«No voy a volver a este infierno»: En el norte del Cáucaso ruso, ONG ayudan a víctimas de violencia de género y LGBTQ+ a escapar

Captura de pantalla del video de Layla de la cuenta de Twitter de NC SOS

El video de una muchacha llorosa que dice que se escapó de sus padres en Ingushetia, república del norte del Cáucaso en Rusia, estuvo circulando en el segmento de habla rusa de Twitter hacia fines de noviembre. En el video, Leyla dice que sus padres quieren «tratar» su ateísmo de cualquier manera que puedan, incluso golpeándola y medicándola. “Me mataré si tengo que volver a este infierno”, añade. La Policía de San Petersburgo arrestó y detuvo a la chica (alla llamó a la Policía cuando sus familiares la encontraron en el apartamento de San Petersburgo), pero luego fue detenida por acusaciones falsas de su familia.

Con la ayuda del grupo de crisis North Caucasus SOS, que le dio un abogado y alojamiento, ahora está a salvo.

Este hilo de Twitter cuenta su historia:

La Policía de San Petersburgo intentó secuestrar a una niña que escapó de la violencia doméstica.

En este video, una muchacha pide llorando que no la entreguen a sus parientes.

El 14 de noviembre, Leyla Gireeva, de 18 años, huyó de Ingushetia de sus familiares, que la golpeaban regularmente. El 23 de noviembre, los familiares encontraron a Leila en San Petersburgo e intentaron entrar en su departamento. La chica llamó a la Policía.
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Como resultado, la Policía detuvo a Leyla y la mantuvo en el departamento. Según la chica, querían entregarla a los empleados del Ministerio del Interior de Ingushetia.

Conseguimos que la chica fuera liberada.

Sin embargo, los familiares amenazan con devolver a Leila a su casa. Leyla también tiene parientes entre la Policía. La chica teme que se abra una causa penal contra ella por cargos inventados.
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Layla ahora está a salvo, pero su vida todavía está en peligro. Desconocemos a qué medios pueden recurrir los familiares para devolver a la niña a casa.

Por favor, difunde esta información. La publicidad es muy importante en estos casos.

North Caucasus SOS  se describe como un grupo de ONG unidas para ayudar a las víctimas LGBTQ+ en Chechenia y otras repúblicas del norte del Cáucaso ruso. También ayudan a mujeres y niñas que son víctimas de violencia de género. Leyla escapó sola de la región, con la ayuda de otros activistas, incluido el autor de la novela gráfica “Escape”, Vladislav Horin que vive en San Petersburgo. Mientras estaba en la ciudad, se puso en contacto con la ONG Marem, que ayuda a mujeres y niñas del norte del Cáucaso.

Ayúdanos a salvar a Leyla Gureeva, dice este cartel de la página de Facebook de lfundador de Merim.

Cómo se financian las ONG

Tanto NC SOS como Marem pueden ayudar a las víctimas gracias a donaciones mayormente locales, de Rusia. Se ha vuelto más difícil recolectarlas ahora, pero las organizaciones no pueden renunciar a su trabajo.

El 26 de octubre, Marem escribió en su canal de Telegram:

Friends, we urgently need your donations. Those who subscribe to us know what we do and how long we have been helping. Usually, in such situations of complete lack of money, we turned to friendly foundations and human rights organizations for help. But now there are almost none of them left in Russia, and those that remain need support themselves. We understand how difficult times are for everyone right now. But the requests continue to come in. The next one may come tomorrow or in an hour, and we need to respond to them immediately, because it is often a matter of life and death. And this help will require expenses, and here we can’t cope without you.

Amigos, necesitamos urgentemente sus donaciones. Quienes nos suscriben saben a qué nos dedicamos y cuánto tiempo llevamos ayudando. Por lo general, en tales situaciones de falta total de dinero, recurrimos a fundaciones amigas y organizaciones de derechos humanos en busca de ayuda. Pero ahora ya casi no queda ninguna en Rusia, y las que quedan necesitan mantenerse. Entendemos lo difíciles que son los tiempos para todos en este momento. Pero las solicitudes continúan llegando. La próxima puede llegar mañana o dentro de una hora, y debemos responderlas de inmediato, porque a menudo es una cuestión de vida o muerte. Y esta ayuda requerirá gastos, y aquí no podemos arreglárnoslas sin ti.

La fundadora de la organización, Svetlana Anokhina, que es periodista de Daguestán, agregó en otra publicación:

By transferring money to us, you are not supporting us, the activists.
You are supporting Iraida, who fights so that her husband, who beat her and two daughters, is now on trial for sexual acts against her 15-year-old daughter, and could never repeat this.

You are helping Heda, she was kidnapped and brought on a false pretense from Austria to Chechnya and was going to be forced to marry. What she told about her family and the conditions in which she had to live is simply monstrous.

You are supporting Amin, she was forced to flee and hide – without money, without documents, without help.

You support Lina from Chechnya, an aspiring journalist – she typed her first huge texts on the phone. We managed to buy her a laptop, even during this terrible time.
We're raising money for a ticket to escape from a rapist. To pay for long-term psychological support.

We raise money for food: buckwheat, milk, sugar, tea for a mother from whom after a divorce, they want to take away her daughter.

For menstrual pads. Yes, them too.

To pay for a hostel so that a woman can rest for at least a couple of days. To buy shoes for a girl who ran in house slippers.

For the restoration of documents – many of our girls’ documents are simply taken away so that they do not go anywhere.

And you are not sending this money to me, Sveta Anokhina, and not to other activists of our team.  But to Amin, Khadizhat, Perus, who are trying to survive.

