Conoce al padre brasileño que ayuda a personas sin hogar, y que recibe ataques y amenazas

Padre Júlio Lancellotti, derecha, con uno de los beneficiados de las acciones de la Parroquia Son Miguel Arcangel, con delantal de Irmã Dulce, la primera santa brasileña | Foto: Divulgación /Usada con autorización

En la ciudad más grande de América Latina, el padre Júlio Lancellotti coordina la pastoral de Povo da Rua, dedicada a quienes no tienen techo. Con cerca de 12,3 milones de habitantes,

São Paulo tiene una población estimada de 24 000 personas sin hogar, según datos de la Prefectura Municipal.

En San Miguel Arcángel, parroquia donde atiende Lancellotti, se distribuyen diariamente artículos de higiene y alimentos para más de 400 personas. Durante la pandemia del COVID-19 el trabajo se intensificó, con la distribución de mascarillas y la necesidad de buscar más donaciones.

Lancellotti es padre hace 35 años, y es conocido por su trayectoria de defensa de los derechos de las minorías, como adolescentes infractores, personas con VIH, personas sin hogar y LGBT+. Una mujer transexual llegó a adoptar el nombre del sacerdote en sus documentos, por considerarlo un padre. En las sociales, miles de seguidores acompañan su trabajo.

El camino no está libre de persecuciones, amenazas de muerte y hasta extorsión. El caso más reciente fue en septiembre, cuando un diputado de São Paulo, en campaña para la alcaldía de la ciudad, lo llamó «cafetal de miseria» y lo acusó en vídeo de fomentar el tráfico de drogas, lo que desencadenó que al sacerdote lo atacaran en la calle. El 15 de septiembre, Lancellotti denunció una amenaza después de que un motociclista lo insultó.

Contó un ataque en un video publicado en su perfil de Twitter en el que afirma: «Si me pasara algo, si alguien me golpea, ustedes saben de quién es la culpa, a quien cobrar». Los hombres que lo acompañan el na grabacion confirman que a «toda hora pasan autos que insultan al padre».

Amenazas.

Desde 2017, el padre enfrenta un proceso del actual presidente de la República, Jair Bolsonaro, después de dijo en un discurso religioso que el entonces diputado federal era «racista, machista y homofóbico». En 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le otorgó medidas cautelares después de recibir amenazas de agentes de seguridad pública, lo que requiere que el Estado brasileño proteja su vida e integridad personal.

El padre Julio conversó con Global Voices por teléfono en agosto sobre su trayectoria y los desafíos que enfrentan los más pobres en Brasil, que han aumentado por la pandemia del nuevo coronavírus. La entrevista se editó para que quedara más concisa:

El padre Julio Lancellotti atiende a una persona sin hogar que llegó con frío a su parroquia. Foto: Divulgación/usada con autorización.

Talita Fernandes (TF): Usted trabaja hace 35 años con personas consideradas al margen de la sociedad. ¿Qué lo motivó a elegir ese trabajo?

Júlio Lancellotti (JL): Não tem um fato específico. Eu sempre convivi com a população de rua, e aqui na Arquidiocese de São Paulo, levamos as propostas do Concílio Vaticano II e as propostas de Puebla, isto é, da opção preferencial pelos pobres, para as ruas. Formamos, então, comunidades com o povo da rua. E eu fiz essa caminhada desde o início, há cerca de 30 anos, quando foi criado o Vicariato Episcopal do Povo da Rua. E a partir daí, vários grupos surgiram.

Julio Lancellotti (JL): No tengo un hecho específico. Siempre conviví con la población de la calle, y aquí en la Arquidiócesis de São Paulo, llevamos las propuestas del Concilio Vaticano II y las propuestas de Puebla, es decir, optar por los pobres en las calles. Formamos comunidades con personas de la calle. Y estoy en esto desde el comienzo, hace casi 30 anos, cuando se creó el Vicariato Episcopal do Povo da Rua. Y a partir de ahí, surgieron varios grupos.

