Las últimas dos semanas marcaron un incremento de discusiones en torno a la reciente campaña de Geenpeace dirigida contra Nestlé por su uso de aceite de palma que resulta en un impacto altamente destructivo sobre el medio ambiente. La campaña comenzó con un video viral subido a YouTube y alojado en el sitio principal de la organización, mostrando la escena de una oficina en la que un empleado está comiendo una barra sangrante de KitKat refiriéndose a las consecuencias de la marca de los orangutanes.
¿Un descanso? de Greenpeace Reino Unido en Vimeo.
En respuesta a esta crítica, Nestlé exitosamente solicitó que el video fuera retirado de YouTube. Las reacciones tanto al viral original como a la respuesta de la marca se trasladaron al grupo en Facebook de Nestlé, donde los administradores dejaron en claro que las opiniones negativas serían suprimidas y recordaron a los aficionados que el uso de cualquiera de los logos de la compañía, creativamente rediseñados, es ilegal. El bloqueo de correos electrónicos enviados a la organización también se mencionó.
Todo el tema generó muchas críticas acerca de la libertad de expresión en general, pero también hacia Nestlé como organización, incluyendo los comentarios de un especialista de medios sociales sugiriendo las medidas adecuadas -algunas de ellas en los medios masivos, algunas en el grupo en Facebook de Nestlé.
Mientras tanto, Greenpeace se ha convertido en un caso de estudio de cómo llevar a cabo una exitosa campaña en línea con el uso de herramientas de presupuesto relativamente bajo, estrategias de respuestas en tiempo real, así como ideas creativas.
Además, el pasado viernes 25 de Marzo su otra campaña en línea, AirPlot resultó exitosa -un tribunal británico ha detenido los planes para el desarrollo futuro del Aeropuerto de Heathrow.
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