El desaparecido Naguib Mahfouz dijo en una ocasión: “Si quieres mover a la gente, busca una cuestión sensible, y en Egipto nada la mueve tanto como la religión.” La religión continua moviendo los engranajes políticos y sociales de la gente, el futuro de la política egipcia y también la conciencia de nuestros bloggers locales. Estos son los temas actuales en Egipto, ilustrados a través de sus palabras.
Recuerdo cuando hablé sobre las protestas de los monjes budistas de Birmania y me pregunto por qué no tenemos nosotros hombres religiosos como ellos, la foto que colgué del jeque de Al-Azhar atrajo algunas críticas, bien, lo siento pero tendré que colgarla de nuevo en esta entrada porque es muy relevante.
Ante todo y como hombre de conocimiento religioso, respeto al jeque Muhammad Sayyid Tantawy, actual jeque de Al-Azhar, incluso antes de que fuera nombrado en el cargo de “jeque de Al-Azhar” -el responsable de la Universidad de Al-Azhar” que está considerada como la más alta posición religiosa en el mundo suní, sin embargo desde que fue nombrado, el hombre parece seguir las órdenes del régimen de una manera que a veces contradice su papel como jeque y su responsabilidad hacia el Islam y los musulmanes de luchar contra la injusticia en esta tierra, buscando la equidad, la libertad y combatiendo toda clase de corrupción.
Como en la mayor parte del mundo árabe, la fe y la política están muy entrelazadas en Egipto y su impacto se extiende mucho más allá de las fronteras de los países, alcanzando las de la diáspora. Las inquietudes políticas de los Coptos fuera de Egipto son también importantes y posiblemente mucho más fuertes que la de los coptos dentro de Egipto. Entender esta dinámica es primordial para entender las relaciones religiosas en Egipto.
Se ha escrito mucho sobre los coptos que viven fuera de Egipto y se les ha acusado a menudo de traición, de colaborar con los sionistas, de pedir que se cancele la ayuda a Egipto y, en general, de ser cristianos fanáticos que exageran la situación en Egipto.
Cuando me invitaron a asistir a la Conferencia Copta que organizó la Asamblea Copta de América en Chicago, tuve sentimientos encontrados y dudé en aceptar. Mi propia experiencia al reunirme con los líderes políticos coptos en el exterior no había sido muy alentadora y sabía que si asistía me etiquetarían automáticamente con todo tipo de términos.
Le di muchas vueltas y decidí asistir. En parte, porque me interesaba reunirme con esta gente tan odiada por la prensa egipcia y formarme mi propia opinión sobre ellos.
Fueron las sensibilidades religiosas, en un país que a menudo se describe como un barril de pólvora a punto de explotar, las que mandaron a Karim Amer a la prisión a causa de sus controvertidas declaraciones sobre el Islam y el presidente egipcio, Hosni Mubarak. El 9 de noviembre, se celebraron varias manifestaciones en todo el mundo para protestar por su encarcelamiento. Consultad en FreeKareem.org los detalles de las protestas que se celebraron en 15 ciudades de todo el mundo.
Karim no es el único oprimido, en muchos aspectos tiene suerte de estar vivo y presumiblemente a salvo de la tortura gracias a que su caso es muy conocido. Otros muchos no han sido tan afortunados ya que más policías son arrestados por tortura y más de sus víctimas mueren a causa de sus desalmadas acciones…Zabinzo-Kalb Baladi
Tan sólo dos días después de que dos policías egipcios fueran condenados por torturar a un hombre, otro joven de 22 años ha sido golpeado hasta morir por policías de Giza.
Si esto ocurriera en un país mínimamente civilizado, el gobierno caería, se echaría a los ministros y los altos cargos y la gente saldría a la calle a manifestarse.
La cuestión de la religión no es siempre una mezcla de política, más a menudo es una obsesión que otros transmiten a veces de una manera poco amigable sobre todo en el lugar de trabajo.
Una nueva secretaria ha empezado hoy en la oficina. No lleva velo. Parece encantadora. Especialmente, con sus vaqueros ajustados y su top, que revela el escote y el vientre. Le pregunté si podía preparar un poco de te y ella dijo que por supuesto. Entonces le pregunté cómo se llamaba y me dijo Rana. Ella me preguntó cuál es mi nombre y se lo dije… Llegó entonces la primera gran pregunta de mi relación con la secretaria:
“¿MUSULMANA O CRISTIANA?”
Se me abrieron los ojos tanto como físicamente es posible mientras intentaba entender por qué la primera pregunta de mi relación con la secretaria tiene que tener relación con en qué Dios creo. Al parecer, mi nombre le hizo pensar que quizá no era musulmana. Le contesté, como si bromeara:
“Ja, ja, ja… Todavía me lo estoy pensando”
Entonces me dijo con una sonrisa encantadora:
“Está bien, cariño, todos somos hermanas y hermanos.”
Le dije entonces:
“Soy musulmana”
Su respuesta fue:
“¡GRACIAS A DIOS!!”
Estas cuestiones no son nuevas en el país y no muestran signos de cambiar, continuarán modelando el pensamiento de las personas y las relaciones entre los individuos. Naguib Mahfouz era un hombre tolerante y razonable que lo expresó bien porque veía al país desde una perspectiva muy clara. Hasta que nos encontremos de nuevo.
Escrito por D B Shobrawy.