El panorama político peruano luego de la primera vuelta presidencial

Elecciones Perú. Foto de Globovisión en Flickr. Usada bajo licencia CC 2.0

Elecciones Perú. Foto de Globovisión en Flickr. Usada bajo licencia CC 2.0

Esta es una adaptación de la versión original de esta nota publicada en el blog Globalizado de Juan Arellano.

Las elecciones presidenciales peruanas se celebraron el pasado domingo 10 de abril de 2016. Con 10 candidatos participantes, se esperaba que ninguno ganara en primera vuelta y que la controvertida candidata Keiko Fujimori sacara la mayor votación. Efectivamente esto se confirmó cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales anunció que el conteo oficial, con el 99% de las actas procesadas, daba a Keiko Fujimori del partido Fuerza Popular el 39,81%, a Pedro Pablo Kuczynski o «PPK», del partido Peruanos por el Kambio el 21% y Verónika Mendoza del Frente Amplio 18.83%.

Así, la segunda vuelta electoral que se llevará a cabo el domingo 5 de junio se dará entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Ambas opciones están a favor de mantener el actual modelo económico neoliberal que impera en el Perú desde el gobierno del expresidente Alberto Fujimori, actualmente preso por delitos de corrupción y contra los derechos humanos.

Keiko Fujimori en sus primeras declaraciones postelectorales manifestó que «este nuevo mapa político nos dice que el Perú quiere la reconciliación, no quiere más peleas». Luego agradeció a sus simpatizantes desde su página en Facebook:

¡Muy agradecida con el gran apoyo que nos han demostrado en las ánforas!
Reafirmo mi compromiso por un Perú unido, reconciliado y más justo.
‪#‎ElFuturoEstáEnMarcha‬

Desde el lado de la derecha las reacciones han sido exultantes. Erick Yonatan Flores Serrano, escribió para el blog Catarsis y Harakiri manifestando su alegría por la derrota de la izquierda.

El rechazo al oscurantismo ideológico siempre es positivo. Solo esto me brinda el confort y la seguridad de que en el Perú, al menos por cinco años más, evitaremos el naufragio venezolano. Si bien es cierto, mejoras en materia de libertad individual y propiedad privada no habrán, tengo muy claro los resultados del socialismo. Es por eso que sigo celebrando. Y para terminar, no puedo dejar de decir que, el mismo hecho de ser libertario, siempre me deja en la condición de oposición, no importa si gobierna una derecha más tecnócrata o una derecha más política, a mí me da igual, el estatismo siempre es el problema, el Estado, el enemigo. Sin embargo, hoy sólo hay espacio para la tranquilidad, tendremos papel higiénico y comida, eso es importante. Un patada en el hocico del socialismo.

Aunque la candidata izquierdista, Verónika Mendoza, quien proponía un cambio del modelo económico, no pudo llegar a segunda vuelta, su partido se marcó victorias en varios de los departamentos del sur andino del país, donde están algunas de las zonas de mayor pobreza. Dicho voto, a decir de algunos analistas, expresa el descontento de esta región con el gobierno de las últimas décadas.

Ahora toca ver que estrategias electorales muestran los candidatos que han pasado a segunda vuelta. Si bien en el tema económico hay variantes más de forma que de fondo, hay varios otros asuntos que pueden explotarse para marcar diferencia.

Otro aspecto a considerar es el de las alianzas que podrían concertarse para sumar votos. Hace unas semanas se especulaba que PPK era el único candidato que podía ganarle a Keiko en segunda vuelta. Ahora se verá que tan cierta o falsa era dicha afirmación.

PPK no es un personaje que cuente con el favor de los sectores progresistas. Se le acusa de haber favorecido a varias empresas extranjeras a lo largo de su carrera como funcionario del Estado, incluso como primer ministro. Por otra parte, el hecho de llevar en su plancha presidencial a Mercedez Araoz como vicepresidenta, a quien se le atribuye ser una de las responsables políticas del Baguazo (un conflicto en la zona de Bagua que dejó más de 40 muertos) tampoco ayudará a tender puentes hacia sectores indígenas.

En el portal de blogs La Mula se preguntan cuáles serán las movidas de PPK:

A PPK le toca un camino arduo, sobre todo en el sur, donde su rival electoral del Frente Amplio, Verónika Mendoza, tercera en los resultados generales, ganó en seis regiones […] En ese sentido, a Kuczynski le toca diseñar una nueva estrategia para vencer todas las resistencias que genera su candidatura en varias regiones claves del Perú. ¿Con quiénes estará dispuesto a hacer alianzas PPK? Así como Keiko Fujimori pretendió ‘caviarizarse’ en la Universidad de Harvard, ¿él hará lo mismo?

