El 8 de julio pasado se celebró en el Instituto Estadounidense para la Paz, en Washington DC, un coloquio de media jornada titulado Blogs y Balas: Evaluación del impacto de los nuevos medios sobre los conflictos mundiales. Copatrocinado por el Instituto para la Diplomacia Pública y la Comunicación Global de la Universidad George Washington, el primero y el último de tres paneles incluían a Alec Ross, Consejero de Innovación para el Secretario de Estado de EE UU, Ethan Zuckerman, cofundador de Global Voices e Investigador Mayor en el Centro Berkman sobre Internet y Sociedad, Marc Lynch, Director del Instituto de Estudios del Oriente Próximo en la Universidad George Washington, Colin Rule, Director de Resolución de Disputas en eBay, y Adam Conner de Facebook.
También estaban presentes en el segundo panel blogueros y periodistas como Mialy Andriamananjar y Hamid Tehrani de Global Voices, el editor de Global Voices para la región del Cáucaso, Onnik Krikorian, Raed Jarrar, Nasseem Tarawnah, y Golnaz Esfandiari. Después de los paneles intervino un grupo de trabajo formado por expertos privados del que también formaban parte Jillian York de Global Voices y Berkman, y representantes del Banco Mundial y del Departamento de Estado estadounidense entre otros.
En un informe del IEP (borrador) hecho público en el coloquio, un equipo de expertos de la GWU, en cooperación con expertos del Centro Berkman sobre Internet y Sociedad y de Morningside Analytics, responden a esta pregunta desde una nueva perspectiva teórica y empírica. El informe analiza las perspectivas «ciberutópicas» y «ciberescépticas», y propone un nuevo marco para evaluar el papel de los nuevos medios en las políticas beligerantes.
Aunque el coloquio se centró mayormente en el uso de nuevos instrumentos mediáticos como Facebook y Twitter en países como Irán, también se examinó su uso en otras áreas en Madagascar y en el conflicto permanente entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio de Nagorno Karabaj. De hecho, como señaló Andriamananjar en Windows on the new World of SipaKV [«Ventanas al nuevo mundo de SipaKV»], los tres ejemplos tenían mucho en común y también algunas diferencias.
Onnik Krikorian […] me recordó que la intervención de la comunidad internacional no siempre produce resultados positivos, y dos videoblogueros continúan en la cárcel en Azerbaiyán a pesar de los esfuerzos de Hillary Clinton, Amnistía Internacional y otros para liberarlos.
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Se pueden observar muchas similitudes entre la Revolución de Irán y el uso de Twitter y Facebook en Madagascar durante «nuestra» crisis: pocos tuiteros -un par de cientos de tuiteros iraníes solamente (!?)- muchos mensajes reenviados, muchos tuiteros radicados en el extranjero, muchos falsos rumores, dificultades para autocorregir la rápida sucesión de rumores en tiempo real, dificultades en establecer quién posee la opinión mayoritaria basada en contenido en línea, especialmente en países con bajos niveles de acceso a internet (¿de quién es en realidad la opinión que estamos leyendo?). La mayoría de la gente probablemente no tiene acceso a internet y por lo tanto no tiene voz.
[…]
Como se debatió durante el coloquio, los medios sociales no son sino instrumentos y su entorno refleja la sociedad en general. Los casos de falsa identidad, ataques personales, etcétera, meramente reflejan un problema más amplio en el seno de nuestra sociedad malagache.
En lo que respecta al Cáucaso, sin embargo, Star-Tides señaló la posibilidad del uso positivo de los instrumentos de los nuevos medios como Facebook.
[…] Una idea interesante que todos compartían fue la necesidad de establecer confianza entre los usuarios antes de interactuar en un espacio público como Facebook. Golnaz Esfandiari, de Irán, habló del peligro de que se detenga en los aeropuertos a los iraníes que vuelven del extranjero, se les pida las contraseñas de Facebook, y se los interrogue acerca de los amigos que han hecho. Onnik Krikorian, de Armenia, señaló que aunque la seguridad puede ser un problema, las plataformas como Facebook también pueden abrir rutas para la interacción que no existen en ninguna otra parte. Relató con entusiasmo cómo Facebook había cambiado su vida en los últimos dieciocho meses, permitiéndole hacer amistad e interactuar con azeríes, algo casi imposible a través de canales humanos, políticos o mediáticos.
El mismo tema fue elegido por Global Chaos quién comentó la oferta de Facebook en el ámbito de la resolución y la transformación de conflictos, http://peace.facebook.com.
Facebook ha creado una iniciativa de «Paz», registrando el número de conexiones de amistad entre personas de diferentes lados del conflicto: geográficas, religiosas y políticas. Por ejemplo, actualmente indican las conexiones «geográficas» entre Israel y Palestina, Albania y Serbia, India y Pakistán, y Grecia y Turquía. ¡Una idea estupenda! Apoyo la sugerencia de Krikorian: ¡sería estupendo poder ver las conexiones entre Armenia y Azerbaiyán también!
Sin embargo, a pesar de las posibles ventajas de las redes sociales para salvar diferencias, prácticamente todos los panelistas y asistentes señalaron la importancia del contacto físico. De hecho, estaba presente el creador de The Young Georgians, quien dedicó un artículo a la comunicación humana entre los tres países de la región después que el editor de Global Voices para el Cáucaso lo invitó a conocer a un refugiado azerí étnico procedente de Armenia quien recientemente escribió un artículo invitado en su blog personal.
