Juntos más lejos: Desde el extranjero, africanos orientales se ofrecen para enfrentar COVID-19 en sus regiones natales

Hanif Gilani de la ONG Towa Kitu Kidogo distribuye donaciones en Kenia. Foto cortesía de Hanif Giliani.

La pandemia de COVID-19 amenaza la vida de millones en todo el mundo, y la comunidad de África Oriental no ha sido inmune a esta amenaza. Al 14 de junio, la región informa más de 7000 casos.

Cuando los casos de COVID-19 empezaron a aumentar en Tanzania, mi país, me preocupé mucho por mis parientes, todos con severos problemas de salud que los hace vulnerables al virus.

En los seis años que tengo estudiando en Estados Unidos, solamente he podido viajar una vez al año para visitar a mis padres y mi abuelo que aún viven en Mwanza, Tanzania. Para ayudar a asegurar que ellos y otros tanzanos siguieran saludables y tuvieran acceso a información sobre el virus, reuní a un grupo que tradujera información esencial sobre el virus al kiswahili, la lengua más hablada en Tanzania.

La información se publicó como una serie de fichas de datos sobre el poyecto Alfabetización de la salud COVID-19, y nuestros esfuerzos fueron reconocidos por medios tanzanos como VijanaFM, que publicó las fichas de datos en su sitio web.

El autor Azan Virji con compañeros de secundaria en Tanzania (izquierda y derecha) hoy en Cambridge, Massachusetts, donde cursa el segundo año de la Facultad de Medicina. Foto cortesía de Azan Virji.

Pero seguía sintiendo que no llegaba a suficientes personas, sobre todo quienes viven en zonas rurales y con acceso y alfabetización limitados. Así, al ver el llamado global a creativos de Naciones Unidas, decidí salir de mi elemento y reuní un equipo para crear una canción que diera información sobre el COVID-19.

La música es una gran parte de la cultura de África Oriental y se ha usado desde hace mucho tiempo para mediar en conflictos y fortalecer la cohesión comunitaria en zonas rurales. La radio también sigue siendo un medio muy popular en países de África Oriental y pensé que una canción sobre COVID-19 podría capturar audiencias en Tanzania a mayor escala.

De esa manera, tras muchas letras escritas rápidamente y grabaciones tarde en la noche, tanzanos en todo el mundo crearon “Corona Tutaishinda” (“Venceremos al coronavirus”).

Para esta tarea, recluté a amigos tanzanos que viven en otros países y que, como yo, decidieron seguir su educación superior en el extranjero. Primero, contacté a un amigo en Dubái a quien le encanta hacer música y le pedí que creara breves pistas musicales para dos versos y un coro. Luego, contacté a dos tanzanos que viven en Boston y les pedí que escribieran una letra poderosa. Recluté a un artista tanzano en Canadá para crear el arte del álbum.

Cubierta de la canción «Corona tutashinda», del artista tanzano Shamya Jaffer.

Grabar el tema fue lo más complicado. Mi única experiencia con el canto fue en teatro en secundaria y en el coro ruso de Yale en la universidad. Nunca antes había hecho rap ni me había grabado cantando. Así que llamé a un experto, compañero que tiene su propio pódcast. Tras una breve lección sober cómo usar Garageband y un micrófono profesional, me decidí. Ni siquiera una computadora anticuada que se averió a mitad de la grabación pudo detener mi afán de hacer esta canción para mi pueblo.

Corona Tutaishinda” no solamente enseña a sus oyentes sobre COVID-19, también ofrece un mensaje de esperanza y solidaridad. Ha estado sonando en la estación de radio MegaFM en Arusha desde abril y se puede descargar. Las ganancias por compras en línea van para financiar equipo de protección personal para trabajadores de la salud en primera línea en Tanzania.

Equipos de protección personal para trabajadores de la salud

En Estados Unidos viven decenas de miles de tanzanos que emigraron de su país natal y ahora consideran su casa e Estados Unidos. Varios tanzanos que vive en el extranjero, yo incluido, se ha unido para juntar dinero para comprar equipos de protección personal para trabajadores de salud en Tanzania.

El objetivo inicial era 25 000, que pudimos superar fácilmente en junio, y llegamos a más de 30 000 dólares.

El plan actual es adquirir equipos de protección personal en Tanzania, para apoyar la economía local. Para distribuir los equipos aprovechamos a los funcionarios médicos regionales de las regiones de Dar es Salaam y Pwani, que conocen qué hospitales en sus respectivas regiones necesitan más equipos de protección. Demostrar y garantizar la rendición de cuentas es una prioridad, así que el grupo reclutó expertos en el terreno en Tanzania para confirmar que los equipos se distribuyan a quienes más los necesitan.

Nuestro lema umoja wetu, ndio nguvu yetu—“nuestra unidad es nuestra fortaleza»— habla de nuestra conexión emocional con Tanzania. Aunque estemos físicamente separados de nuestra patria, nuestro compromiso para ayudar a Tanzania en su lucha contra COVID-19 es fuerte.

Ayudar a mitigar la inseguridad alimentaria en Kenia

Según el Banco Mundial, COVID-19 llevará a unos 60 millones de personas a extrema pobreza. Esto, combinado con inundaciones regionales, probablemente creará inseguridad alimentaria a millones de personas que ya son pobres.

Hanif Gilani, keniano residente de medicina interna en el hospital Griffin en Connecticut, no estaba preparado para esperar que una grave escasez de comida golpeara su país.

Gilani se asoció con el keniano Ashiana Jivraj, estudiante de odontología de Harvard, para iniciar una entidad sin fines de lucro, Towa Kitu Kidogo, o Da algo pequño. Es una expresión coloquial que se usa en Kenia cuando se piden sobornos, pero Gilani y Jivraj decidieron usarla para demostrar cómo las pequeñas donaciones en las manos correctas pueden crear un gran impacto si se da a quienes más las necesitan. Para demostrar que lo hacen responsablemente, detallan todas las donaciones y gastos en línea en una hoja de cálculo pública.

Hasta ahora, la organización ha recaudado más de 15 000 dólares y gastado más de 10 000 dólares en iniciativas como alimentar a sus 150 primeros a personas en el hospital de aprendizaje y referencia Jaramogi Oginga Odinga en Kisumu, Kenia.

Más recientemente, la ONG se asoció con la comunidad sij en Kisumu para alimentar a más de 2000 personas confinadas en casa por la cuarentena, y en algunos casos en comunidades que se han visto afectadas por inundaciones. Las entregas de alimentos se hicieron muchas veces después de atravesar medio metro de agua hacia aldeas afectadas por las inundaciones.

Con redes de amigos, organizaciones locales familiares y socios locales ayudaron a Towa Kitu Kidogo a identificar grupos diferentes de personas que enfrentan desnutrición y hambre para satisfacer sus necesidades.

Como dice el proverbio africano: “Si quieres ir rápido, anda solo; si quieres ir lejos, vayan juntos».

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