OjosÁrabes: Rebelándose contra el modo árabe.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la activista saudí Wajiha Huwaidar se filmó conduciendo un auto en un área rural del Arabia Saudí para llamar la atención acerca de la condición de las mujeres en Arabia Saudí, quienes son proscritas por manejar. Además subió el video a Youtube. 

Muneeb, de Mideast Youth, arroja luz sobre Huwaider, diciendo:

Ella es una de las líderes del  movimiento que lucha por echar abajo el edicto que prohibe a las mujeres conducir vehículos [con Fawzia al-Oyouni, Ibtihal Mubarak y Haifa U]. De hecho, la petición del pasado mes de setiembre fue hecha junto con otra activista. En 1990, unas 47 mujeres condujeron en la capital, Riad, desafiando el edicto y como consecuencia fueron rápidamente aprehendidas. Pero la diferencia entre entonces y ahora es notable, tomando en cuenta todas las reformas hechas por el rey Abdullah, y el hecho que mucha gente apoya el que las mujeres manejen. En las noticias árabes se hizo una encuesta a 400 mujeres para conocer su postura sobre el asunto y 282 dijeron estar dispuestas a manejar si les es permitido, 44 dijeron que continuarían utilizando otros conductores, 30 dijeron que manejarían pero únicamente acompañadas por un hombre y 12 se opusieron a que las mujeres condujeran.

Rasha, también de Mideast Youth, ofrece un cuadro muy diferente de las mujeres en Arabia Saudí. 

El Día Internacional de la Mujer pasó inadvertido aquí en Riad, Arabia Saudita. Casi ninguna de las mujeres con las que hablé sabía que el 8 de marzo era el día en que se celebraban los logros de la mujer. En una cultura tan estricta como la que tenemos en Arabia Saudita, es muy difícil para las mujeres celebrar este evento abiertamente sin ser atacadas por los grupos religiosos conservadores, quienes creen en su gran mayoría que las mujeres no deberían siquiera poner un pie fuera de sus casas sin un hombre que las vigile y que vaya delante de ellas.

Arriesgándose a ir a una feria de libros en un día reservado para las familias, Rasha y su amiga fueron confontadas con una desagradable situación. Explica:

Mientras estaba curioseando algunos libros, escuché a un hombre junto a mí que repetía con la voz contenida (astagfor Allah), que significa: Oh, Allah, perdóname… él estaba  pidiendo perdón por estar tan cerca de dos mujeres que no se cubrían el rostro, refiriéndose, obviamente a mi amiga y a mi!
Me molestó esta actitud y le dije de una manera no muy amable que si tanto le molestaba estar en un lugar rodeado de mujeres como nosotras, ¡podía irse y acudir el día que estaba programado para los hombres!

También manifiesta su exasperación con este tipo de incidentes y escribe:

Este hombre y muchos como él hacen lo mismo cuando hablan o tratan con mujeres ajenas a su familia, he tenido que tratar con algunos en mi trabajo. Normalmente descarto estas actitudes, cuya intención es hacerme menos, ya que la mujer es vista como algo repugnante, sucio y solamente un objeto de placer para el hombre que la posee. No sé por qué de repente me estoy volviendo tan sensible a este tipo de acciones. ¡Supongo que ya estoy harta de este tipo de insultos!

Rasha se pregunta: ¿las mujeres árabes merecen celebrar el Día Internacional de la mujer?, y su respuesta es:

Estaba considerándolo en términos de que no hemos progresado mucho, entonces me di cuenta que siempre estamos comparándonos con todos los que nos rodean ¡y que esto es injusto para con nuestros propios logros! Estoy segura que hemos progresado, aunque solamente parezcan diminutos pasos comparados con los otros países del medio oriente

Nuestro país está sujeto a ciertas tradiciones y muchos de nosotros estamos jalando unas raíces que son muy gruesas y estan tan enterradas dentro de nosotros que son casi imposibles de extraer. He visto a muchos que tratan de arrancarlas de la manera «fácil», cortándolas de un tajo sin saber que las raíces aún permanecen ahi y que volverán a crecer con la más pequeña gota de agua que caiga encima. Yo prefiero invitar a los amigos que comparten los mismos intereses y las mismas pasiones que yo en este hecho único, a unir fuerzas y pasarnos unos a otros la pala para cavar juntos alrededor del árbol y encontrar su esencia y sus raíces. Tomará más esfuerzo, paciencia y tiempo. Una vez sienta que el suelo cede ante este grueso, pesado y feo árbol. Yo lo abrazaré. Incluso derramaré una lágrima, sin saber si será por el sufrimiento que me causaron sus afiladas puntas que rasgaron y perforaron mi piel tantas veces, recordándome con cada cicatriz mi condición de mujer, la vergüenza de ser una mujer; o será una lágrima para cada mujer que siguió adelante y que fue enterrada bajo tierra, después de ser enterrada cuando todavía caminaba encima de ella; sin tener la oportunidad de atestiguar el día luminoso en que la mujer abrace su condición de mujer e ¡incluso esté orgullosa de ella!

Post publicado originalmente en marzo del 2008.

Gabriela García colaboró en la traducción de este post.

1 comentario

  • […] puedes suscribirte para que te llegue por correo electronico o por feed RSS . Gracias por visitarme!OjosÁrabes: Rebelándose contra el modo árabe.: Para protestar contra las condiciones de vida de las mujeres en Arabia Saudita, Wajiha Huwaidar […]

Únete a la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.