En cuanto a los motivos del gran porcentaje de votos a favor del fujimorismo, hay que tener en cuenta la alta tolerancia en el Perú hacia la corrupción, perfectamente ejemplificada en la popular frase «roba pero hace obra«. En forma similar, los derechos humanos no son tampoco un tema medular para el votante promedio, más interesado en que la economía no regrese a las épocas de la hiperinflación.

Es en este contexto que la campaña de Keiko Fujimori ha calado entre sectores de la población que por un lado recuerdan con simpatía el gobierno de su padre, y por otro lado temen el descalabro económico, el regreso del terrorismo (desde 1980 hasta el 2000 Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru realizaron ataques contra el Estado y pueblo peruanos), pero por sobre todo son básicamente pragmáticos al momento de votar. Si bien el movimiento anti-Keiko ha logrado convocar a mucha gente mediante el recuerdo constante de los delitos del expresidente Fujimori, y la probabilidad de que la historia se repita en un eventual gobierno de su hija, esto evidentemente, no ha sido suficiente para disminuir su popularidad.

En un artículo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, CELAG, analizaron los resultados electorales. En el apartado del fujimorismo, además de llamarlo un «divisor de aguas» y un “populismo de derecha eficaz”, comentarpn:

Quien lidera [Keiko Fujimori], parece tener una lectura muy clara, a pesar de las 6 denuncias por entrega de dádivas sustentadas con material audiovisual. Y ha logrado con éxito proyectar la cuestión de la inseguridad como el nuevo “otro” con quien establecer una remake de la cruzada que su padre establecería con Sendero Luminoso, llegando incluso a exterminar pueblos enteros. La inseguridad, el nuevo terrorismo. En su discurso, la candidata a la presidencia de Perú, Keiko Fujimori, pidió a los ciudadanos que se termine con las diferencias políticas y apuesta por la “reconciliación”, pero justamente su éxito radica en haber sabido canalizar el reclamo de la población que identifica a la inseguridad como su principal problema, y estaría dispuesto a consentir excesos siempre y cuando se aleje de sus antiguos fantasmas otrora guerrilleros, hoy delincuentes.

Perú está en lo que se puede llamar el retorno del fujimorismo, pues aparentemente tendrá también mayoría en el Congreso. Además, Kenji Fujimori, hermano menor de Keiko, es el congresista más votado, lo que puede convertirlo en el presidente del Congreso. Algunos políticos expresan su preocupación por el poco espacio que quedará para hacer oposición, sin mencionar el control total que podría ejercer la bancada fujimorista.

La web satírica El Panfleto llama a esto una gran vergüenza y dice que no hay nada que celebrar:

Si algunas políticas de Estado se vieron detenidas por la presencia del conservadurismo, ahora va a ser peor. Sin contar al resto de parlamentarios anclados en la hipocresía de las otras chinganas que quieren pasar como partidos, sólo el fujimorismo va a alcanzar a más de 60 curules. Así, de la mano de ellos es posible olvidarse de la legislación en materia de unión civil, de aborto en casos de violación, de la reforma al régimen laboral, de la reforma misma del Estado, de los cambios que requiere la normatividad electoral, tanto como la de partidos políticos, entre otras. Se vienen cinco años de oscuridad […] las calles serán más que necesarias para defender lo que nos corresponde. Tocará marchar, una y otra vez.

Para el periodista, escritor y asiduo usuario de Facebook, Gustavo Faverón, el futuro es aún peor.

La gente tiene una confusión con esto de votar por Kuczynski para que no salga Keiko Fujimori. El fujimorismo va a gobernar el Perú los próximos cinco años de todas maneras. Tendrá mayoría absoluta en el Congreso y, en caso de no tenerla, la conseguirá con solo comprarse uno o dos tránsfugas del partido de Acuña o cualquier otro hueco semejante. Si Keiko Fujimori gana la segunda vuelta, será el regreso de los 90. Si gana Kuczynski, necesitará los votos del fujimorismo en el Congreso. Aliarse con todos los demás no le dará mayoría; solo el fujimorismo le dará mayoría. Así que no solo Alberto Fujimori estará libre dentro de muy poco. Alberto Fujimori va a estar decidiendo el futuro del país en cualquier momento, ya sea a través de su hija o a través de su títere gigante.

El anterior comentario resultó premonitorio, pues a los pocos días la congresista Cecilia Chacón, miembro del partido de Keiko Fujimori y una de las más votadas en estas elecciones, realizó declaraciones a favor de la libertad de Alberto Fujimori, lo que ha generado ya algunas reacciones:

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