Después de muchos días de odio y acritud, los keniatas están apostando por la paz y la reconciliación. Mientras que los blogs y otros foros de internet se han convertido en nuevas vías para canalizar los prejuicios tribales, los blogueros ahora están utilizando esas mismas vías para expresar la necesidad de paz y justicia.
Lo más destacado ha sido el lanzamiento de la página web I have No Tribe (No tengo tribu), donde se está redirigiendo todo el tráfico del foro Mashada. La mayoría de los blogs están ahora explorando iniciativas de paz y las vías para conseguirla
Kikuyumoja [en] da su opinión sobre el sitio:
Te sientas como te sientas respecto al tribalismo en Kenia, por favor visita este bonito nuevo sitio y mira lo que los KENIATAS EN LA RED dicen sobre el tribalismo y el nacionalismo.
Walking the walk [en] explica por qué tenemos que perdonar pero no olvidar los males:
Esta mañana me desperté y me di cuenta de cuánto odio al ODM [el partido de Raila Odinga] y las tribus que ahora se le han asociado. Mientras me duchaba mi mente se debatía hacia un lado y hacia el otro. Al final dije una plegaria para mis adentros de que aunque deba odiar al mal, no tendría que juzgar a la gente tan de golpe. Muchos han muerto en Kenia mientras que otros se han relamido con esas muertes, algunos justificando incluso la muerte de hombres, mujeres y niños Kikuyu inocentes. Qué triste y qué malvado. Mientras me sentaba a tomar mi desayuno, mi devoción matutina diaria se ha centrado en la lectura de Mateo 18:23-35: «23 Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. 25 Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda.»
More to life [en] se pregunta si es un patriota o no:
Mientras el patriotismo sea lo que los keniatas están siendo en las noticias estos días, entonces estoy orgulloso de decir que sin duda alguno, no soy un patriota.
Si tuviera que escoger donde estar, escogería estar donde me sintiera a salvo, donde pudiera continuar haciendo mis cosas, desarrollarme y trabajar hacia mi propio crecimiento personal. Nunca declararía un espacio como mío, que en realidad pertenece a Dios, aparantemente por haber nacido allí. No. Si mis vecinos demostraran ser capaces de asesinato basado en nuestras diferencias de distribución al nacimiento, entonces no querría estar cerca de ellos. Optaría por marcharme. No tengo el deseo de cambiar a la gente ni tampoco grandes esperanzas en que la gente cambie mucho. Las fronteras están hechas por el hombre. Y si no fuera por las políticas de control de fronteras modernas, la naturaleza humana habría hecho mover a la gente mucho más, tal y como era habitual antes que los gobiernos formales se esparcieran por el mundo.
¿Y qué hace un patriota?
Tengo el potencial para ser un patriota. Si pudiera escoger mi ciudadanía. Una ciudadanía basada en el carácter y la nobleza, no en el lugar de nacimiento, el color, los acentos o las tribus.
Podría pertenecer bien fácilmente a un grupo de ciudadanos pensadores inteligentes, gente justa y equilibrada, gente que entiende la propia responsabilidad y la responsabilidad general hacia el mundo que nos rodea. Podría ser un ciudadano de la gente que está más interesada en la humanidad, las cosas que no han cambiado desde Cristo, las cosas reales de la naturaleza humana. Y en esta esfera de ciudadanía podría ser un patriota. Pero patriotismo, amante de un país lleno de tus iguales que desfilan con machetes contra su propia especie por diferencias sutiles? No, no es para mí. De hecho quiero estar lo más lejos posible. De todos los tipos de gente que pueden caer tan abajo. No quiero tener ninguna relación.
Kumekucha [en] ha publicado un artículo de Citizens Pathway Group instando a todos los keniatas a unirse en la búsqueda de la paz:
El Citizens’ Pathway Group (CPG) es un grupo multiétnico e independiente de keniatas unidos en nuestras esperanzas y aspiraciones futuras para Kenia. Como keniatas, nos vemos a nosotros mismos como gente que es capaz de ganarse y mantener el orgullo de pertenecer a este lugar entre las naciones como país soberano y extraordinario de personas excepcionales disfrutando de una calidad de vida alta.
¿Es que nuestros líderes no viven en este país? ¿Miran la televisión y leen los periódicos? ¿Son inmunes a la visión de pandillas descuartizando a sus conciudadanos? ¿No les conmueve ver a madres y a niños quemados vivos en lugares donde han ido a buscar refugio? ¿No pierden el sueño por la noche pensando en estas calamidades?
¿Qué les pasa a nuestros líderes? ¿Por qué continúan hablando de manera tan insensible y arrogante? ¿Es porque el caos no les afecta? ¿Es porque sus hijos no se van a dormir con hambre y aún pueden ir a la escuela mientras que los de muchos ciudadanos están atrapados en el campos sin saber de donde vendrá su próxima comida o si podrán volver jamás a la escuela de nuevo? ¿O si estarán vivos mañana? ¿Piensan nuestros líderes que su posición los protege de un mayor colapso de la ley y el orden? ¿Piensan que están a salvo? ¿Piensan que su riqueza o el dinero que han apartado en alguna cuenta extranjera les salvará? Si eso es lo que creen, entonces realmente no entienden que el nivel de la crisis actual podría intensificarse si no hacen algo de manera decisiva?
Kumekucha, que ha sido crítico con todo el proceso de gobierno, es optimista sobre las negociaciones:
El meollo del asunto está en el paso siguiente de la DIMENSIÓN POLÍTICA de la crisis. Y eso sin duda va a marcar el punto de inflexión entre los negociadores de los dos campos. La verdad desnuda y desagradable es que Kibaki está simplemente ganando tiempo y engañando al mundo con gestos despojados de cualquier significante movimiento político o de otro tipo.
Seamos REALES por una vez y aceptemos que la amarga verdad es que nadie arriesga su reputación sacrificando centenares de vidas tan sólo para ROBAR unas elecciones y devolver a los votantes sus derechos. Más aún si el ladrón detenta el monopolio de la fuerza. Añadamos esto a las camarillas tribales esperando la mínima oportunidad para golpear Kenia a muerte para poder rebuscar cual buitre en sus restos disfrazándolo de INDUSTRIA.