TF: En la historia de las personas sin hogar en Brasil, hay varios casos de violencia y exterminio. ¿Piensa que esos ataques se intensificaron con la creciente polarización política de Brasil?

JL: Se intensificaram por isso, mas também porque a população de rua tem aumentado muito. Então, isso traz um incômodo para a população. Às vezes eu penso que é porque eles estão vendo a possibilidade do que pode acontecer com eles também. Então, uma forma de negar é afastar. Há uma política higienista muito forte. A vida da população de rua é muito pública, todo mundo vê onde eles estão e o que eles estão fazendo – quando convém. E isso causa incômodo. Mas o pano de fundo de toda essa intolerância é a especulação imobiliária. A moradia virou comércio. Não se constroem casas para o povo, algo que seja acessível à população que está nas ruas.

JL: Se intensificaron por eso, pero también porque la población sin hogar ha aumentado mucho. Entonces, eso fue incómodo para la población. A veces pienso que es porque están viendo la posibilidad de que ocurra con ellos también. Entonces, una forma de negar es ahuyentar. Hay una política higienista muy fuerte. La vida de la población sin hogar es conocida, todos ven dónde están o qué están haciendo, cuando corresponde. Y eso causa incomodidad. Pero el telón de fondo de toda esa intolerancia es la especulación inmobiliaria. Las casas se volvieron tiendas. Ya no se construyen casas para el pueblo, algo que sea accesible a las personas sin hogar.

TF: En su opinión, ¿qué política pública debería ser prioritaria para la población sin hogar en Brasil?

JL: Não tem uma resposta única. É uma complexidade, porque a moradia é uma questão importante, mas também são importantes o trabalho, a saúde, a saúde mental, e a convivência. Por isso que eu digo: o que é muito importante é tudo aquilo que gera autonomia. As respostas que se dão hoje são institucionais. [Nos abrigos públicos] tem horário para entrar, para sair, para comer, e todas as decisões são tomadas por outros. A vida tem uma rotina, mas essa rotina não deve ser estabelecida de fora de você, mas a partir da sua necessidade.

E também tem um aspecto que não se leva em consideração: o aspecto afetivo e da sensualidade. Muitos deles são jovens. Eles vão namorar, encontrar alguém quando? Um dia eu disse isso para uns frades e eles ficaram meio assustados – eu falei: Os frades fazem voto de pobreza, obediência e castidade e quem tem que cumprir são os moradores de rua. Porque eles têm que levar uma vida pobre, obediente e casta. É como se as ruas fossem um grande mosteiro e eles, o tempo todo, têm que ter todas as qualidades que nós não temos: eles têm que ser sempre educados, sempre contidos, sempre gentis, sempre agradecidos, sempre solícitos.

JL: No tengo una única respuesta. Es una complejidad porque la vivienda es una cuestión importante, pero también son importantes el trabajo, la salud, la salud mental y la convivencia. Por es digo que lo que importa es todo lo que genera autonomía. Las respuestas que se dan hoy son institucionales. [En los refugios públicos] hay horario para entrar, para salir, para comer, y todas las decisiones las toman otros. La vida tiene una rutina, pero esa rutina no debe establecerse fuera de uno sino a partir de tu necesidad.

Y también hay un aspecto que no se tiene en consideración: el aspecto afectivo y de la sensualidad. Muchos son jóvenes. ¿Se van a enamorar, encontrar alguien cuándo? Un día dije eso a unos frailes y quedaron muy asustados. Les dije: los frailes hacen voto de pobreza, obediencia y castidad, y quienes tienen que cumplir son quienes viven en la calle. Porque deben llevar una vida pobre, obediente y casta. Es como si las calles fueran un gran monasterio, y ellos, todo el tiempo tienen que tener todas las cualidades que nosotros no tenemos: tienen que siempre educados, siempre reprimidos, siempre gentiles, siempre agradecidos, siempre solícitos.

