destacó que la presidenta Sandu debe gestionar los fondos de forma responsable.

Roberta Metsola, jefa del Parlamento Europeo, anunció que las negociaciones para la adhesión de Moldavia a la Unión Europea podrían comenzar este año, y expresó su admiración por la rápida respuesta de Moldavia a las recomendaciones de la Comisión Europea. Por último, el presidente francés Emmanuel Macron, impulsor de la Comunidad Política Europea, expresó su orgullo por la candidatura de Moldavia a la Unión Europea y elogió el liderazgo de la presidenta Sandu en la lucha contra la corrupción y la búsqueda de la libertad. Macron cree firmemente que el futuro de Moldavia está en la Unión Europea.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.