El 22 de marzo el gobierno brasilero desplegó [pt] 60 personas de la policía y del ejército en las tierras del pueblo indígena de Munduruku en la cuenca del río Tapajós. Activistas y bloggeros creen [en] que el objetivo es asegurar la realización de estudios de impacto de la construcción de otra central hidroeléctrica en la amazonia. «Créditos de carbón Munduruku» han sido comprados por inversionistas privados internacionales como informó [pt] ‘Pública’.