Artistas azerbaiyanos ganan lucha para evitar demolición de casa de oración convertida en cine

Casa Molokan de Bakú, antes lugar de culto y ahora espacio de arte independiente. Foto de Leyli Gafarova/OC Media, usada con autorización.

Tras varias semanas, una comunidad de artistas y cineastas en Bakú, capital de Azerbaiyán, parece haber ganado una batalla a las autoridades para detener la demolición de la casa Molokan, construcción centenaria que alberga al cine subterráneo Salaam.

Salaam Cinema toma el nombre de la película «Hello Cinema«, de Mohsen Makhmalbaf de 1995, y es uno de los pocos espacios culturales independientes de Bakú –además de exhibir películas, con frecuencia organiza actuaciones, exhibiciones y talleres. Tres años antes, Leyli Gafarova y su esposo Ilkin Huseynov, fundaron la iniciativa la fundó. La pareja se había mudado a su vuelta de la Unión Europea.

“Queríamos exhibir películas en edificaciones que ya se habían usado como cines: empezamos arrendando una pequeña habitación en el cine Veten, pero después el teatro quedó destrozado [en 2017] y perdimos nuestro espacio”, recuerda Leyli en una entrevista con Global Voices.

A comienzos de 2019, lograron arrendar la casa Molokan, construida en 1913 como lugar de oración para la pequeña comunidad molokana de Azerbaiyán, secta rusa erradicada del Cáucaso del Sur en el siglo XIX. Después de que los bolcheviques tomaron el poder, el edificio fue transferido a la empresa transmisora de radio que la usó para presentar el programa de radio «Danışır Bakı» (Bakú al aire). Con la disolución de la Unión Soviética, la casa quedó más o menos abandonada hasta 2018, cuando el Salaam Cinema se instaló.

“Desde el comienzo, sabíamos que el propietario quería destruir el espacio porque eso hacía [para ganarse la vida]; demuele edificaciones, construye nuevos y los vende”, dice Leyli. “Tampoco entendía lo que planeábamos hacer. Cuando le dijimos que planeábamos proyectar películas, tener análisis y talleres pensó que íbamos a grabar películas”, continúa.

La comunidad se manifiesta alrededor del histórico edificio

Después del arrendamiento en 2019, el grupo empezó a instalar un salón de té en la primera planta y usar la segunda para proyectar películas y como espacio de trabajo. Para marzo de 2019, se había completado gran parte de los trabajos de renovación y el equipo del cine Salaam salió de vacaciones para celebrar Novruz, el festival por el nuevo año azerbaiyano y persa.

Cuando regresaron de las fiestas, el equipo encontró la planta baja completamente destruido. El propietario informó al grupo que debía salir del edificio pues se había programado su demolición.

No se imaginó que la comunidad no cedería tan fácilmente. Durante semanas, los defensores del espacio acamparon al interior del inmueble, mientras se firmaban peticiones que enviaban a todas las instituciones gubernamentales. Sus llamados enfatizaban que no solamente luchaban para salvar un popular recinto cultural, sino también para evitar que otro ejemplo del legado arquitectónico de Bakú se perdiera para siempre.

Recién cuando intervino la primera dama de Azerbaiyán, Mehriban Aliyeva, el propietario retricedió. En una declaración dada a conocer el 8 de mayo, poco después de haber recibido el pedido de los artistas, Aliyeva dejó ver la importancia de proteger el legado cultural de Azerbaiyán.

La intervención de quien se considera ampliamente como la mujer más poderosa de Azerbaiyán demostró ser crucial. El 30 de mayo, el Servicio Estatal para la Protección, Desarrollo y Restauración del Legado Cultural a cargo del Ministerio de Cultura agregó el edificio a la lista de sitios históricos recién descubiertos.

Para garantizar que también el edificio estuviera bajo protección estatal, el Ministerio de Cultura apeló al gabinete de ministros el 3 de junio. Antes de su decisión final, el gabinete de ministros solicitó a la Academia Nacional de Ciencias que expresara su opinión sobre el significado histórico del lugar, y el 28 de junio, la academia confirmó que el inmueble es un monumento histórico y devolvió el caso al Ministerio de Cultura. Según una declaración emitida por la Academia Nacional de Ciencias, el Ministerio de Cultura presentaría la documentación final al gabinete de ministros de Azerbaiyán para una decisión final.

Planes para el futuro

Leyli dice que aunque aún no se toma la decisión final, el cine Salaam ha estado atareado. Sus artistas y voluntarios han seguido organizando actividades y trabajando en la renovación del inmueble, Con la ayuda de Sabina Fakhraddin Abbasova, arquitecta y urbanista de Bakú, también han desarrollado un plan para un jardín comunitario en el exterior del lugar.

El jardín y una nueva cafetería son parte de una nueva iniciativa del cine Salaam dedicada a la conservación histórica y natural. Su primera actividad se llevó a cabo el 6 de julio en la casa Molokan.

Miembros de la comuna del cine Salaam construyen una cafetería cerca del antiguo templo. Foto de Leyli Gafarova/OC Media, usada con autorización.

La historia del cine Salaam es la de una comunidad jóvenes azerbaiyanos apasionados que quieren preservar un lugar comunal histórico y querido que les ha costado mucho crear. Es muestra de la importancia de espacios en los que los jóvenes pueden reunirse, conversar, trabajar en sus proyectos, ver películas, asistir a talleres y simplemente disfrutar su juventud.

Mejores cosas que la mera supervivencia vienen para el cine Salaam. Como expresó Leyli en una entrevista en 2017 con los organizadores del Festival de Cine Juvenil de Azerbaiyán, espera que el cine Salaam pueda convertirse en un “cine independiente para exhibiciones, festivales y programas educativos”.

Si Leyli logra su visión, los dos pisos de su comuna de artistas pueden llegar a tener un papel más importante en la vida cultural de la capital. En una ciudad cada vez más irreconocible, es muy importante recordar que los rascacielos no son el límite.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.