En Burundi, cocinar con leña en tiempo húmedo envenena a mujeres y bebés

Marmite au feu de bois animé dans le foyer traditionnel ouvert à Ruvumvu, en zone, commune et province Bubanza

Marmite au feu de bois animé dans le foyer traditionnel ouvert en zone rurale de Ruvumvu au nord-ouest du Burundi. Photo Arthur Bizimana

Este artículo se publicó originalmente en Ibihe y Global Voices lo reproduce en virtud de un acuerdo para compartir contenido.

La mayoría de los burundeses usa leña para cocinar. En la estación de lluvias (de febrero a mayo, y de septiembre a noviembre), es difícil hacer un fuego, mientras que la situación es más tolerable en la estación seca (de mayo a agosto y de enero a febrero). Los humos nocivos se liberan de la madera húmeda y se esparcen al interior de la cocina. Las mujeres y los bebés que llevan a la espalda inhalan esas emisiones de gas, peligrosas para el organismo.

En Ruvumvu, zona rural de la comuna de Bubanza al noroeste de Burundi, la cocina a leña suele estar en las habitaciones principales, y el olor del humo se siente en todas las habitaciones de la casa. Claudine, que vive en esta zona, cuenta:

Nous avons tellement cohabité avec les fumées que nous sommes mithridatisés (immunisés contre un produit toxique). Les bois humides ou frais dégagent beaucoup de fumée. Les fumées nous asphyxient et nous empêchent de bien respirer.

Hemos convivido tanto con el humo que nos hemos mitridatizado (inmunizado contra un producto tóxico). La madera húmeda o fresca desprende mucho humo. El humo nos asfixia y nos impide respirar correctamente.

Claudine cuenta las razones por las que el fuego de enciende difícilmente:

En saison de pluie, nous coupons les bois de chauffage encore frais et les utilisons illico, car les bois de chauffages secs sont une perle rare. Les bois de chauffage humides animent alors le feu de mal en pis. Nous restons dans les parages du foyer pour allumer le feu tout le temps.

En época de lluvias, cortamos la leña que aún está fresca y la usamos de inmediato, porque es difícil encontrar leña seca. La leña húmeda hace que el fuego vaya de mal en peor. Siempre estamos cerca de la chimenea para encender el fuego.

En la cultura burundesa, las actividades domésticas aumentan las responsabilidades de las mujeres, lo que explica por qué pasan tanto tiempo al lado de la chimenea (donde se enciende el fuego). El doctor Célestin Sibomana, secretario ejecutivo permanente de la plataforma multisectorial de seguridad alimentaria y nutrición de Burundi explica:

En restant près de leur mère, les nourrissons et les enfants sont exposés au feu. Cette exposition combinée à la malnutrition peut causer des retards de croissance.

Al quedarse cerca de sus madres, los bebés y los niños están expuestos al fuego. Esta exposición, combinada con la desnutrición, puede causar retraso en el crecimiento.

Contaminación del aire doméstico, fuente de enfermedades respiratorias

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 2400 millones de personas en el mundo, es decir, casi un tercio de la población mundial, cocinan con fuego abierto. Usar madera húmeda y residuos agrícolas engendra una contaminación nociva del aire dentro de las casas. La OMS indica que ese tipo de fuego libera una gama de contaminantes nocivos para la salud, sobre todo de pequeñas partículas que penetran en los pulmones y la circulación sanguínea.

El informe de política nacional de evaluación de Burundi y estrategia operacional Horizon 2025 muestra que un tercio de la población burundesa vive cotidianamente en esas condiciones de higiene deplorable, causadas en parte por esos humos y malos olores. Según ese informe, Burundi es uno de los 21 países más afectados por la contaminación del aire doméstico. La OMS explica:

La pollution de l’air à l’intérieur des habitations diminue la capacité respiratoire et accroît la prévalence des maladies non transmissibles, notamment l’accident vasculaire cérébral (AVC), la cardiopathie ischémique, la bronchopneumopathie chronique obstructive (BPCO), le cancer du poumon et à long terme, les problèmes cardio – vasculaires. Des maladies respiratoires, identifiées comme première cause de mortalité.

La contaminación del aire en espacios cerrados reduce la capacidad respiratoria y aumenta la prevalencia de enfermedades no transmisibles, como ictus, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón y, a largo plazo, problemas cardiovasculares. Las enfermedades respiratorias se han identificado como la principal causa de muerte.

