¿Qué hay en un apodo? ¡Pregúntale a los caribeños!

David Brown,, legendario luchador con palos de Trinidad y Tobago, cuyo apodo es «Ácido». También se le conoce como «Rey David» o «Amo del Palo Bonito» y, según su biografía de la página de la película «No Bois Man No Fraid», viene de una larga línea de luchadores con palos, donde había apodos como «Derecho de nacimiento», «Rey Africano» y «Harold». Foto de Maria Nunes, usada con autorización.

Llámalo rezago del pasado colonial, cuando a los indígenas y las propias tierras que ocuparon se les reasignaron nombres eurocéntricos, pero Trinidad y Tobago (en verdad, todo el Caribe) tiende a tener obsesión con cambiarle el nombre a las cosas.

La región ha dado nuevos nombres a aerolíneas, aeropuertos, edificios y caminos apartados, tal vez en un intento de recuperar una parte de su identidad de la tachadura que tuvieron.

El lado ligero de esto, por supuesto, es que prácticamente todos en el Caribe tiene apodo –y no solamente una versión abreviada de su nombre. Decirl «Will» a William o «Pam» a Pamela es para novatos en el arte del bautizo creativo. No, los caribeños prefieren apodos como «Clock» (Reloj), porque uno de los brazos del muchacho en cuestión es más largo que el otro.

Recientemente, la fotógrafa trinitense Maria Nunes publicó algunos apodos con los que se ha encontrado mientras transcribía entrevistas para un proyecto, y pidió a otros usuarios de Facebook que aportaran «apodos clásicos de personas que conocen».

El resultado fue uno de los hilos de comentarios de Facebook más típicamente caribeños. Acá algunos destacados,

Muchos apodos surgen como resultado de buenas viejas de estilo antiguo. Kristal Ettienne recordó cómo llegó a llamar a un querido vecino:

Ole shirt – I called a man in my neighbourhood that after he teased me a day when he was wearing an old shirt. 20+ plus years later it's what we call each other on sight. I forgot his real name until my mother said it.

Ole shirt [Camisa vieja] – Así llamé a un vecino después de que me fastidió cuando él tenía una camisa vieja. Más de 20 años después así nos decimos cuando nos vemos. Olvidé su verdadero nombre hasta que mi madre me lo dijo.

Otras historias, como la que contó Avery Ammon, fueron más enojadizas:

‘Wine on meh [my] nose'; a certain deceased police inspector who was repulsively christened by one unpaid lady of the night […] so any way his full name became ‘Wine on meh nose Not meh glasses’ […] if you wanted to hear a police cuss then call him out…

‘Vino en mi nariz'; un desaparecido inspector de policía que fue repulsivamente apodado por una dama de la noche que no había recibido su pago […] y el nombre completo fue ‘Vino en mi nariz, no en mis anteojos’ […] si querías oír a un policía decir groserías, llámalo así…

Algunos apodos, como el que Tameika Mungo contó, tenían significado numérico:

Twice – he was an apprentice in my grandfather's woodwork shop. One day he cut his hand on a machine and mom went to dress it for him. When she had put methylated spirit on it, he literally ran around workshop twice screaming. And the name was born. Also the next apprentice that came and joined him at the workshop, we just called him ‘Triple’.

Twice [Dos veces] – fue aprendiz en el taller de carpintería de mi abuelo. Un día, se cortó la mano en una máquina y mi mamá fue a vendarla. Cuando le puso alcohol, el aprendiz literalmente corrió por el taller dos veces, gritando. Y así nació el nombre. Además, el siguiente aprendiz que llegó se le unió en el taller, lo llamamos ‘Triple’.

El cineasta Kim Johnson conocía algunos sobrenombres originales, incluido «Tabaco Kid (fuma desde que tiene diez años, dicen que si besa a una chica le da cáncer de pulmón)», «Barril (era panzón)» y «Akanah (pensaba que era africano, pero era jamaicano y su apellido en realidad era O'Connor)».

Muchos apodos fueron inspirados por las personalidades, las características o atributos físicos de sus dueños:

Goggy, whose glasses were so thick they resembled goggles; Whisper, cos his voice was so loud; Tuki, cos his lips were as thick as a toucan's. […] Leech (who sucked all the vitality out of the class).

Goggy, cuyos anteojos eran tan gruesos que parecían lentes de submarinismo (goggles); Whisper (Susurro) porque su voz era muy alta; Tuki, pues su labios eran tan gruesos como los de un tucán. […] Leech (Sanguijuela, que chupaba toda la vitalidad de la clase).

Tillah Willah habló de un «chico tan obeso que le decían ‘Allyuh'» («allyuh» es un término trinibagoniano usado típicamente para dirigirse a un grupo). Muchos apodos eran graciosos para quienes los decían, pero era diferente para quienes los recibían. En respuesta a Tillah, Amohr Recneps dijo:

Oh I [was] called that for the entire first term I entered Tunapuna Government Secondary by the boys not the girls. I was called Allyuh and Them and they would literally run or clear the way for me to pass. I laughed with them about it tho it hurt but it was my way of overcoming the rejection. Nowadays they call it bullying but by the time I hit third form the heckling done and I was just another regular girl. […]

Oh, así me dijeron los chicos el primer año cuando entré a la secundaria de Tunapuna, las chicas no me decían así. Me decían Allyuh y Ellos y literalmente corrían o despejaban el camino para que yo pasara. Me reía con ellos, aunque me dolía, pero fue mi manera de superar el rechazo. Ahora lo llaman acoso, pero para cuando llegué a tercero dejaron de molestar y era simplemente otra chica más. […]

Irónicamente, un apodo desafortunado se le concedió a su dueño por un acto heroico:

Cacadiver – given to him after he jumped into a latrine to rescue an old woman that fell in.

