El autor nigeriano Albert Chínụ̀álụmọ̀gụ̀ Àchèbé, más conocido como Chinua Achebe, cuya internacionalmente elogiada obra dio a los africanos una voz y destruyó los moldes del colonialismo, murió el 22 de marzo de 2013 [en]. Tenía 82 años.
La trascendental novela de Achebe, «Things fall apart» [Todo se desmorona], fue una de las primeras novelas africanas escritas en inglés en lograr éxito mundial. La novela, publicada en 1958, ha sido traducida a más de 50 idiomas.
Como testimonio del profundo impacto de su trabajo, la muerte de Achebe ha sido lamentada [en] en todo el mundo.
Dos contemporáneos literarios de Achebe – Wole Soyinka y J. P. Clark – lamentaron la pérdida de su «hermano» [en] en el sitio web africano de entretenimiento Bella Naija [en]:
Para nosotros, la pérdida de Chinua Achebe es, por sobre todo, intensamente personal. Hemos perdido un hermano, un colega, un pionero y un valiente luchador. Del ‘cuarteto pionero’ de la literatura nigeriana contemporánea, dos voces se han silenciado – una, la del poeta Christopher Okigbo, y ahora la del novelista Chinua Achebe.
Tal vez sea difícil para los ajenos a ese círculo íntimo apreciar este sentido de disminución, pero nos consolamos con la generación de jóvenes escritores a los que hemos pasado la posta, los que ya han asegurado creativamente que no hay quiebre en la continuación de la vocación literaria. Necesitamos destacar esto en un momento crítico de la historia nigeriana, donde las fuerzas de la oscuridad parecen eclipsar la iluminación de la existencia que la literatura representa.
Para Dwight Garner [en], crítico literario de New York Times, Achebe merece ser llamado el padre de la literatura africana moderna:
El señor Achebe fue un mentor y un modelo a seguir para una generación de escritores africanos — a menudo se hace referencia a él como el padre de la escritura africana moderna. Pero como muchos novelistas que encuentran éxito con un libro temprano, el señor Achebe se encontró definido casi exclusivamente por “Things Fall Apart”.
Han pasado más de 50 años desde la publicación de esta novela pionera del señor Achebe; de todas maneras, para un público occidental, ya no parece representar a la escritura africana como un todo. Su talento y éxito han ayudado a engendrar una selección de escritores poscoloniales de todo el continente. Entre los talentosos jóvenes escritores nigerianos que lo citan como influencia están Chimamanda Ngozi Adichie, Adaobi Tricia Nwaubani y Lola Shoneyin.
La autora Chimamanda Ngozi Adichie escribió un conmovedor elogio [en] para Achebe en idioma igbo en el blog Farafina Books:
Ife mee. Nnukwu ife mee. Chinua Achebe anabago. Onye edemede nke di egwu, onye nnukwu uche, onye obi oma. Keduzi onye anyi ga-eji eme onu? Keduzi onye anyi ga-eji jee mba? Keduzi onye ga-akwado anyi? Ebenebe egbu o! Anya mmili julu m anya. Chinua Achebe, naba no ndokwa. O ga-adili gi mma. Naba na ndokwa.
Un árbol ha caído. ¡Un poderosos árbol ha caído! Chinua Achebe ya no está. El inimitable herrero, el sabio, el hombre bueno. Ahora, ¿quién está para que podamos presumir? ¿Quién será nuestra muralla? ¡Cómo caen los poderosos! Mis ojos están inundados de lágrimas. Chinua Achebe que tu alma descanse en paz. Está todo bien contigo. Descansa en paz [traducción hecha por Mazi Nnamdi Nwigwe].
Los autores nigerianos han perdido a un amigo y un mentor, se lamentó [en] Remi Raji, presidente de la Asociación de Autores Nigerianos [en], en el sitio web de la organización:
Águila en iroko, el maestro-artista, el convincente estilista del idioma inglés ha dejado el mundo de la carne, se fue en medio de un reavivado discurso del destino de nuestra nación nigeriana. Y fue un día simbólico. En la conmemoración del Día Mundial de la Poesía de la UNESCO, todo se desmorona en el firmamento de la literatura nigeriana y africana. Ciertamente, un día sombrío, la devastadora realidad, el final de todo un capítulo en la historia de la literatura africana. Adieu Chinua Achebe, adieu irremplazable hijo de África.