Durante la nueva pandemia de coronavirus, el trabajo pastoral de Lancellotti se intensificó en São Paulo | Imagen: Divulgación/Uso con autorización.

TF: Brasil es el sétimo país más desigual del mundo. ¿Cuál es el papel de la Iglesia en ese contexto de desigualdad social?

JL: A meu ver, o papel da Igreja é lutar pela vida do povo, na defesa dos pobres, na defesa dos direitos humanos. A missão da Igreja é evangelizar, que significa: anunciar uma boa notícia àqueles que estão sofrendo. Aos que estão cegos, aos que estão paralisados, aos que estão maltratados. E, nesse sentido, é o próprio Evangelho. Domingo nós lemos o capítulo 14 de São Mateus, onde Jesus, vendo uma multidão faminta, propõe o Milagre da Partilha, eque a gente chama de multiplicação do pão. Na verdade, a gente devia chamar da Partilha do Pão. Nós vivemos uma sociedade de concentração, não de partilha. E eu acredito que, com o aumento do desemprego, uma economia que, dentro do sistema capitalista, é a que nós estamos vivendo, que nós podemos caminhar ainda pra uma situação social e econômica muito pior. De aumento vertiginoso da miséria.

JL: Como yo lo veo, el papel de la Iglesia es luchar por la vida del pueblo, en defensa de los pobres, en defensa de los derechos humanos. La misión de la Iglesia es evangelizar, lo que significa: anunciar una buena noticia a quienes sufren. A quienes están ciegos, a quienes están que están paralizados, a los maltratados. Y en ese sentido, es el propio Evangelio. El otro domingo leímos el capítulo 14 de San Mateo, cuando Jesús, al ver una multitud hambrienta, propone el Milagro del Reparto, al que se llama de multiplicación del pan. En verdad, se debe llamar el Reparto del Pan. Vivimos en una sociedad de concentración, no de reparto. Creo que, con el aumento del desempleo, en la economía del sistema capitalista que estamos viviendo, podremos ir a una situación social y económica peor. De aumento vertiginoso da miseria.

TF: Dice usted que un cambio en la sociedad no es solamente una cuestión de fe, sino de humanización de la vida. ¿Qué es esa humanización para el señor?

JL: O que eu coloco é que a solidariedade não é uma dimensão religiosa. É uma dimensão humana. A humanização da vida é garantir que todos tenham acesso a alimentação, água potável, trabalho, um lugar para dormir, uma casa, autonomia. Não existe vida humanizada sem liberdade. Você imagina, como mulher, você só poder usar roupas íntimas usadas, que alguém doou para você? As pessoas têm que ter acesso com liberdade. A vida é feita de escolhas, e as grandes escolhas passam pelas pequenas. E as pequenas treinam as grandes. Às vezes as pessoas esquecem que eles [pessoas em situação de rua] têm sentimentos, que têm emoções, que têm tudo aquilo que todo ser humano tem.

JL: Lo que digo es que la solidaridad no es una dimensión religiosa. Es una dimensión humana. La humanización de la vida es garantizar que todos tengan acceso a alimentación, agua potable, trabajo, un lugar para dormir, una casa, autonomía. No existe vida humanizada sin libertad. ¿Te imaginas, como mujer, que solamente puedes tener ropa íntimas usada, que alguien te donó? Las personas tienen que tener acceso con libertad. La vida está hecha de elecciones, las grandes pasan por elecciones. Y las elecciones pequeñas forman a las grandes. À veces las personas olvidan que [las personas sin hogar] tienen sentimientos, que tienen emociones, que deben tener todo lo que todo ser humano tiene.

TF: Con tantos desafíos, ¿qué lo motiva a seguir trabajando con estas personas ahora?

JL: É a fidelidade. Eu não luto para ganhar, eu luto para ser fiel.

JL: Es la fidelidad. Y no lucho para ganar, lucho para ser fiel.

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