Era otra cálida noche en Washington DC, llena de gente que pasaba por el Dupont Circle, de camino a los bares, clubs y otros sitios. Hubo una pequeña reunión alrededor de una mesa de aluminio muy pequeña delante del Círculo. Eran tres, en representación de Georgia, Armenia y Azerbaiyán. No comieron nada, solo bebieron. Uno era un refugiado de Armenia, otro era una persona desplazada internamente de Abjasia y el tercero se fue de Londres a Ereván hace mucho tiempo. Hablaron del Cáucaso. Mucho. […] Hablaron de su pasado, presente y futuro. La conversación y la noche transcurrieron pacífica y armoniosamente; cada uno escuchó las opiniones de los otros y propuso algunas sugerencias. Esto no es algo que suceda a menudo, especialmente con representantes de Armenia y Azerbaiyán. Aunque estos países son muy pequeños y comparten una frontera se producen menos interacciones de las que deberían. […]
[…]
Hay momentos en la vida en que prefieres permanecer callado, escuchas y te das cuenta de lo conmovedores que son; hay momentos en los que escuchas hablar a tus «enemigos» y te das cuenta que es tan fácil destruir todos los estereotipos y hablar con tu contrario, con una persona de la pensabas cosas terribles. Hay momentos en que después de darte cuenta de todo esto te gustaría hablar con tu «enemigo» y oír lo que tiene que decir. Hay momentos en que sueñas con tener la oportunidad de conocer a tu «enemigo» y darle la mano y escucharlo, pero sabes que han pasado casi veinte años desde la última vez que lo hiciste.
Alrededor de la mesa estaban sentados Zamira Abbasova, Onnik Krikorian y yo, Mirian Jugheli.
Es interesante que Abbasova contactara por primera vez con Global Voices por correo electrónico hace más de ocho meses y permaneciera en contacto a través de Facebook hasta que finalmente se conocieron después del coloquio del Instituto Estadounidense para la Paz. También tuvieron lugar otras reuniones entre Global Voices y altos responsables de la Fundación Eurasia, Internews y el Banco Mundial, todos ellos relacionados con proyectos de los nuevos medios sobre disputas fronterizas o conflictos. Esta última, por ejemplo, tiene su propio sitio web para la cobertura de conflictos, a la que contribuirá en las próximas semanas o meses.
Por supuesto, estas voces pueden ser una minoría en ambas sociedades y especialmente en términos de actividad en línea, pero los nuevos instrumentos al menos les ofrecen la posibilidad de dar a conocer sus opiniones. Considerando el nivel actual de debate y conversaciones sobre el conflicto, o incluso la ausencia de ellos, un acontecimiento como este no tiene precedentes. Sin embargo, como resumió Developing Lebanon, también existen ciertos problemas asociados al uso de estos instrumentos, a menos que se formulen estrategias y se dé seguimiento y se evalúe su impacto conforme va cambiando naturalmente la situación en línea y en la vida cotidiana.
[…] El análisis de los medios sociales a menudo presenta una opinión e información sesgada si te limitas a blogueros de habla inglesa que comparten las mismas opiniones. Además, surgen problemas cuando consideras los blogs a favor del régimen, la monopolización de las posturas políticas y la disolución de la frontera entre la guerra auténtica y la cibernética. […] El panelista Onnik Krikorian de Armenia advirtió que «… la gente se entusiasma demasiado con estos instrumentos, añaden a cualquiera [a Facebook], y esto es peligroso. Krikorian subrayó las «guerras de insultos» cibernéticas entre usuarios de internet armenios y azerbaiyanos, en respuesta a una contribución de la audiencia acerca de este tipo de hostilidad en la internet en el sur del Cáucaso, entre Georgia y Abjasia.
[…]
En conjunto, los beneficios de los medios sociales no quedaron olvidados ni desacreditados. Los panelistas advirtieron, sin embargo, que sería desproporcionado considerar a Twitter, Facebook y la blogosfera como la panacea para alcanzar la libertad, y de permitir que la comunicación virtual reemplace a la participación directa en la comunidad.
En última instancia, concluyó la mayoría, todos estos nuevos instrumentos en línea no son más que eso, instrumentos que deben utilizarse cuando sea apropiado, resumió D. C. Foreign Policy Beat.
Sí, los grupos del odio pueden utilizarlos para propagar odio. Las facciones enfrentadas pueden utilizarlos para gritarse los unos a los otros igual que lo harían en persona. Los gobiernos pueden utilizarlos para capturar revolucionarios. Las ONG y los grupos defensores de los derechos de las personas pueden utilizarlos para propagar mensajes positivos y para conectar a las personas. Y no olvidemos a los amigos que los utilizan para mantenerse en contacto a ambos lados de las fronteras.
“Creamos un instrumento para hacer al mundo más abierto. Mejorando el instrumento en conjunto todos estos grupos se beneficiarán», dijo Adam Conner, en representación de Facebook.
Global Voices continuará dando seguimiento al uso de los nuevos medios en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Aquí puede encontrarse una página de cobertura especial.
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