«Perturbadora represión a la libertad de prensa»: Pakistán bloquea arbitrariamente Slate.com

CENSORED website. Illustration by the author.

CENSURADO.
Ilustración de la autora.

Las autoridades pakistaníes continúan bloqueando arbitrariamente slate.com, revista de noticias estadounidense en línea que informa sobre actualidad, política y cultura. Es la segunda vez que el sitio web quedó bloqueado en Pakistán en 2019, y la tercera desde 2018.

La primera vez que se supo que Slate estaba bloquedao en servidores pakistaníes fue en julio de 2018, por razones aún desconocidas. Según datos del Observatorio Abierto de Interferencias en la Red (OONI), la revista volvió a estar bloqueada en junio de 2019 por sus informes del movimiento Pashtun Tahafuz (PTM), movimiento social que exige derechos humanos para la comunidad pastún de Pakistán. Mientras tanto, según datos de NetBlocks, el más reciente bloqueo ha estado vigente desde el 2 de noviembre de 2019, sin notificación ni declaración de las autoridades.


Datos de NetBlocks muestran evidente caída del tráfico de slate.com en la red PTCL desde octubre de 2019.

Según datos que NetBlocks publicó, aunque el sitio web de slate.com ha estado bloqueado constantemente en las redes de los proveedores de servicio de internet locales desde inicos de noviembre de 2019, diferentes proveedores de servicio de internet lo bloquearon varios días. Por ejemplo, Nayatel bloqueó el acceso al sitio web el 4 de noviembre, mientras otros sitios lo bloquearon el 2 de ese mes. Además, Slate ha estado bloqueado intermittentemente en las redes de Zong (CMPak Limited). Hacia inicios de enero de 2020, no se puede acceder a slate.com con la conexión de datos de Zong.

Katie Rayford, directora de Relaciones de Medios de Slate, confirmó que el tráfico de su sitio web dese Pakistán ha visto una disminución del 50 % desde el 1 de noviembre de 2019:

It is deeply concerning that Pakistan, a democratic country with a constitution guaranteeing freedom of speech and expression, would once again choose to block a media outlet dedicated to bringing information and truth to readers and listeners around the world. It is even more alarming [that] officials did so without informing us — and more importantly its citizens — about their reason for censoring our reporting. We ask Pakistani officials for full transparency in their decision-making process and to reverse this disturbing crackdown on press freedom.

Es muy preocupante que Pakistán, país democrático con una Constitución que guarantiza ilbertad de expresión, vuelva a elegir bloquear un medio dedicado a llevar información y verdad a lectores y oyentes en todo el mundo. Es todavía más alarmante [que los] funcionarios lo hagan sin informar —y más importante, a sus ciudadanos— sobre las razones para censurar nuestros informes. Pedimos a los funcionarios pakistaníes total transparencia en su proceso de toma de decisiones y que reviertan esta perturbadora represión a la libertad de prensa.

Una y otra vez, Slate ha tenido interrupciones arbitrarias en su accesibilidad en Pakistán, como otros casos de censura de internet en el país. Ninguna institución oficial ha notificado el sitio web ni a los usuarios del bloqueo. A tenor de lo que prescribe la sección 37 de la ley de prevención de delitos electrónicos de 2016 (PECA), la Autoridad de Telecomunicaciones de Pakistán (PTA) debe regular, bloquear y retirar contenido en línea. Sin embargo, las facultades de la PTA de bloquear contenido sin notificación previa fueron impugnadas en la Corte Superior de Islamabad (IHC), que resolvió que es ilegal que la autoridad regulatoria bloquee contenido en línea, a menos que cumpla con las reglas de la ley. La Autoridad de Telecomunicaciones de Pakistán aún debe redactar y publicar esas reglas.

Los usuarios pakistaníes de internet han estado teniendo cada vez más censura en línea, que es parte del intento de las autoridades de controlar y reprimir el desacuerdo en el país. Se han denunciado varios casos de abierta censura en línea en los que sitios web completos están bloqueados o está restringido el acceso a páginas o secciones de un sitio web. También ha habido casos documentados de bloqueos oficiales completos a la cobertura de determinados hechos o acontecimientos, como la cobertura del movimiento Pashtun Tahaffuz. Se ha retirado del aire programas de televisión por criticar las políticas estatales, y se ha impedido que políticos opositores den entrevistas.

Además, la actual represión a la libertad de prensa y expresión ha contribuido a una situación hostil en torno al periodismo y libertad de información en Pakistán. Leyes como la ley de prevención de delitos electrónicos que legitiman la censura en el ámbito de la imprecisamente definida seguridad nacional violan el derecho fundamental de libertad de expresión y el derecho a la información protegido según los artículos 19 y 19-A de la Constitución de Pakistán, respectivamente.

Las libertades de internet y de prensa siguen deteriorándose año con año, según informes anuales de Libertad en la Red y Libertad de Prensa de Freedom House. En un país democrático como Pakistán, cuyos representantes oficiales alardean de la libertad de prensa en el país en plataformas internacionales, los intentos de contener el desacuerdo y restringir el acceso a la información con censura irracional no anunciada refleja hipocresía en cómo se toman las decisiones democráticas en el país.

La libertad de expresión y el acceso a la información son valores centrales de toda sociedad democrática, y para que Pakistán realmente respete los valores de democracia, sus autoridades deberán aceptar que las críticas de las políticas e instituciones estatales no constituyen retórica contra el Estado, no es asunto de seguridad nacional ni intenciones del extranjero. Si acaso, la represión a las voces críticas es atributo de un Gobierno autoritario, y esa gobernabilidad contradice todos los cimientos sobre los cuales se fundó Pakistán.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.