Triunfo para Marruecos al ser seleccionado coorganizador de la Copa del Mundo de la FIFA 2030, junto a España y Portugal

Partido Portugal–Marruecos, Copa Mundial FIFA 2018. Imagen de Антон Зайцев, de Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0 DEED).

El miércoles 4 de octubre, el Consejo de la FIFA anunció a los anfitriones de la muy esperada Copa del Mundo 2030: Marruecos, España y Portugal. Esta decisión histórica, que celebra el centenario del torneo, también otorgó a Uruguay, Argentina y Paraguay el privilegio de albergar tres partidos en sus respectivas capitales. Esto es un hito histórico, ya que la Copa del Mundo se jugará en seis países en tres continentes por primera vez.

Marruecos, que aún vive la emoción tras una exitosa campaña en la Copa del Mundo en Catar 2022, está listo para añadir otro capítulo ilustre a su historia futbolística. En 2o22, Marruecos hizo historia al convertirse en la primera nación africana en llegar a las semifinales de la Copa Mundial FIFA. Ahora, se unirá con orgullo a la lista de naciones anfitrionas africanas, después de Sudáfrica 2010. Esta oportunidad única traerá 48 equipos que jugarán 104 partidos en pos del codiciado trofeo de la Copa del Mundo.

El camino de Marruecos para asegurar este honor no fue una hazaña menor, ya que presentó candidaturas para la Copa del Mundo en cinco ocasiones: 1994, 1998, 2006, 2010 y más recientemente para la edición de 2026, cuando perdieron por poco ante la candidatura conjunta de Estados Unidos, Canadá y México.

Para Marruecos, este anuncio es una luz de esperanza y rejuvenecimiento, teniendo en cuenta la resiliencia del país frente a la adversidad reciente. Aún perdura el recuerdo de un devastador terremoto de magnitud 7,  que cobró la vida de más de 2000 personas. Sin embargo, la noticia de ser anfitriones de la Copa del Mundo aporta un sentir de optimismo y orgullo a una nación que durante mucho tiempo ha tenido esperanzas de organizar eventos deportivos de gran envergadura.

Además de esta ocasión trascendental, la Confederación Africana de Fútbol ha expresado su apoyo al otorgar a Marruecos los derechos para ser sede de la Copa Africana de Naciones en 2025. Esta oportunidad surgió después de que el anfitrión inicial, Guinea, tuvo dificultades relacionadas con la seguridad y la infraestructura.

Antes de los sismos de septiembre de 2023, Marruecos contaba con una infraestructura elogiable, se situaba favorablemente entre sus homólogos globales. El país contaba con seis estadios, cada uno con gran capacidad, que oscilaba entre 45 000 y 65 000 espectadores, junto con otros nueve lugares capaces de recibir a más de 10 000 seguidores entusiastas. Además, la sólida red de transporte de Marruecos abarca 18 aeropuertos internacionales, 16 de los cuales facilitan los viajes internacionales, lo que garantiza una conectividad fluida entre Europa, Medio Oriente y Asia. Debido a su amplia infraestructura, Marruecos ocupaba el puesto 53 en la clasificación del Foro Económico Mundial en cuanto a disponibilidad y capacidad de infraestructura.

Foto del estadio Ibn Batouta en Tánger, Marruecos. Imagen de Georgie0121, de Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0 DEED).

Además de esta fortaleza, Marruecos presume de una rica historia futbolística que resuena a nivel mundial. El camino del país en el escenario mundial comenzó en 1970 cuando participó en la Copa Mundial FIFA en México, en la que empató un partido y perdió dos. El punto culminante del fútbol marroquí llegó en 1986 cuando la selección nacional de fútbol, conocida como Leones del Atlas, obtuvo un logro histórico al liderar su grupo, que incluía a Inglaterra, Portugal y Polonia. Aunque fueron eliminados en la segunda ronda por el finalista del torneo, Alemania Occidental, este logro sigue siendo un recuerdo memorable.