Cacadiver [buzo de caca] – se lo pusieron cuando saltó a una letrina a rescatar a una señora que se cayó adentro.

También le dio sabor a la conversación el hecho de que muchos comentaristas conocían los apodos –y a los dueños. En su propia forma de tradición oral, el conocimiento se pasó de persona a persona y a veces de generación a generación.

Cuando Sharon N Boodoosingh preguntó:

What was the nickname of the well endowed homeless guy who frequented downtown in the nineties most times with very little if no clothes on?

¿Cuál era el apodo del bien dotado hombre sin hogar que frecuentaba el centro en los años 1990, la mayoría de veces con poca ropa, y hasta sin ropa?

Franka Philip no perdió tiempo en responder:

Rambo.

La cultura popular definitivamente influyó en algunos nombres como «Planeta», que era «peludo como un simio, una tendencia de los trinibagoniano por afirmar lo evidente. «Sparkle Plenty» [Mucho brillo], por ejemplo, era el apodo de una mujer que tenía «tendencia por la joyería barata».

Algunos apodos son tan perdurables que se les usa con más frecuencia que los mismos nombres. La propia Nunes recordó:

One of my personal favorites is that Carlos Baynes from Tobago, one of TTs Best golfers ever, is known by one and all, child and elder, as SEXY. All up and down the Caribbean. Even in newspaper headlines.

Uno de mis favoritos es que Carlos Baynes de Tobago, uno de los mejores golfistas de la historia, es conocido por todos, jóvenes y viejos, como SEXY. Por todo el Caribe. Hasta en titulares de periódicos.

Eso es frecuente, es más, hasta los amigos más cercanos de una persona pueden no conocer su nombre –el apodo se vuelve su manera de identificarse. En una conversación que Nunes tenía con el trompetista de jazz Etienne Charles al respecto, Charles comentó: «A veces, la única vez que sabes el nombre de la gente es cuando vas a su funeral».

Diseñador del carnaval y artista Narcenio Gómez, conocido popularmente como «Señor Gómez» o «By So, By So». Foto de Maria Nunes, usada con autorización.

Ese fue el caso de uno de los añodos que Nunes mencionó. El desaparecido Narcenio Gomez, un artista maestra en el arte de doblar alambre que tocaba en tradicionales mascaradas marineras en el carnaval anual del país cuyos talentos contribuyeron al festival nacional, era más conocido en los círculos del carnaval como «Señor Gómez» –perosu hija tiene otra historia de un apodo que vive tras su muerte:

My late father when he was having a good time and his friends saw him, they would ask him where he was going and he said ‘By So By So’ that was only one of his many nick names ‘By So’

Cuando mi padre la pasaba bien y sus amigos lo veían, le preguntaban adónde iba, él decía ‘By So By So’, ese era uno de sus muchos apodos: ‘By So’

El fenómeno de los apodos transciende el idioma. Hubo un guiño al Caribe hispanoparlante con «NOSEotros» y Janine Mccollin-Lissandre dijo:

Interestingly, in the little French village my husband's family is from, there was a fondness for hilarious nicknames too. There were names like ‘quequette téléguidée’ (loosely translated as ‘guided willy’), whose mother also became known as ‘la mère quequette»…

Es interesante que en la pequeña aldea de donde es la familia de mi esposo, usan mucho apodos graciosos también. Había nombres como ‘quequette téléguidée’ (algo como ‘colita guiada’), cuya madre pasó a ser ‘colita madre”…

También recordó a un comerciante tacaño «de quien tener crédito era tan difícil como sacar agua de una piedra. Así que le llamaban ‘Piedra’ y a sus hijos ‘guijarros'…».

Algunos apodos parecen ser retorcidametne apropiados, como el apodo de un maestro: «Totee Muff» («totee» es jerga antillana para pene; «muff» es mangujito para abrigarse las manos). Yao Ramesar explicó:

He had a totee-shaped toupee with a Brillo Pad finish. We hooked it once with a fishing line lowered through the louvers in the infirmary. I remember gauging things from the reflection in their glass. He freaked out & started cussing, but we didn't get caught.

Tenía un peluquín con forma de totee, que acababa en una esponja para lavar platos. Una vez, le enganchamos el peluquín con una línea de pesca a través de las persianas de la enfermería. Recuerdo medir cosas por el reflejo en sus anteojos. Se molestó y empezó a gritar, pero nunca nos atraparon.

Che Rodriguez contó esta graciosa historia:

There was my merry-making uncle who was a well-known reveller and party animal. His nickname was TANTANNAH! cuz he never entered a fete, party, blocko, jam session, carnival band or family celebration without announcing his own presence with his long arms outstretched before him and making a loud trumpet-like fanfare with his mouth ‘Tan tan naaaahhhh!!’

Tenía un tío que era conocido por fiestero. Su apodo ser TANTANNAH! porque nunca entraba a una fiesta, festejo, sesión musical, banda de carnaval o celebración familiar sin anunciar su presencia con sus largos brazos extendidos por delante y una fanfarria como trompeta con su boca ‘¡¡Tan tan naaaahhhh!!’.

Y está esta joya:

A friend who had piece of his colon surgically removed was nicknamed ‘semi-colon’

Un amigo a quien le sacaron una parte del colon con cirugía le apodaron ‘punto y coma’ [N del T: esto juega con la expresión semi-colon, literalmente «punto y coma» y también «medio colon»].

En una región conocida por molestar o «picong» (encontrar cosas astutas, a veces ácidas, para decir en cualquier situación), algo es seguro –cuando se trata de apodos, los caribeños no se quedan a medio camino.

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