Al transferirnos dinero, no nos están apoyando a los activistas.
Estás apoyando a Iraida, que lucha para que su marido, que la golpeó a ella y a sus dos hijas, sea ahora juzgado por actos sexuales contra su hija de 15 años, y no pueda volver a repetirse.

Estás ayudando a Heda, secuestrada y traída con falsos pretextos de Austria a Chechenia y la iban a obligar a casarse. Lo que contó sobre su familia y las condiciones en las que le tocó vivir es simplemente monstruoso.

Estás apoyando a Amin, que se vio obligada a huir y esconderse, sin dinero, sin documentos, sin ayuda.

Apoyas a Lina de Chechenia, aspirante a periodista: escribió sus primeros mensajes de texto enormes en el teléfono. Logramos comprarle una computadora portátil, incluso durante este terrible momento.
Estamos recaudando dinero para un boleto aéreo para escapar de un violador. Para pagar el apoyo psicológico a largo plazo.

Recaudamos dinero para comida: trigo, leche, azúcar, té para una madre a la que después de divorciarse le quieren quitar a su hija.

Para compresas menstruales. Sí, eso también.

Pagar un albergue para que una mujer pueda descansar al menos un par de días. Para comprarle zapatos a una niña que corría en pantuflas.

Para la restauración de documentos: muchos documentos de nuestras niñas simplemente se los quitan para que no vayan a ninguna parte.

Y no me envía este dinero a mí, Sveta Anokhina, ni a otros activistas de nuestro equipo. Sino a Amin, Khadizhat, Perus, que están tratando de sobrevivir.

Impacto de SOS del Cáucaso Norte

North Caucasus SOS compra boletos y da otros medios de transporte para que las personas escapen; ayuda con asuntos legales, vivienda y necesidades médicas. También están recopilando pruebas para juicios de personas LGBTQ+ en Chechenia y otras repúblicas del norte del Cáucaso, para que algún día se pueda hacer justicia.

En octubre de 2022, ayudaron a cuatro hermanas de Daguestán, a quienes sometieron a circuncisión femenina y palizas regulares en su familia, a escapar a Georgia.

Los guardias fronterizos estatales rusos no permiten que cuatro niñas daguestaníes, que huyeron de la violencia doméstica, crucen la frontera [con Georgia].

En el video, las cuatro niñas solicitan no reunirse con sus padres de familias porque los padres quieren matarlas.

Una de las hermanas, Patimat, publicó después fotos que ilustran cómo su hermano y su madre la golpeaban porque dudaban de su «religiosidad»:

Los poderes selectivos de guardias fronterizos rusos: pueden detener a las mujeres que huyen de la violencia, pero no pueden ahuyentar a los familiares que hayan cometido delitos contra estas mujeres. «Aquí nuestros poderes lo son todo».
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Las hermanas de Daguestán explicaron por qué huyeron de su hogar.

Patimat Magomedova publicó fotos de las consecuencias de las «peleas» con familiares. Su madre y su hermano la han golpeado hasta el punto de que sangró y tuvo grandes moretones; todo porque dudaban de que fuera suficientemente religiosa.

El activista de derechos humanos Almut Rochowanski, que trabajó con ONG en el norte del Cáucaso durante muchos años, publicó en Twitter:

La Policía de San Petersburgo intentó secuestrar a una niña que escapó de la violencia doméstica.

En este video, una muchacha pide llorando que no la entreguen a sus parientes.
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La épica y más impresionante historia de liberación y transformación que he tenido el privilegio de presenciar en mi vida: el surgimiento de un movimiento feminista radical en el vientre de la bestia, el este del Cáucaso del Norte (Ingushetia, Chechenia, Daguestán). Con las adolescentes a la cabeza.

¿Cómo se puede ayudar?

Rochowanski también dijo en entrevista con Global Voices:

Interestingly, for the last 10 years, I've been working in Russia on mobilizing local resources primarily in the form of small donations from Russian citizens. At the time when I first started talking about this, there was a lot of hostility from Russian activists, but also from the Western partners. But this has changed. In the last five years donations became more acceptable and even popular. Some of Russia's leading human rights organizations, with a really well established brand, were able to do some really amazing things like raising money from not just a few people within Russia, but from a lot of people. They managed to raise funds from thousands and thousands of ordinary Russians to do their human rights work. These were small donations with no strings attached, based on the trust that these activists and organizations would do the right thing with the funds. That was in fact, one of the last things I worked on before the war started: helping Russian organizations transform their financial model.

Curiosamente, durante los últimos 10 años, he estado trabajando en Rusia movilizando recursos locales principalmente en forma de pequeñas donaciones de ciudadanos rusos. Cuando comencé a hablar de esto, había mucha hostilidad de los activistas rusos, pero también de los socios occidentales. Pero esto ha cambiado. En los últimos cinco años las donaciones se volvieron más aceptables e incluso populares. Algunas de las principales organizaciones de derechos humanos de Rusia, con una marca realmente bien establecida, pudieron hacer cosas realmente sorprendentes, como recaudar dinero no de pocas personas dentro de Rusia, sino de muchas personas. Se las arreglaron para recaudar fondos de miles y miles de rusos comunes para hacer su trabajo de derechos humanos. Estas fueron pequeñas donaciones sin ataduras, basadas en la confianza de que estos activistas y organizaciones harían lo correcto con los fondos. En realidad, esa fue una de las últimas cosas en las que trabajé antes de que comenzara la guerra: ayudar a las organizaciones rusas a transformar su modelo financiero.

Ahora, tanto North Caucasus SOS como Marem están recaudando fondos dentro de Rusia. Sin embargo, como ellos mismos dicen, la situación se volvió más dura. También se puede ayudar a sus esfuerzos desde el extranjero, ya que ambos aceptan donaciones a través de PayPal.

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