En las montañas del norte de Azerbaiyán, el fútbol se ha convertido en un verdadero gol para las niñas

El equipo femenino de Shaki sacude al mundo. Foto de Chai-Khana.org, usada con autorización.

Este artículo es de Chai-Khana.org y se reproduce en Global Voices según un acuerdo de asociación. El texto y el video son de Ayten Najaf y Nurlan Babazade.

Con 56 goles en 2017, Nahida de 15 años es la campeona de su liga local femenina. Ella y sus compañeras del equipo Gənclik (“Juventud”) son de Shaki, ciudad antigua y empobrecida en las montañas del norte de Azerbaiyán.

Shaki es un lugar conservador donde el fútbol es considerado deporte de hombres: ellos dominan los clubes y los campos de fútbol. Sin embargo, Nahida y otras jóvenes futbolistas están refutando ese estereotipo, gol por gol.

La historia de estas chicas de Shaki no es atípica, su entusiasmo refleja un creciente interés en el fútbol femenino en todo Azerbaiyán, Según la Federación de la Asociación de Fútbol de Azerbaiyán, actualmente hay 52 clubes de fútbol de chicas menores de 16 años en el país. Treinta y seis se formaron en ciudades provinciales como Shaki.

El entrenador local Mammad Dashadov ha tenido un rol valioso en dar renombre al equipo de Shaki y en ayudar a estas chicas a sentir que el fútbol también está abierto para ellas.

“En general, como Shaki es un lugar peculiar, el fútbol femenino se considera extraño. Cuando fundó un equipo de fútbol femenino en Shaki, hubo confusión; ‘¿qué es el fútbol femenino?’ A las personas se les hacía raro”, dice Dashadov, que entrena tres equipos de fútbol femenino.

Como la idea de fútbol femenino era extraña para los padres de Shaki, Mammad se puso como ejemplo. Formó el primer equipo de fútbol femenino con sus dos hijas, las dos hijas de su hermano y las dos hijas de su cuñado.

“Las junté y formé un equipo para mostrarle a la gente. Después, algunos padres me contactaton y me pidieron que aceptara a sus hijas en el equipo. Así que fue difícil al comienzo, pero se fue haciendo más fácil”, reflexiona Mammad.

Después, Mammad fue al orfanato de Shaki e invitó a las niñas de ahí a unirse al equipo. Así descubrió a Nahida y 13 niñas más a las que les encantaba el fútbol y llegaron a formar el equipo UGIM de Shaki.

“El sueño de mi niñez era ser futbolista. Cuando el profesor Mammad llegó para llevar a las niñas a entrenar, fui con ellos. Era chica y solamente seguía la pelota con chicas mayores”, recuerda Nahida con una sonrisa.

A final, la Asociación de Fútbol de Azerbaiyán vio a Nahida, que empezó a jugar en la selección de menores de 17 años.

Aunque sigue dedicada a su educación y entrena con frecuencia para mejorar sus habilidades futbolísticas, sigue soñando con conocer a famosos futbolistas internacionales, sobre todo a Cristiano Ronaldo.

Mira más de los sueños de Nahida en este video.

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