El poeta y ensayista Niyi Osundare [en] celebró a este valioso hijo de África en el sitio web de noticias Plataforma Ciudadana:
Pero si la fuerza y el rango puro de la ficción de Achebe le dio una voz a África, la intrépida verdad de sus intervenciones críticas desafiaron tantos mitos y falsedades deliberadas acerca del continente más malinterpretado y negligentemente maltratado del mundo.
Achebe sabía, y trató de hacer que nosotros supiéramos, que los africanos seguirán como meros objetos de las historias contadas por otros, hasta que los africanos empezaran a contar sus propia historia a su manera –sin dejar afuera al resto del mundo. Achebe retó a la filosofía de ficción del siglo XX como un bello objeto de arte, y llegó con trabajos que llevaron la condición humana a primer término y contaron a un sorprendido mundo que, en verdad, el Emperador ¡estaba desnudo! Presentó un pedido por la urgente necesidad de una entidad llamada ‘arte aplicado’ y nos alentó a mirar el Formalismo triunfalista a la cara y pedir ver su pasaporte. Sí, Achebe le dijo a un mundo vendido a la mística del arte por el arte que ciertamente es posible ser un novelista logrado que también es un profesor.
Richard Dowen [en] escribió en el sitio web Argumentos africanos que Achebe tenía muchas semejanzas con Nelson Mandela:
Una conversación con Chinua Achebe era un asunto profundo, lento y gracioso. Era excesivamente cortés y siempre escuchaba y reflexionaba antes de contestar. En sus últimos años, hablaba aun más despacio y suavemente, saboreando las paradojas de la vida y la historia. Hablaba en oraciones largas, claras, simples que a menudo terminaban en una profunda y triste paradoja. Entonces esos ojos extraordinarios centelleaban, su cara usualmente muy solemne se rompía en una sonrisa enorme y se reía entre dientes.
Tenía en él algo de Nelson Mandela. Ambos tenían la capacidad de parecer muy severos y solemnes para luego romper en una enorme sonrisa. Ocurrió cuando se conocieron en Sudáfrica, me contó su hija Nwando. Al comienzo, los dos hombres solamente se miraron y luego arrancaron a reír como si reconocieran su hermandad. Ambos, románticos por las tradiciones de África, hablaron y hablaron. Mandela había leído Things Fall Apart cuando estaba en la prisión en Robben Island y dijo de Achebe: “El escritor en cuya compañía cayeron los muros de la prisión”.
La Universidad de Nigeria declaró un periodo de duelo por Achebe, quien se desempeñaba como catedrático ahí. Según el vicecanciller [en] de la universidad, Achebe le dio una voz no solamente a África sino también a toda la civilización humana:
El profesor Achebe era uno de los titanes académicos cuya presencia en la facultad servía como faro de luz que el mundo arrojaba a la Universidad de Nigeria. Enseñaba en el Departamento de Inglés, y también realizaba investigaciones en el Instituto de Estudios Africanos.
Luego del histórico libro Things Fall Apart que le dio una voz a la literatura africana y su pueblo, Achebe continuó su obra pionera con la fundación de Okike, primordial diario de literatura africana que originó las carreras de muchos escritores distinguidos. Su trabajo en investigación importante en las culturas de igbo y diversos grupos en el Instituto de Estudios Africanos luego cimentó la reputación de la Universidad de Nigeria como un centro de aprendizaje liberal en las mejores tradiciones. En su trabajo, Achebe dio al idioma, cultura y pueblo de la tierra igbo, una universalidad que lo posicionó como uno de los mayores grupos étnicos de la civilización humana.
Ije oma, Albert Chínụ̀álụmọ̀gụ̀ ÀchèbéBulu anya anyi n'ala mmuoKa anyi bulu anya gi n'ala ndi di nduOkeosisi adaUmu nnunu eju ofiaKachifo Ogbuefi Achebe
Travesía segura, Albert Chinualumogu AchebeQue tus ojos estén en la tierra de los muertosMientras seremos tus ojos en la tierra de los vivosUn gran iroko ha caídoLos pájaros están esparcidos en el bosqueBuenas noches, Ogbuefi Achebe