Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización vía Balkan Diskurs.

Este artículo de Kristina Gadže se publicó originalmente en el Post-Conflict Research Center en Balkan Diskurs y en el primer número de MIR Magazine. MIR, que significa «paz» en bosnio, es una publicación anual y una plataforma para jóvenes creativos. Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir contenidos.

Al darse cuenta de que la fotografía era su verdadero amor, Aida Redžepagić, artista de Bosnia Herzegovina, dejó su trabajo como profesora universitaria y se dedicó por completo a lo que más alegría le produce. Es natural de la pequeña ciudad de Kakanj y actualmente vive en Sarajevo, capital de Bosnia Herzegovina.

Aida Redžepagić, autorretrato, usado con autorización vía Balkan Diskurs.

Sus primeras actividades artísticas comenzaron en la infancia, un talento que heredó de su madre. Hoy en día, es muy difícil dejar un trabajo seguro y empezar a trabajar como artista independiente, pero dice que no se ha arrepentido.

«Antes de dejar mi trabajo, me imaginaba a Aida, de 50 años, recordando cómo le gustaba la fotografía, pero tenía miedo de dejar su trabajo, sin atreverse nunca a explorar esa parte suya. Así como heredé de mi madre el talento para el arte, creo que heredé de mi padre un buen sentido de los negocios, lo que significa que entiendo cómo llevar un negocio con disciplina e invertir adecuadamente. Son componentes muy importantes que los artistas suelen olvidar», explica Redžepagić, que se describe como una «fotógrafa de moda enamorada de la fotografía documental».

Ha probado varios estilos fotográficos, como la fotografía de producto y la fotografía de bodas, pero lo que más le atrae es trabajar con personas porque es donde más puede expresarse.

Aida afirma que le gusta fotografiar momentos espontáneos y no posados. Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización vía Balkan Diskurs.

Gente como inspiración

Dice que sus conferencias le permitieron organizar un curso de fotografía para estudiantes, donde reconoció a muchos jóvenes artistas de talento.

Aida Redžepagić se describe como una «fotógrafa de moda enamorada de la fotografía documental». Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización vía Balkan Diskurs.

«Me resultaría difícil destacar solo a algunos, pero lo que sí puedo decir es que la rivalidad es lo mejor que le puede pasar a alguien. Cada vez que veo una redacción excelente hecha por uno de mis colegas, me alegro con el mismo ahínco, pero también me entran ganas de hacer algo nuevo. Creo que sin una competencia y una rivalidad sanas, todos seríamos peores en los trabajos que hacemos», señala Redžepagić.

Cree que la fotografía ha florecido en Bosnia Herzegovina en los últimos 10 años. Además de participar en festivales como el festival Rovinj Photodays, Aida también es activa en las redes sociales y tiene cerca de 15 000 seguidores en su cuenta de Instagram.

Redžepagić explicó:

Društvene mreže su svakako povećale interes za fotografijom. Često se fotografija stavlja u negativan kontekst kada je stavimo pod ruku s društvenim mrežama, jer automatski zamišljamo beskrajno mnogo ispraznih selfija. Međutim, ja viđam prekrasne izražaje mladih ljudi koji fotografišu prirodu, hranu, portrete, dokumentarnu fotografiju…Hvataju odlične momente i kadrove, a ponekad sve što imaju od opreme je kamera na telefonu.

No cabe duda de que las redes sociales han aumentado el interés por la fotografía. Se tiende a tener una connotación negativa de la fotografía en las redes sociales, porque automáticamente nos imaginamos interminables selfies. Sin embargo, también veo la hermosa expresión de los jóvenes que fotografían naturaleza, comida, retratos, fotografía documental… Captan grandes momentos y tomas, y a veces todo el equipo que tienen es una cámara de teléfono.

En su propia fotografía, le gusta captar momentos reales, honestos y sin posar. Entre sus colaboraciones más íntimas con personajes públicos, destaca su proyecto con la actual embajadora de Bosnia Herzegovina en República Checa, Martina Mlinarević, en el que, como dice, tomó cartas en el asunto y enfocó la sesión de forma diferente.

Fotografía de la serie que representa la lucha vital de Martina Mlinarević y que ganó el primer premio en Rovinj Photodays 2022. Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización.

«Martina y su pareja Goran vinieron al estudio con el objetivo de fotografiarlos juntos. Pasamos horas hablando y yo me negaba a hacer fotografía de estudio. Era demasiado ordinario y planificado para mí. Quería captarlos juntos. La esencia de su historia. Entonces les propuse pasar un día con ellos en su apartamento mientras hacían su vida cotidiana, como si yo no estuviera. Así se creó un reportaje fotográfico muy honesto en lugar de un retrato de estudio», relata Redžepagić. Fue una serie de fotografías que le valió el primer puesto en el festival Rovinj Photodays en 2020.

Foto de la serie que representa la lucha vital de Martina Mlinarević y que ganó el primer premio en Rovinj Photodays 2022.. Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización.

Derechos de fotógrafos en Bosnia Herzegovina

No es fácil ser fotógrafo independiente en Bosnia Herzegovina. El mejor ejemplo es una deficiencia administrativa del sistema jurídico del país. Como señala Redžepagić, en la clasificación oficial de profesiones de la Federación de Bosnia Herzegovina, hasta este año, el código 74.2 decía: «Fotógrafo tradicional sin uso de tecnología digital», lo que demuestra obsolescencia administrativa y falta de adaptación a la forma actual de hacer fotografía profesional. Sin embargo, subraya que esto no refleja necesariamente la situación, y que encontrar trabajo no siempre es una tarea difícil.

La fotografía digital aún no figura en la lista de ocupaciones de la Federación de Bosnia Herzegovina. Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización vía Balkan Diskurs.

Esta artista apasionada no solo se dedica a la fotografía. Hace diez años, se dedicaba a crear arte de punto de aguja, algo en que, según dice, ya no se imagina haciendo. Aconseja a los jóvenes fotógrafos que aún no han encontrado su público que ni siquiera lo busquen.

Aida Redžepagić concluye:

Fotografija treba biti jedini fokus, publika i klijenti sami pronađu put do vas. I dan danas, neke od meni omiljenih fotografija imaju najmanje lajkova. To nikada ne treba da vam bude mjerilo kvalitete ni uspjeha. Mnogo je bitno odvojiti rad od tog aspekta u današnjem vremenu. Zvuči sebično, ali bitnije je da slušate svoj instinkt nego da se vodite ,,aplauzom lajkova“ i ukusom publike.

La fotografía debe ser el único objetivo. El público y los clientes encontrarán el camino hacia ti. Incluso hoy, algunas de mis fotos favoritas son las que tienen menos «me gusta». Nunca debería ser una medida de tu calidad o éxito. Hoy en día es muy importante separar el trabajo de este aspecto. Suena egoísta, pero es más importante escuchar tu instinto que dejarte guiar por los aplausos, los «me gusta» y el gusto del público.

el cartel del fondo dice «mercado de autos». Foto de Aida Redžepagić, usada con autorización vía Balkan Diskurs.