Brasil: La policía arresta a estudiantes en la Universidad de São Paulo

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La policía militar comenzó una operación relámpago en la Universidad de São Paulo (USP) luego de encontrar a tres estudiantes fumando marihuana el jueves por la noche (27 de octubre de 2011) en la Facultad de Filosofía, Idiomas y Humanidades (FFLCH). Decenas de radiopatrullas rodearon uno de los edificios del establecimiento, donde cientos de personas estaban protestando por la encarcelación de los estudiantes que encontraron fumando marihuana, droga ilegal en Brasil.

Según el Teniente Luiz Henrique Salles, los estudiantes bloquearon el paso a la policía cuando intentaron llevar a los tres individuos al distrito policial, donde se registraría el crimen. La directora del establecimiento, Profesora Sandra Nitrini, intentó mediar la situación y ofreció acompañar a los estudiantes a la estación de policía, pero fue reprendida por los protestantes, quienes temían que se tomaran medidas administrativas en contra de los estudiantes encontrados en posesión de la droga.

Alunos da USP solicitam a saída da polícia militar do campus. Foto do autor

Estudiantes de la USP piden ala policía militar que se retire del campus. Fotografía tomada por el autor.

Más seguridad, menos represión

Las acciones de la policía en el campus de la universidad pública, las que involucraron el uso de bombas de humo y varas, han dividido a la comunidad académica. Unas pocas horas después que se desató la confusión en la FFLCH, mucha gente demostró estar tanto a favor como en contra de la acción de la policía en el campus universitario.

En Twitter, Samuel Gerez (@samuelgerez) apoyó las acciones de la policía militar (PM):

Hj a PM esta na historia usp. 15 viaturas e 8 motos. Querem prender maconheiros. Eu acho certo.

PM en el Depto. de Historia de la USP hoy. 15 radiopatrullas y 8 motocicletas. Quieren atrapar a los fumadores de hierba. Estoy de acuerdo.

La estudiante de periodismo Andrea Wirkus (@andrea_wk) prefirió cuestionar la seguridad pública que ha estado proporcionando la policía militar en la universidad, la que se intensificó luego que el estudiante Felipe Ramos de Paiva, de 24 años, fuera asesinado en el estacionamiento en una de las escuelas de la USP en mayo de 2011.

Não que eu seja contra ou a favor da PM na USP, mas os policiais perdem mais tempo revistando alunos do que protegendo…

No es que esté en contra de la PM en el campus, pero la policía pasó más tiempo inspeccionando a los estudiantes que protegiéndolos…

Un aumento en la violencia en el campus de la USP, ubicada en el barrio Butantã, ha suscitado problemas entre la comunidad académica, pero la presencia de la policía no es un hecho aislado. Antes de la muerte de Felipe, la policía militar intervenía en forma mínima, especialmente por la fuerte resistencia por parte de estudiantes, profesores y empleados de la universidad que temían el tipo de represión que ocurrió ayer (27 de octubre).

El director de la Facultad de Geografía de la Universidad de São Paulo, el Profesor André Martin, es uno de los profesores que no cree que la policía esté proporcionando una [mejor] seguridad en el campus. Martin opina que «la policía militar no entiende la naturaleza del acuerdo» con la universidad:

O meu ponto de vista é a tragédia anunciada, porque, a partir do momento que se decidiu isso [presença da polícia no campus], esse episódio já estava previsto, porque a polícia militar vai imaginar que deve ter um comportamento, na cidade universitária, idêntico ao que tem na cidade como um todo.

Há um protocolo que coloca a polícia militar no campus para proteger a comunidade universitária contra assaltos, contra crimes. Segundo esse protocolo, não está prevista a abordagem para a repressão à droga. Este é o ponto do tumulto. Os policiais alegam que, no caso de flagrado o uso de entorpecentes, eles não podem se omitir, porque isso seria crime de prevaricação.

Mi punto de vista es aquel de la tragedia predicha, porque desde el momento que esto [la presencia de la policía en el campus] comenzó, era seguro que el episodio de ayer pasaría, ya que la policía militar pensó que podía actuar en el campus de la misma forma en la que lo hace en toda la ciudad.

Existe un acuerdo que permite a la policía militar permanecer en el campus para proteger a la comunidad universitaria de asaltos y crímenes. Según este acuerdo, no se toma en consideración el arresto de gente por droga. La policía reclama que no pueden pasar por alto el uso de drogas en el campus, debido a que eso constituiría un crimen policial por omisión.

