Cuando el denunciante estadounidense Edward Snowden se reveló ante el periódico The Guardian como la persona responsable de las filtraciones sobre los programas altamente secretos de vigilancia de comunicaciones telefónicas e Internet en EE.UU., explicó que había huido a Hong Kong por su «vivo compromiso con la libertad de expresión y el derecho a la discrepancia política» [en].
Aun así, algunas personas en Hong Kong ponen en duda la voluntad del gobierno de acoger a este joven de 29 años, especialista en tecnología y ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Snowden, quien se ha expuesto al riesgo de ser enjuiciado en EE.UU. por haber revelado su identidad, afirma ser quien filtró documentos secretos al periódico británico The Guardian y al periódico estadounidense The Washington Post, en los que quedan descritos dos de los programas de espionaje confidenciales de la agencia. El 5 de junio de 2013, el periódico The Guardian informó que, en el marco de una orden judicial secreta, la NSA estaba recabando información [en] sobre todas las llamadas telefónicas realizadas a través de la principal compañía telefónica estadounidense Verizon.
Al día siguiente [en], ambos periódicos informaron [en] que, como parte de un programa secreto denominado PRISM, la NSA tenía acceso directo a los servidores de nueve importantes empresas de Internet, incluidas Google, Facebook, Apple y Skype, de manera que la agencia tenía la posibilidad de recolectar correos electrónicos, historiales de búsquedas, chats en vivo y otras informaciones de los internautas sin que fuera necesario conseguir una orden judicial para cada caso. Las empresas niegan [en] haber estado en conocimiento del programa.
El Presidente Barack Obama y la NSA defienden [en] la legalidad [en] de estos programas. Sin embargo, abogados especializados en el derecho a la privacidad y en los derechos digitales alegan que la vigilancia contraviene a la Cuarta Enmienda a la Constitución de Estados Unidos [en], que es una protección contra allanamientos e incautaciones fuera de lo razonable, y al derecho a la privacidad [en], consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Los políticos locales en Hong Kong están divididos [en] respecto de lo que harán con Snowden ahora que se ha refugiado en la ciudad. Hong Kong, región administrativa especial de China con un sistema jurídico propio y una tradición arraigada en el ámbito de la libertad de expresión, sirve frecuentemente de refugio a los disidentes políticos de la China continental, pese a la creciente influencia de Pekín.
El jefe del partido liberal democrático Partido Cívico [en], Alan Leung, respondió diciendo que «deberíamos considerar [la llegada de Snowden] como un halago», mientras que la legisladora en favor del gobierno, Regina Ip, recomendó que Snowden dejara Hong Kong, pues la ciudad ha firmado un tratado de extradición con EE.UU.
Los medios de comunicación y organizaciones de periodistas están presionando al gobierno para que éste apoye a Snowden. El Club de Corresponsales Extranjeros en Hong Kong publicó una declaración [en] haciendo hincapié en que la presencia de Snowden en la ciudad es «potencialmente una prueba para el gobierno de la región administrativa especial, que deberá demostrar su compromiso con la libertad de expresión y la libertad de prensa», y que sus miembros seguirían vigilando:
No se sabe cuál es el paradero exacto de Snowden. No obstante, si saliera a la luz que se ha quedado en Hong Kong, el Club de Corresponsales Extranjeros vigilará de cerca el manejo de este asunto por parte del gobierno de la región administrativa especial y particularmente el modo en que responderá a cualquier presión de las autoridades tanto de Washington como de Pekín para restringir las actividades de Snowden e impedir su acceso a los medios de comunicación.
Hong Kong In-Media, un grupo para la defensa de los medios de comunicación independientes y de los ciudadanos, también publicó una declaración exigiendo que el gobierno de Hong Kong brinde protección a Snowden. La traducción de los argumentos [zh] de la organización se expone a continuación:
1. El secreto filtrado por Snowden atañe a la privacidad y a los derechos de todos los internautas del mundo. El supuesto «delito» que ha cometido es de carácter político y el gobierno de la región administrativa especial debe brindarle protección desestimando la solicitud de extradición de Snowden formulada por el gobierno de EE.UU.
2. Snowden no ha hecho daño a nadie. De hecho, ha dado a conocer al mundo cuán vulnerables son los internautas y ha contribuido a promover una mayor comprensión sobre la «guerra cibernética» existente entre países como EE.UU., Rusia y China. Muchos estadounidenses lo consideran como un defensor de los derechos humanos y el gobierno de Hong Kong debe resistir a la presión ejercida por EE.UU y brindarle protección.
3. En cualquier caso, si Snowden fuera deportado y volviera a Estados Unidos, sería probablemente sometido a los mismos tipos de tortura que sufrió Bradely Manning tras haber filtrado cables diplomáticos de EE.UU. a Wikileaks. Manning fue arrestado hace tres años y permaneció encerrado en una jaula para animales de ocho pies cúbicos durante dos meses, mientras era transportado a Kuwait. Durante los nueve meses de detención en la base de la marina de Virginia, fue sometido a régimen de aislamiento [en] y expuesto a situaciones extremas, pasar noches enteras con la luz encendida, dormir sin manto, y permanecer en detención desnudo. Uno de los máximos expertos de la Naciones Unidas en materia de tortura dijo que «Manning había sido objeto de tratos crueles, inhumanos y degradantes» y «sometido a un asilamiento excesivo y prolongado» [en].
4. Snowden cree que esta ciudad ha mantenido el valor universal de la libertad de expresión y que le brindará protección. El gobierno de Hong Kong también debe defender este valor fundamental.
5. Si el gobierno de la región administrativa especial no facilita una protección apropiada a Snowden, se convertirá en el enemigo de todo quien crea en la democracia y la libertad.
Numerosos habitantes de Hong Kong se han mostrado escépticos en cuanto a la decisión de Snowden y han sugerido que debería optar por Venezuela, Ecuador o incluso Rusia, pues el gobierno de la China continental tiene demasiada influencia en Hong Kong. China no arriesgará su relación con EE.UU. brindando protección a Snowden, vaticinan.
Aun así, si la intención de Snowden es captar la atención de los medios de comunicación, Hong Kong es una de las mejores opciones, afirma Kahon Chan en un comentario publicado en un difusor de noticias en línea [zh]:
Si se toma la seguridad personal como prioridad, Hong Kong no es la mejor opción. Aun así, esta podría no ser la prioridad de Snowden. Si tiene que defender su condición de refugiado ante la justicia, tendrá buenas posibilidades de salir ganando, pues nuestro sistema de justicia es muy transparente.
Tiene dos oportunidades para interponer un recurso y, cada vez, captará la atención de los medios de comunicación en el mundo.
En la página web inmediahk.net [zh], Ronald Yick explicó por qué, a fin de cuentas, Hong Kong no es una mala opción:
1. Hong Kong es el centro de los medios de comunicación internacionales y cuenta con una gran número de embajadas. Puede comunicarse fácilmente con las comunidades anglófonas para conseguir información o apoyo.
2. Los ciudadanos estadounidenses pueden permanecer en Hong Kong sin visa durante 90 días. Tiene tiempo suficiente para conseguir apoyo. Aunque el gobierno de Hong Kong decida deportarlo, no le resultará difícil desplazarse hacia un tercer país, dado que tenemos muchos vuelos internacionales directos.
3. En comparación con otros países como Singapur, la ciudad goza de un entorno favorable a la libertad de expresión.
4. Hong Kong ha ratificado varios tratados de las Naciones Unidas, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Finalmente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados tiene una oficina en Hong Kong.
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