El problema con el nacionalismo ruso

En la primera década después del comunismo, Rusia se esforzó en buscarle un nuevo marco a una de las fiestas más importantes de la Unión Soviética: el Día de la Revolución de Octubre [ru], que se celebra el 7 de noviembre. Después de años de considerar nuevos nombres para la celebración, el Kremlin reinstituyó en 2005 el 4 de noviembre como Día de la Unidad Popular para sustituir el problemático aniversario comunista. Hubo muchas críticas al gobierno por (re)introducir otra fiesta con un significado simbólico que pocos rusos contemporáneos son capaces de apreciar.

Este año, el Día de la Unidad hizo honor a su nombre, aunque de una forma bastante inesperada. En 46 ciudades rusas [ru], Moscú entre ellas, unas 30 000 personas tomaron parte en manifestaciones convocadas por la extrema derecha. Aunque esta cifra solo representa una parte infinitesimal de la población total del país, estos grupos extremistas del día de la unidad han conseguido atraer partidarios en todo el país. El panorama nacional de las manifestaciones es impresionante; han abarcado el país de este a oeste, pasando por todos los climas y demografías. Los organizadores del movimiento insisten en que el número de ciudades en las que hubo manifestaciones llegó a 70, reuniendo más de 15 000 personas solo en Moscú.

sofia_vb_88, usuaria de LiveJournal, argumenta que el activismo de extrema derecha crece en Rusia no solo en número, sino también en audacia. La marcha de este año se produjo a pesar de los intentos de las autoridades por restringirla. De hecho, en Pyatigorsk varios activistas fueron arrestados [ru] en la puerta de su casa antes incluso de que comenzara la marcha en esa ciudad. Que el movimiento siga atrayendo seguidores a pesar de las presiones policiales hace pensar que existe una amplia red capaz de repoblar sus filas cuando se producen arrestos.

Niño en una marcha nacionalista. Moscú, 4 de noviembre de 2012. Foto de RiMarkin, CC 2.0.

Los activistas de extrema derecha también han lanzado una página web [ru] en LiveJournal, en la que los moderadores reúnen escrupulosamente los mensajes de simpatía hacia el movimiento. En opinión de esta autora, la calidad de redacción es notable para una campaña de bases y se acerca a la de un periódico escrito por voluntarios.

Una de las características más confusas del extremismo nacionalista ruso es su aparente obsesión con los símbolos y la estética nazi. Cuando la URSS venció a la Alemania fascista, fue una coalición de muy diversas etnias la que llevó al Ejército Rojo a la victoria. ¿Por qué querría alguien valorar la Gran Guerra Patriótica como un triunfo solo de los rusos, y por qué hacerlo enarbolando la bandera del enemigo?

El propio movimiento muestra una gran confusión sobre lo que une a sus partidarios. En las fotografías de la marcha pueden verse signos e insignias tomadas de fascistas, zaristas e incluso celtas. Dicho esto, los líderes de la marcha ofrecen una idea esencial bastante simple: «Rusia para los rusos», un concepto del que no están lejos muchos internautas. No obstante, otros se muestran escépticos sobre los nacionalistas dispuestos a poner en práctica el lema. En concreto, los medios y métodos propuestos por la extrema derecha provocan temor.

Los fotoblogueros no han perdido la oportunidad de cubrir las marchas del día de la unidad. Los lectores pueden encontrar informes de mikle1, politrash-ru, zyalt y viktorlevanov (por decir algunos). Mikle1 comenta:

Вот посмотришь на лица этих людей, послушаешь их лозунги, и понимаешь – это не борцы за Русский Мир. И не защитники русских и России. Это люди или психически неадекватные, или донельзя малограмотные, или желающие под красивыми лозунгами бить, резать, стрелять. […] Они не едут на Кавказ добровольцами, не записываются в контрактники. Они выходят на улицы русских городов с призывами гнать своего соседа-инородца. Или не инородца – просто рожей не вышел или фамилия неправильная.

Miren las caras de esa gente, escuchen sus lemas y comprenderán que no defienden el mundo ruso. Y no defienden a los rusos o a Rusia. Esa gente es retrasada mental, completamente ignorante o [simplemente] lo que quiere es ir pegando, cortando y disparando [a la gente] al ritmo de bonitos eslóganes. […] No se presentan voluntarios [para servir] en el Cáucaso ni se presentan voluntarios para el ejército. Salen a la calle, pretendiendo expulsar a sus vecinos que no sean rusos. O [a veces] ni siquiera a los extranjeros, sino a gente con una cara o un nombre que no les guste.

Filmando con una cámara oculta, el bloguero viktorlevanov fue especialmente sarcástico en sus comentarios:

 Когда попал вчера на Русский Марш, подумал, что на Хэллоуин пришел – столько колоритных персонажей и все в масках.

Cuando ayer fui a la Marcha Rusa, se me ocurrió que había llegado a una fiesta de Halloween: tantas personalidades coloridas, todas con máscaras.

En una marcha nacionalista, Moscú, 4 de noviembre de 2012. Foto de RiMarkin, CC 2.0.

Levanov bromeaba con que los manifestantes se defendían de una epidemia de gripe, incidiendo en el hecho de que muchos de ellos llevaban mascarillas hospitalarias para ocultar su identidad y aparentar un ambiente de peligro.

El bloguero avmalgin [ru] cuestionó la capacidad de los extremistas rusos, haciendo notar que las sociedades más desarrolladas de Europa han luchado con su propio «problema musulman», hasta ahora sin éxito:

В Европе умные люди не могут сдержать исламизацию, а в Москве идиоты – смогут?

¿La gente inteligente de Europa no es capaz de contener la islamización y esos imbéciles de Moscú lo van a conseguir?

Comentando el artículo de Malgin, el bloguero tovbot [ru], que no es ruso, describía su experiencia como miembro de una minoría étnica en la URSS:

 Я учился в советской школе в национальной республике и знаете – у нас даже не было урока родного языка, мы учили только русский язык и литературу. Мы не учили историю своего народа, мы учили историю России и русского народа.

Yo estudié en una escuela soviética en una de las repúblicas de la URSS, y saben, no había una sola clase en nuestra lengua nativa: solo estudiamos el idioma ruso y la literatura rusa. No aprendimos la historia de nuestro pueblo: estudiamos la historia de Rusia y del pueblo ruso.

En su intento de reunir simpatizantes en torno a la idea de la superioridad rusa, los líderes de los grupos nacionalistas parecen querer dar marcha atrás al reloj y adoptar una visión fundamentalmente soviética de la historia, blanqueando una compleja serie de éxitos y fracasos en asuntos étnicos, con el fin de simplificar el pasado. Allí radica el mayor problema de los nacionalistas: como otras muchas facciones de la sociedad rusa, han sido incapaces de conciliar la herencia soviética y el presente postcomunista. La confusión sobre los símbolos nacionalistas es solo uno de los innumerables síntomas que todavía arrastra Rusia. Antes de que cualquier movimiento social represente un serio problema para la élite gobernante del país, tendrá que diferenciarse en esta cuestión esencial.

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