En Twitter, el profesor, sociólogo y periodista Laurindo Leal (@Lalolealfilho) cuestiona la intervención de la policía en el campus, refiriéndose a la represión policial en el caso que la persona atrapada usando marihuana denuncie el supuesto intento de la policía militar en el campus.

Alguém tinha dúvida de que a volta da PM ao campus da USP era para reprimir estudantes? Anotem: os próximos serão funcionários e professores.

¿Alguna vez alguien dudó que el regreso de la policía militar al campus de la USP fuese para arrestar a los estudiantes? Nota: los próximos son los empleados y profesores.

Muchos profesores participaron junto a los estudiantes en las protestas en contra de las acciones de la policía tomadas en contra de los estudiantes encontrados usando marihuana. La Profesora Marlene Suano, del Departamento de Historia, fue una de las que trató de calmar a la policía y a los estudiantes en medio de los altercados. Terminó siendo golpeada por un oficial de policía que reaccionaba ante las provocaciones de un estudiante.

O aluno estava agredindo o policial, que levantou o cassetete para se defender e eu me coloquei na frente. Ele (o aluno) queria sangue. O que fazer com um policial desses?

El estudiante estaba agrediendo al oficial de policía, quien levantó su bate en defensa y me crucé en su camino. Él (el estudiante) quería sangre. ¿Qué debe hacer uno con un oficial de policía como este?

La notable presencia de la policía militar en el campus nos recuerda a los «años de plomo», época en la que Brasil enfrentó un golpe de estado que limitó los derechos civiles y reprimió violentamente todos los movimientos de oposición, incluyendo aquellos que tuvieron lugar en las universidades. Debido a esto, las acciones militares en el campus enfrentan una fuerte oposición por parte de la comunidad académica, como fue demostrado por el científico social Stênio Soares en el blog Cálice:

Se por um lado ainda temos fresca a memória da atuação dos militares nas universidades brasileiras durante o regime autoritário (1964-1985), temos um presente pleno de desigualdade socio-econômica. Alguém poderia me citar qual a atuação da excelentíssima Universidade de São Paulo diante desse problema? Não vale falar qual é o compromisso, afinal sabemos bem. Mas quais são as relações que a USP estabelece, por exemplo, com as comunidades pobres que lhe margeia? Não poupem as repostas, vamos tocar direto na ferida. Se a criminalidade associada a má distribuição de renda chega ao berço da classe média paulistana, também temos uma quantidade relativa de estudantes que lutam pela liberdade de comportamento e questionamento (afinal, são acadêmicos que ali frequentam). Se a universidade prioriza soluções racionais para resolver seus problemas, porque a necessidade de buscar uma força autoritária, cuja educação profissional e histórica está atrelada à violência e à opressão?

Si, por una parte, los recuerdos de la acción militar en los campus de la universidad brasileña durante el régimen autoritario (1964-1985) aún están frescos en sus mentes, [por otro lado] tenemos un presente que está repleto de desigualdad social y económica. ¿Podría alguien mostrarme qué está haciendo la estimada Universidad de São Paulo en vista de este problema? No vale decir cuál es el compromiso, el que sabemos bien. Pero ¿cuáles son las relaciones que establece la universidad, por ejemplo, con las comunidades pobres que la rodean? No ocultemos respuestas; déjennos llegar al doloroso fondo de esto. Mientras la criminalidad asociada a la pobre distribución del ingreso alcanza el corazón de la clase media de la ciudad de São Paulo, también tenemos una cantidad de estudiantes que luchan por la libertad de comportamiento y cuestionamiento (después de todo, son los académicos los que frecuentan el área). Si la universidad prioriza las soluciones racionales para resolver sus problemas, ¿por qué existe la necesidad de buscar fuerza autoritaria con su formación y antecedentes profesionales vinculados a la violencia y a la opresión?

La universidad es un espacio para el diálogo y la construcción del conocimiento, principios que no van bien con la idea de seguridad pública basada en el uso exclusivo de la fuerza que históricamente ha guiado las acciones policiales dentro y fuera del campus.

En medio de la conmoción entre los estudiantes y la policía, la Profesora Ana Fani, de la Facultad de Geografía, hizo una petición que de hecho debería aplicarse en presencia de todos en el campus de la universidad. «Pido que policía se retire y nos deje continuar con nuestros deberes profesionales, permitiéndonos llevar a los estudiantes adentro para poder continuar con calma y tranquilidad nuestras tareas. No pasó nada trágico; no hay terroristas aquí; solo queremos tener clases.»

Este artículo fue escrito en colaboración con Amanda Previdelli. Algunas de las declaraciones fueron hechas directamente al autor de la publicación.

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