La OMS también menciona otros efectos nocivos:

Lorsque la mère s’accroupit auprès du feu, la chaleur endommage les conjonctivites et la cornée. L’inflammation peut devenir chronique. L’exposition prolongée peut donner lieu à des kératites, qui diminuent la vision et probablement accroissent le risque d’infection à répétition de cataracte et de cécité.

Cuando la madre se agacha al lado del fuego, el calor daña la conjuntiva y la córnea. La inflamación puede volverse crónica. La exposición prolongada puede provocar queratitis, que reduce la visión y probablemente aumenta el riesgo de infección repetida de cataratas y ceguera.

Las consecuencias de la contaminación doméstica se traducen en millones de muertes al año. Según la OMS, la contaminación del aire  en las casas fue responsable de cerca de 3,2 millones de muertes por año en 2020, que incluye a más de 237 000 niños menores de cinco años. En Burundi, la contaminación doméstica es el origen de cerca del 5% de la mortalidad y la morbidad.

Evelyne et son enfant récoltent le bois de chauffage à Nasenge en commune et province Bubanza

Madre recoge lena con su hijo en Nasenge, comuna de Bubanza, al noroeste de Burundi. Foto de Arthur Bizimana

Leña, ¿factor de deforestación?

En ese contexto, el consumo de leña aumenta año con año. Según el anuario estadístico publicado en marzo de 2023 por el Instituto Nacional de Estadística du Burundi, el consumo de leña  pasó de 9.5 millones de toneladas en 2012 a 10.7 en 2017.

En el país, el 96,6% de la población usa leña para cocinar. El profesor Frédéric Bangirinama, experto en ambiente y profesor de la Escuela Normal Superior, indica:

Dans les zones rurales, les burundais ont recours aux bois de chauffage pour faire la cuisson tandis qu’en milieu urbain, ils utilisent souvent le charbon de bois qui dégage un peu de fumée.

En las zonas rurales, los burundeses usan leña para cocinar, mientras que en las urbanas suelen usar carbón vegetal, que desprende un poco de humo.

Pese a que contamina el aire domestico, la demanda madera y sus derivados, como el carbón ha aumentado, al igual que sus precios. Un saco mediano de carbón de madera pasó de 35 000 francos burundeses (13 dólares estadounidenses) en noviembre de 2023 à 55 000 francos burundeses (20 dólares estadounidenses) en enero de 2024. El ingreso promedio mensual de Burundi es de 20 dólares estadounidenses.

Cada año, el consumo de carbón en las ciudades de Gitega (capital política en el centro del país) y Buyumbura (capital económica al oeste del país) supone perder entre 35054673 hectáreas de bosque. La población urbana total del país, estimada en cerca de dos millones de personas en 2023 para una población nacional de más de 13 millones de habitantes, generó una pérdida anual de entre 52366980 hectáreas. Un árbol absorbe en promedio de 10 a 40 kg de CO2 por año.

El profesor Bangirinama advierte contra el impacto de esta actividad:

Les écosystèmes forestiers situés en dehors des aires protégées sont en cours de disparition. Ils ont déjà disparu dans les provinces limitrophes de la ville de Bujumbura et diminuent progressivement dans les provinces lointaines comme Bururi, Gitega, Karuzi et Makamba.

Los ecosistemas forestales que están fuera de las zonas protegidas están desapareciendo. Ya han desaparecido en las provincias limítrofes con la ciudad de Buyumbura y están disminuyendo gradualmente en las provincias lejanas de Bururi, Gitega, Karuzi y Makamba.

Pero hay soluciones: Léonidas Niziyimpa, representante legal de la ONG ambiental local Conservation et Communauté de Changement (3C), sugiere:

Le gouvernement du Burundi devrait rendre l’accès à d’autres sources d’énergies de cuisson des aliments facile notamment le gaz. (…) Afin de matérialiser cette solution, le gouvernement burundais doit subventionner le secteur d’achat du gaz et du matériel connexe. A l’heure actuelle, le gaz et les matériels connexes coûtent énormément cher et ne sont pas à la portée de tous les burundais.

El Gobierno de Burundi debe facilitar el acceso a otras fuentes de energía para cocinar, en particular el gas. (…) Para lograr esto, el Gobierno burundés debe subvencionar la compra de gas y de material relacionado. En la actualidad, el gas y los materiales relacionados son extremadamente caros y no están al alcance de todos los burundeses.

También es posible recurrir a la electricidad para cocinar. En ese nivel, el rol del Gobierno es esencial: en 2021, el Banco Mundial muestra que la tasa de acceso a electricidad en Burundi se elevó al 10,2% de la población del país, y solamente a 1,6% en las zonas rurales. Todo depende de la voluntad del Gobierno de invertir en ese rubro.

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