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Este artículo se publicado originalmente en Chaikhana Media. Reproducimos una versión en virtud un acuerdo de colaboración de contenido.

Generaciones de trabajadores migrantes azerbaiyanos han ido al norte en busca de trabajo y oportunidades para ganar dinero para sus familias.

Pero ahora millones de trabajadores azerbaiyanos en Rusia y Ucrania se han visto obligados a decidir entre sus trabajos y su seguridad mientras la guerra de Rusia continúe alterando la economía en ambos lados del conflicto.

Elvin Magsudov de 33 años, eligió su seguridad y se mudó de Ucrania a Moldavia después de la invasión no provocada de Rusia a Ucrania. Señala que, a diferencia de su vida en Ucrania, Moldavia es más costosa y los sueldos son más bajos:

My working conditions and living expenses in Ukraine were very good compared to Moldova. The difference in salary I make in Moldova is significantly lower while the cost of living is twice what it was in Ukraine.

Mis condiciones de trabajo y gastos diarios en Ucrania eran bastante buenos en comparación a Moldavia. La diferencia en el sueldo que ganaba en Moldavia es significativamente más baja, mientras que el costo de vida es el doble del que era en Ucrania.

A pesar de las dificultades de instalarse en Moldavia, Elvin no tiene planes de regresar a Azerbaiyán, donde también es difícil encontrar un trabajo bien remunerado. Al menos no mientras su familia dependa del dinero que les envía.

El economista Natig Jafarli cree que muchos de los dos millones de azerbaiyanos que se estimaba que trabajaban en Rusia y medio millón en Ucrania antes de la guerra, probablemente se quedarán allí a pesar de los problemas y los peligros generados por el conflicto. Especialmente cuando sus familias en sus hogares ya están sintiendo el impacto de las sanciones impuestas a Rusia y la seguridad del trabajo.

Jafarli señaló en una entrevista con Chaikhana media que “los trabajadores y el poder adquisitivo han disminuido los ingresos, y hay obstáculos en las transferencias”, y añadió que los azerbaiyanos en Rusia ya no pueden usar la red internacional de servicios de transferencia para mandar dinero a sus casas por las sanciones.

En abril, el economista Gubad Ibadoglu mencionó en la Voz de América que el 60 % de las transferencias a Azerbaiyán llegaron de Rusia en los primeros nueve meses del 2021, y añadió que “se espera una brusca disminución en estas transferencias para este año”.

En Bilajary, suburbio de la capital de Azerbaiyán, Yegana Mamishova, de 42 años, y sus dos hijos ya están sintiendo el impacto. Yegana trabaja como profesora en un jardín infantil, pero su sueldo apenas alcanza para sustentar a la familia y dependen del dinero que envía desde Rusia su esposo, Hafiz Mamishov, de 48 años. Hafiz es exmilitar, y se fue a Rusia porque no podía encontrar un trabajo en su país después de dejar el Ejército.

My husband currently works in the construction industry in Russia. He has been working in Russia for the last 5 years and has been sending us money, but that is no longer possible.

Mi esposo está trabajando actualmente en el sector construcción en Rusia. Ha estado trabajando en Rusia desde hace cinco años y nos manda dinero, pero eso ya no es posible.

Ahora están recortando gastos para vivir con los 400 manats (235 dólares) que gana Yegana al mes.

Según información del Banco Mundial, el desempleo en Azerbaiyán era de 6,6 % en 2021. Según algunas estadísticas, este año está justo por debajo de 6 %.

Pero para algunos trabajadores, como Aliheydar Azimzade, de 24 años, para los trabajadores migrantes puede ser difícil encontrar trabajo.

Aliheydar explicó a Chaikhana Media que después de graduarse de la universidad en Ucrania en 2015, se quedó, compró una casa y abrió un negocio. Pasó una semana desde la invasión antes de decidir trasladarse a Azerbaiyán. Pero la transición no ha sido fácil:

Although I am currently looking, I still cannot find a job. The biggest problem is unemployment. I plan to return to Ukraine if the war ends because my work and my house remain there.

Aunque ahora estoy buscando un trabajo, aún no lo consigo. El mayor problema es el desempleo. Planeo volver a Ucrania si la guerra termina porque mi trabajo y mi hogar permanecen allí.

Asaf Mishiyev de 29 años, también lucha por reconstruir su vida en Azerbaiyán a su regreso de Rusia, cinco días después del comienzo de la guerra.

Asaf es músico de profesión y pasó los gran parte de los últimos 11 años viviendo y trabajando en Moscú. Intentó una vez más reinstalarse en Bakú, pero al final volvió a Rusia porque tenía mejores sueldos y más oportunidades de seguir una carrera como músico.

There were more opportunities [in Russia], both in terms of income and music. I can give you a simple example that it is difficult to find musical instruments in Azerbaijan. Also, if Azerbaijan satisfied me, I would stay in my own country. In terms of work, this is a bit difficult.

Había más oportunidades en Rusia, en términos de ingresos y en música. Puedo darte como ejemplo simple que es difícil encontrar instrumentos musicales en Azerbaiyán. Además, si Azerbaiyán me conviniera, me quedaría en mi país. En términos de trabajo esto es un poco difícil.

Asaf volvió a Azerbaiyán en 2017 y abrió un café para jóvenes donde pueden escuchar música en vivo y ver películas. Pero el negocio duró solo dos años. Señaló que “cerró el café y volvió a Rusia para trabajar. Todos tienen que trabajar para sobrevivir, por eso elijo Rusia”.

Actualmente, Asaf es profesor de técnicas vocales y guitarra para ganarse la vida. Para Sevdiyar Hadiyev, de 57 años, la elección en simple, una vez que la guerra termine quiere volver a su vida en Járkov, Ucrania, donde ha vivido desde hace 30 años. Sevdiyar es del pueblo azerbaiyano de Lerik, y no ha podido encontrar trabajo después de regresar de una visita en septiembre. Después de toda una vida en Ucrania, se encontró atrapado en su pueblo natal tras la guerra.