En el mundo entero, la gente ha elogiado el panorama alimentario en Hong Kong por su diversidad y oferta internacional. Por primera vez, hasta Michelin incluyó el año pasado la comida callejera de la ciudad en su guía de cocina local de Hong Kong. La llegada de los food trucks, o camiones de comida, deberían añadir un nuevo color a este banquete, pero los lugareños no se adaptan a esta cultura importada.
La idea de traer food trucks apareció por primera vez como una iniciativa turística en el Budget Speech 2015-2016. Tras deliberarlo durante años, el Proyecto Piloto de Food Truck se lanzó finalmente el 30 de marzo del 2016.
El gobierno hizo un llamamiento público a las propuestas y emitió 16 licencias para el proyecto piloto. La competición fue intensa: un total de 192 candidatos para 16 licencias. Los candidatos debían presentar una propuesta escrita y preparar un coste inicial de 600.000 dólares HK (aproximadamente 68.400€), para poder llevar una cocina que debe cumplir con unos estándares de higiene extremadamente estrictos. Aquellos candidatos que fueron preseleccionados participaron en un concurso culinario y presentaron sus propuestas a expertos culinarios y representantes de la industria turística, representantes de sedes de actividades de camiones de comida y funcionarios del gobierno.
Como se esperaba, más de la mitad de las licencias acabaron en manos de filiales de comida de grandes empresas, las cuales fueron impulsadas por su experiencia en la industria de la comida rápida.
Muchos, sin embargo, creen que el proyecto piloto está diseñado de una manera pobre e injusta. Kenneth Ip por ejemplo, un arquitecto local, critica el proceso de adquisición de licencias por matar el espíritu popular. En un artículo publicado en Hong Kong Free Press, escribió:
those wanting to try their luck at operating a food truck in Hong Kong need to prepare a proposal outlining the type of food they would be offering, the design of their truck and their financial soundness. The entire process reads like a case of over-management and a complete contradiction to the grassroots spirit that gave rise to food truck culture.
Aquellos que quieran probar suerte gestionando un camión de comida en Hong Kong necesitan preparar una propuesta en la que expongan el tipo de comida que ofrecerán, el diseño de su camión y su solvencia financiera. Todo el proceso parece un caso de sobrecontrol y una completa contradicción al espíritu de base que hizo popular la cultura de los food truck.
En efecto, incluso aunque los emprendedores locales recibieron diez puntos de bonificación en su proceso de consideración de la licencia, los costes iniciales y la gestión de los costes de cocina son enormemente altos debido a los estrictos estándares de higiene que pide el gobierno.
Kenneth Ip también alega que el diseño del camión de comida está desparejado con el paisaje urbano local:
It is no coincidence that the rise of the gourmet food truck came from Los Angeles, a city well known for its automobile culture. Los Angeles is a city built around the car, with ample infrastructure such as parking, allowing for food trucks to thrive. Inversely, Hong Kong is a city more known for its lack of space and traffic congestion. It is hard to not see the government’s initiative for food trucks as a mere superimposition of foreign culture into Hong Kong, taken hugely out of context without considering whether such introductions are suitable for the city.
No es coincidencia que el auge de los food truck provenga de Los Ángeles, una ciudad conocida por su cultura automovilística. Los Ángeles es una ciudad que depende del automóvil, que posee una amplia infraestructura de aparcamientos, permitiendo de esta manera prosperar a los camiones de comida. De manera contraria, Hong Kong es una ciudad más conocida por su falta de espacio y sus atascos. Es difícil no ver la iniciativa del gobierno con los food trucks como una imposición de la cultura extranjera en Hong Kong, sacada totalmente de contexto, sin considerar que tales introducciones quizá no sean apropiadas para la ciudad.
Mientras la premiada cocina parece demostrar que la cultura culinaria de Hong Kong une la cocina de Oriente y Occidente, los locales se han quejado de que atenúa el auténtico y verdadero sabor de la cocina local. En un comentario sobre un artículo en las noticias sobre el concurso de food trucks, los lectores compartieron parte de su enojo:
絕大部份入圍者都不是香港本地特色便宜小食…也無燒賣…魚蛋…牛雜…煎釀三寶……之類的街頭小食。單純看食品的名稱和相片去堆測用料和製法不太快捷及簡單…那到時候的定價是關鍵。如還是30蚊以上一份的話…除了那8個指定位置能獨市(賺位置)經營的優勢外…賣點和競爭力何在?
La mayoría de los finalistas no cocinaron aperitivos razonables de estilo local como bolas de pescado/carne, albóndigas de pescado, tripas de ternera, pescado frito envuelto en verduras… Simplemente mirando los nombres y las fotos de los productos, no parece que el método de cocinado sea lo suficientemente rápido o simple. Entonces, cuando los food trucks están en funcionamiento, la clave son los precios establecidos. Si cada ración se vende a más de 30 dólares HK, ¿cuál es el punto de venta y el límite competitivo? (Y ellos disfrutan del estatus de monopolio en los lugares indicados).
>到底明唔明咩叫香港街頭小食?
¿Acaso el comité de selección sabe siquiera lo que son los aperitivos callejeros en Hong Kong?
Y, ¿qué hay de la nostalgia local hacia la mezcla reconfortante de tiendas de comida y de carritos de comida callejeros? El mayor impedimento para tal recuperación es el acercamiento del gobierno a la salud y la seguridad. En vez de establecer inspecciones más rigurosas y un marco legal más estricto para las operaciones de negocios, los funcionarios del estado han preferido simplemente otorgar menos permisos a los vendedores.
Para rescatar la desaparición de la cultura de comida callejera, algunos grupos de ciudadanos han propuesto un programa de carritos de comidas, instando al gobierno a volver a otorgar las «licencias de vendedor ambulante» a los vendedores callejeros originales. El esquema popular solo requiere unos costes iniciales de aproximadamente 800.000€ y propone carritos de estilo «bicicleta» modificados que se adapten al paisaje urbano de la ciudad.
美食車的營運地點不應止於小量旅遊景點,而應善於社區不同公共的土地及閒置土地,如公園、荒地、天橋底等,使到美食車能服務一般香港市民。
El servicio de comida móvil no debería estar restringido a los lugares turísticos. Debería hacer uso del espacio público y de los espacios vacíos en las áreas urbanas tales como parques, vertederos, espacios bajo los viaductos, etcétera, así los residentes locales podrían disfrutar también del servicio.
政府的方案只是遊客的美食車方案,最終只有集團或企業得益,平民美食車方案,能同時做到推廣多元美食文化,便利普羅市民品嘗美食,創造就業機會,善用社區閒置空間,是一個多贏方案。
La propuesta gubernamental solo satisface las necesidades de los turistas y de las corporaciones alimentarias. Las bases del proyecto pueden promover una cultura culinaria más diversa, creando puestos de trabajo y haciendo uso de espacios pequeños que no se usan en la comunidad para satisfacer a los residentes locales con comida económica. El plan beneficiaría a todos.