Elegante excirujano oftalmólogo vuelve a tentar la presidencia de Afganistán

Jefe ejecutivo de Afganistán, Abdullah Abdullah, en discurso de bienvenida en la Conferencia de Londres sobre Afganistán en 2014. Creative Common: Patrick Tsui/FCO.

Con uno de los conflictos más duraderos del mundo que sigue definiendo la vida cotidiana en Afganistán, no es de extrañar que muchos ciudadanos no estén entusiasmados ante la proximidad de las elecciones.

Además de la sensación de malestar general hay varias caras conocidas que han hecho poco para cambiar el país para mejor en los últimos años.

El jefe ejecutivo del Gobierno de Unidad Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, entró a la contienda presidencial el 20 de enero de 2019, último día de registro de candidatos para las elecciones de junio.

Será uno de los contendores más serios para el favorito, el actual presidente Ashraf Ghani –su encarnizado rival desde las elecicones de 2014. Esa fue la segunda vez que Abdullah Abdullah enfrentó la derrota, la primera fue en 2009.

Pero 2014 fue especialmente doloroso para Abdullah pues no alcanzó la victoria con el 45 % de los votos.

Acusó a Ghani y a la Comisión Electoral Independiente de conspiración y fraude después de su derrota en la segunda elección en que participó, pero luego llegó a un trato para formar un Gobierno de Unidad Nacional, en el que asumió el recién creado puesto de jefe ejecutivo.

Abdullah, cuyo confuso cargo a veces se equipara al del primer ministro, ha ganado una reputación de tener estilo sobre sustancia durante ese periodo.

En una gran reunión global como la del Foro Económico Mundial, un panelista con cualquier antecedente debe tener un atuendo globalmente apropiado. Admiro al jefe ejecutivo de Afganistán por ser un campeón y estar ‘vestido para impresionar’ entre el resto de políticos afganos.

¿La elección de de Ghani de perder?

A sus 58 años, Abdullah parece determinado a probar suerte una vez más en el país donde se formó como cirujano oftalmológico.

Abdullah nació en Kabul y muchos lo consideran culturalmente tayiko, pese al legado pastún de su padre. Su madre era de Panjshir, región dominada por el grupo étnico tayiko, donde su padre ejerció como empleado estatal.

Abdullah asistió a la Universidad Médica de Kabul y empezó a trabajar en un hospital en Kabul, pero como otros, se vio obligado a ir a Pakistán poco después de que la Unión Soviética invadió Afganistán.

En la década de 1980, brindó tratamiento y asistencia a luchadores de la resistencia. Fue durante este periodo que se asoció con el líder de las fuerzas de resistencia tayika, Ahmad Shah Massoud. Al final, se convirtió en asesor, traductor y asistente del comandante, que fue asesinado en 2001. La cercana relación de Abdullah con Massoud es una de las principales fuentes de su capital político entre los tayikos, el segundo mayor grupo de Afganistán después de los pastunes.

En 1992, la Alanza del Norte y otras fuerzas de resistencia contra los soviéticos formó un gobierno en el que Abdullah fue designado como ministro del Exterior. Durante el gobierno del Talibán, siguió ejerciendo como ministro del Exterior en el exilio hasta que el grupo fue derrocado por las fuerzas de la coalición liderada en Estados Unidos, en 2001.

Entre 2001 y 2006, Abdullah ejerció como ministro del Exterior en el mandato del presidente Hamid Karzai, puesto que dejó para competir en las elecciones de 2009.

Pero muchos comentaristas políticos han afirmado que a la rama política de Abdullah no la ha ayudado los cinco años en el Gobierno de Unidad Nacional, que ha aparecido desafortunado en sus intentos de combatir un incremento de la insurgencia y brindar servicios básicos.

Un error de cálculo si el jefe ejecutivo de Afganistán y una parte de Jamayat-E-Islami creen que pueden ganar las elecciones con fotos de Khalili (N. del T. Karim Khalili, actual presidente del Alto Consejo de la Paz de Afganistán) y Dostum (N. del T. Abdul Rashid Dostum, exgeneral de varias facciones militantes afganas). No tiene un peso pesado pastún y es casi imposible convertirse en presidente. Es posible que se retire y respalde a Mohammad Haneef Atmar (N. del T. exministro del Interior de Afganistán), principal rival de Ashraf Ahmadzai.

En 2014, muchos dijeron que la composición étnica del electorado, que favorecía a los candidatos del dominante grupo pastún, significaba que Abdullah no sobreviviría una segunda vuelta contra un fuerte candidato pastún.

Resultó que fue así. Ahora, muchos creen que 2014 fue el mejor para Abdullah, y que caerá ante el primer obstáculo esta vez.

¿Entre quiénes crees que se llevará a cabo la segunda vuelta electoral?
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Hice una encuesta que tuvo 687 votos. La mayoría dice que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Afganistán será entre el presidente Ashraf Ahmadzai y Mohammad Haneef Atmar. Solamente el 25 % cree que el director ejecutivo de Afganistán llegarán a la segunda vuelta. El 7 % cree en Rahmatullah Nabil, en tanto que solamente el 9 % cree que pueden ser Abdullah Abdullah y Mohammad Haneef Atmar.

Es una lástima para los electores, que quisieran ver una alternativa fuerte a Ghani, cuyo gobierno no ha cumplido sus promesas de reforma y una batalla contra la corrupción en cinco años.

Haneef Atmar, el más probable contendor de Ghanim es otro político pastún que ha tenido un tono conciliador con grupos conservadores extremos, incluido el Talibán, que está ansioso de volver a la mesa de conversaciones.

Por su parte, Abdullah, el antiguo líder de la Alianza del Norte, atrae más la atención por su atuendo que en su propuesta.

Tuve el placer de conocer a su Excelencia António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, en un alto del Foro Económico Mundial. Le agradecí por el rol constructivo de Naciones Unidas en Afganistán.
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Sería grandioso que te unieras a la moda y el modelaje como tu futuro trabajo.

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