Después de un paréntesis de 18 años, Marruecos regresó al gran escenario en 2018, cuando participó en Rusia. A pesar de estar en grupo difícil que incluía a España, Portugal e Irán, los Leones del Atlas mostraron resiliencia: empataron un partido y perdieron dos en la fase de grupos.

Aprovechando el impulso ganado, el equipo nacional de Marruecos continuó su ascenso en el mundo del fútbol. En el campeonato siguiente, compartieron grupo con Croacia, Canadá y Bélgica. Asombrosamente, Marruecos emergió como líder del grupo, con lo que preparó el escenario para un viaje inolvidable que culminaría en una aparición en semifinales, en las que Francia terminaría como equipo vencedor.

La destreza futbolística de Marruecos, combinada con sus capacidades de infraestructura, sienta las bases para una era emocionante y prometedora en el fútbol global, a pesar de los desafíos planteados por el terremoto reciente.

Al mirar la candidatura para la Copa del Mundo 2030,  hay una creciente preocupación por la pesadilla logística de los equipos que volarán hasta 10 000 kilómetros en el transcurso del torneo. El exentrenador del equipo mexicano, Javier Aguirre, expresó su descontento y dijo que la idea de tener dos países como anfitriones ya es una presión:

¡Qué barbaridad! Tendremos que ir a Argentina, volveremos a España, iremos a Marruecos. Es horrible, no me gusta. La Copa del Mundo en dos países ya me parece excesiva, pero si va a ser así, ¿qué puedo hacer yo?

Otras preocupaciones se centran en los objetivos ambientales y de sostenibilidad, si se considera la huella de carbono de más vuelos de lo normal en tres continentes y además las actividades relacionadas. Los ecologistas criticaron a la FIFA, y Freddie Daley, facilitador en la Cool Down Network, dijo que estaba «totalmente desconectada de la realidad». En una entrevista con el medio inglés Mirror Football, Daley, dijo:

FIFA's announcement is totally detached from reality … Not only does it contradict their own pledge to cut emissions, but it sends the wrong message to football fans around the world that such a tournament is compatible with a sustainable future and a healthy environment. FIFA is saying one thing and doing another.

El anuncio de la FIFA está totalmente desconectado de la realidad; no solo contradice su propio compromiso de reducir las emisiones, sino que envía un mensaje equivocado a los fanáticos del fútbol de todo el mundo de que un torneo así es compatible con un futuro sostenible y un entorno saludable. La FIFA está diciendo una cosa y haciendo otra.

José Luis Chilavert, exarquero de la selección nacional de Paraguay, se mostró en contra de la decisión de celebrar la Copa del Mundo fuera de Sudamérica, la  califica de «fracaso total». Cree que Uruguay, país con una rica historia futbolística y que fue anfitrión de la primera Copa del Mundo, debería haber sido el elegido para organizar la edición de 2030, tal como lo expresó en X (antes Twitter):

A medida que el Consejo de la FIFA espera ratificar las candidaturas de 2030 y 2034, las preocupaciones se centrarán en el compromiso del máximo organismo del fútbol mundial con el ambiente, la sostenibilidad y el legado del mayor evento deportivo del mundo. El documento Resumen de los requisitos de anfitrión de la Copa Mundial FIFA 2030™ plantea estas preocupaciones en las secciones referidas a infraestructura necesaria para organizar la competencia, el marco legal que debe establecerse, y los resultados ambientales y sociales que deben perseguirse.

Casablanca en Marruecos y las capitales de las dos naciones ibéricas, Madrid en España y Lisboa en Portugal, ya están compitiendo por los partidos más importantes y la final de la Copa Mundial 2030. Los aficionados al fútbol observan atentos a los tres países mientras se preparan para 2030, ansiosos por lo que promete ser una celebración inolvidable de este hermoso juego a una escala verdaderamente global.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.