El sexismo en Jamaica muestra su fuerza mientras las metidas de pata en cuestión de género causan revuelo en el público

AJ Nicholson, Minister of Foreign Affairs and Foreign Trade, Jamaica. Photo by The Commonwealth, used under a CC BY-NC-ND 2.0 license.

AJ Nicholson, ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, Jamaica. Foto de The Commonwealth, usada bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0.

Jamaica es conocida por muchas cosas: su música y su cultura, el legado de sus héroes, sus contribuciones literarias, su dominio internacional en pista y campo, e incluso los pronunciamientos homofóbicos de sus políticos. Más recientemente, las ideas misóginas de algunos líderes jamaiquinos, tanto de sectores públicos como de privados, se han destacado gracias a dos eventos: la decisión de una prestigiosa escuela masculina de no permitir a mujeres asistir a su comida anual y una descolorida observación sobre violación de parte de un miembro del parlamento.

Hablando del primer incidente en su blog, el escritor Kei Miller dibujó una conexión entre poder y género en Jamaica:

[…] it’s rather incredible to me that so many Jamaicans are dismissive of recent and fair objections being levied at one of our oldest high schools – Kingston College – whose Old Boys have decided, despite recent progressive policies, to revert to an older and regressive policy and host an all-male annual dinner.

Me parece casi increíble que tantos jamaiquinos sean tan despectivos de las recientes y justas objeciones que se levantan sobre una de nuestras escuelas secundarias más antiguas, el Kingston College, cuyos viejos chicos han decidido, a pesar de las recientes políticas progresistas, regresar a una antigua y retrógrada política y servir una comida anual sólo para hombres.

Si el Kingston College hubiera invitado sólo alumnos a la comida, probablemente no hubiera habido problema. El resultado, una reunión mayormente masculina, hubiera sido mayormente lo mismo, ya que la mayoría de las escuelas jamaiquinas están segregadas por género. Lo que pasó, en cambio, fue diferente. No alumnos fueron bienvenidos a la comida, siempre y cuando fueran hombres. 

La conferencista universitaria Dra. Carolyn Joy Cooper criticó la prohibición de mujeres en la comida con un poco de humor sobre el pánico gay, bromeando sobre la latente homosexualidad de los organizadores que muestra tal decisión:

I have great respect for the KC old boys who have proudly come out and made their sexual preference absolutely clear. The female sex is not for them.

Tengo un gran respeto por los viejos chicos del KC quienes orgullosamente han salido y aclarado su preferencia sexual. El sexo femenino no es para ellos.

Dada la reputación de homofobia de Jamaica, la broma naturalmente molestó a algunas personas. Miller por ejemplo, piensa que puede haber perdido su marca, que era lo importante:

…Though I know her politics are much more complicated than that, it kinda grieves my heart to see sexuality being used – even if jokingly – as a way to send coded insult to the Old Boys who really do deserve insulting. It reinscribes the idea of homosexuality as something worthy of public shame and ridicule. Perhaps in this, Cooper’s irresponsible joking is not wildly different from AJ Nicholson’s flexi-rape joke. Both represent humour at the expense of vulnerable people.

Aunque sé que su política es mucho más complicado que eso, como que entristece mi corazón ver que la sexualidad se usa, aún si es en broma, como una forma de enviar un insulto codificado para los Viejos Chicos que realmente merecen insultos. Esto realza la idea de la homosexualidad como algo digno de vergüenza y ridículo público. Tal vez en esto, la broma irresponsable de Cooper no es tan diferente de la broma sobre la violación flexible de AJ Nicholson. Ambas representan humor a expensas de la gente vulnerable.

Esto nos lleva al parlamento. En un debate acerca de la facturación sobre el trabajo flexible, la Senadora Marlene Malahoo-Forte sugirió que las mujeres que salen de su trabajo después de oscurecer pueden estar en mayor riesgo de asaltos sexuales. Arnold Joseph Nicholson, quién encabeza el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, respondió con una broma frívola sobre la «violación flexible». Nicholson retiró sus comentarios eventualmente bajo la insistencia del presidente del senado y fue presionado a dar una disculpa púbilca, cuando se enfrentó a una crítica extendida con respecto al incidente. Miller lo llamó «una de las disculpas más hipócritas que uno puede exhibir».

Algunos grupos pidieron la renuncia de Nicholson y su aprobación pública se ha evaporado después de revelarse que mandó correos amenazantes a otras senadoras sobre este incidente. Twitter se llenó de comentarios, muchos de los cuales vienen de mujeres que encuentran vergonzosa la conducta de Nicholson:

¡Violación Flexible! AJ Nicholson ¡QUE VERGUENZA!

¡La Senadora Kamina Johnson Smith tiene razón! PNPwomen PMSimpsonMiller silencien a AJNicholson. El comentario de la violación flexible es sacrílego.

Un usuario de Twitter notó que los grupos de mujeres y políticas femeninas estaban extrañamente en silencio sobre el asunto:

¿Dónde están los grupos de mujeres, especialistas en género, iglesias, políticas femeninas, para el comentario sobre violación flexible de AJ Nicholson?

Reto a la Primer Ministro de Jamaica, a la Ministro de Cultura, a la Ministro de Información a revisar inmediatamente el comentario de violación flexible de AJ Nicholson.

Estos dos eventos al parecer sin relación han sido capaces de atraer la atención a la perdurable actitud patriarcal que aún hace que algunos hombres jamaiquinos piensen que tienen el derecho a menospreciar a las mujeres, deshumanizarlas, y discutir sobre ellas sólo en términos sexuales. Gracias a las plataformas de Internet, afortunadamente, aquellos sin poder y recursos de instituciones y del estado son capaces de discutir este asunto en formas que habrían sido imposibles hace una década.

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