En los últimos tres meses, la policía del estado indio de Jammu y Cachemira y el ejército del país han detenido a cerca de 7.000 personas en el valle de Cachemira durante las diferentes redadas llevadas a cabo, a menudo de madrugada, en viviendas de la zona.
En muchas áreas de Cachemira jóvenes voluntarios, sin más armas que sus máscaras, han estado patrullando las calles de sus barrios de noche para advertir a las familias de las inminentes redadas. El vídeo introductorio fue grabado por Abid Salaam, miembro de la organización Video Volunteers, días antes de que las agencias de seguridad de Cachemira intensificaran sus operaciones en la ciudad vieja de Baramulla, a 55 km de Srinagar, la capital del estado.
Las detenciones comenzaron poco después de que las fuerzas militares indias acabaran con la vida del joven de 21 años Burhan Muzaffar Wani, un conocido separatista cachemir muy seguido en las redes sociales. A su asesinato extrajudicial le siguieron un toque de queda y protestas a lo largo y ancho de este estado de mayoría musulmana. Los manifestantes protestaban también por el auge del nacionalismo hindú, la alta tasa de desempleo, la excesiva militarización de sus espacios públicos y las repetidas violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad indias en su territorio. Durante las marchas, la policía de Cachemira y las fuerzas paramilitares del país recurrieron a escopetas de perdigones y rifles de asalto, con un balance de 85 personas fallecidas y más de 13.000 civiles heridos, de los cuales miles quedaron ciegos. El toque de queda afectó a siete millones de personas y duró 53 días en la mayor parte del territorio y 85 en otras zonas.
El toque de queda se ha levantado, pero la represión continúa. Más de 450 personas han sido fichadas por la policía bajo el amparo de la Ley de Seguridad Pública (PSA, por sus siglas en inglés), según la cual una persona puede ser detenida sin juicio durante seis meses.
Miles de hombres jóvenes y adolescentes cachemires viven en la clandestinidad. Muchos han encontrado refugio en los campos de cultivo que recorren el valle. Otros tantos, ante la cercanía del invierno, han optado por ocultarse en casa de amigos o parientes lejanos, nunca más de un par de días en el mismo lugar. Según los vecinos, mas de 700 casas han sido registradas por el ejército, la policía y miembros de la Fuerza de Seguridad Fronteriza, así como de la Fuerza de Policía de la Reserva Central.
En el vídeo introductorio, los jóvenes cachemires ocultan sus rostros bajo capuchas blancas por miedo a las fuerzas indias. Durante las patrullas nocturnas, avisan a los vecinos para que permanezcan despiertos y en alerta. No duermen por la noche. Algunos dicen que no han vuelto a casa desde hace semanas. A veces se tumban bajo los árboles o junto a las casas, al aire libre. Temen que la policía los capture, les tome una fotografía y los detenga.
Las autoridades ven en ellos un riesgo para la seguridad, dada la violencia de sus protestas contra la policía. A algunos se les acusa de prestar ayuda o de unirse a los rebeldes separatistas que luchan por la independencia de Cachemira o su anexión a Pakistán.
WH: Arrest spree, killings, maiming & blinding of ppl , night raids are the things, that really disconnect #Kashmir with the rest of India
— iKashmir (@icashmir) October 31, 2016
Ola de detenciones, asesinatos, mutilaciones y gente que ha quedado ciega. Las redadas nocturnas son lo que realmente desconecta a Cachemira del resto de la India.
The arrest of thousands of youth on frivolous grounds might prove to be the shot in the arm of the armed insurgency in #Kashmir.
— ابن حسین (@polar_winds) October 22, 2016
La detención de miles de jóvenes por motivos infundados podría convertirse en el impulso de la insurgencia armada en Cachemira.
El Gobierno indio mantiene que estas medidas represivas se dirigen a los separatistas, pero la detención de figuras como el destacado activista por los derechos humanos Khurram Parvez, fichado posteriormente por la policía bajo el amparo de la Ley de Seguridad Pública, dejan claro que también van en contra de las voces disidentes del Valle.