Temprano en la mañana del 31 de octubre, ocurrieron dos explosiones en el centro de Atyrau, la principal ciudad del oeste de Kazajistán y «capital no oficial del petróleo» del país de Asia Central, que durante mucho tiempo estuvo jactándose de ser una vitrina de tolerancia interétnica e interreligiosa.
Una de las explosiones tuvo lugar cerca del edificio donde está ubicada la oficina del fiscal local. El improvisado dispositivo explosivo estuvo guardado en un basurero. La segunda explosión afectó la zona cerca al edificio de la administración regional; fue activado por un bombardero suicida, cuya identidad todavía no ha sido revelada. No se ha informado de otras víctimas.
Los primeros informes fueron confusos y controvertidos -diversas agencias de noticias y publicaciones en línea citaron a varias fuentes e informaron de «ríos de sangre» o de una «explosión de la tubería [de petróleo]». Irónicamente, ese día se estaba llevando a cabo una conferencia de medios destacados en Almaty, la capital comercial del país.
Marat Shibutov opinó [ru]:
Hoy, representantes de medios estaban en la conferencia y discutían sus problemas. Mientras tanto, no todo el país pudo recibir noticias del centro de Atyrau durante 4 o 5 horas. No hay fotos de la zona cero, no hay versiones, ni comentarios de las autoridades. Si es tanto problema brindar información desde la gran ciudad, donde la mayoría de medios nacionales tienen a sus corresponsales -por no hablar de los medios locales de comunicación- entonces nunca sabremos cuando ocurra un acto terrorista en una ciudad más pequeña…
La información oficial llegó poco después con el reconocimiento de un «autobombardeo». Es un eufemismo que las autoridades kazajas prefieren emplear en lugar de «bombardero suicida». Sniprman tuvo [ru] un reconocimiento de aprecio diciendo que «al menos, las autoridades no han jugado a las escondidas, e informaron de la situación como es».
Incluso después del informe oficial, algunos bloggers estaban escépticos acerca del incidente. Pycm68 tuiteó [ru]:
Los terroristas normales se rellenan con tornillos y clavos, y van a lugares concurridos. Luego sus jefes llaman y asumen la responsabilidad. […] En Kazajistán lo hacen calladamente, no dan explicaciones y solamente muere el bombardero. «¿Quién se beneficia?», esa es la pregunta.
Las explosiones estuvieron precedidas por dos cosas. La semana pasada, el antes desconocido grupo islamista Jund al Khilafah (Soldados del Califato) amenazaron con empezar una jihad en Kazajistán si las autoridades no restringían la nueva ley sobre religión [que tiene el propósito de restringir la actividad de grupos religiosos no autorizados].
Los escépticos insistían que un acto terrorista raramente puede ser anónimo. Sniprman dijo [ru]:
Esas afirmaciones [que atribuyen responsabilidad por los actos] deberían surgir instantáneamente. Pero dudo que alguien asuma la responsabilidad por un incidente tan desafortunado.
Pero poco después, el mismo «Jund al Khilafah» reclamó el crédito por las explosiones. Dijeron que las explosiones fueron solamente una advertencia, y por lo mismo no fueron muy traumáticas, aunque la muerte del bombardero suicida en una detonación prematura fue un accidente.
Bill Roggio del blog LongWarJournal escribió [en]:
Los Soldados del Califato, una «brigada» de luchadores extranjeros asentados a lo largo de la frontera afgano-pakistaní […] conocidos por haber realizado ataques en la provincia de Khost, Afganistán, que es refugio para la red Haqqani.
No fue la primera advertencia para las autoridades kazajas. En mayo de 2011, el Talibán advirtió [en] a Kazajistán que su decisión de enviar tropas a la guerra liderada por la OTAN en Afganistán «tendría consecuencias severas», y un bombardero suicida hizo explosión cerca de la oficina regional del Comité Nacional de Seguridad en Aktobe, un centro provincial en el oeste de Kazajistán (ver cobertura de Global Voices).
Los líderes musulmanes locales, en la persona del Jefe Imam de la región Nurbeck Yesmagambet de Atyrau, negaron enseguida a cualquier clase de terroristas y explicaron [ru] que los extremistas solamente usan el Islam como cubierta. En los comentarios al artículo, Alexis respaldó la posición del Imam:
Los terroristas suelen ser bandidos, que pretenden ser musulmanes. Y a los bandidos se les trata con fuerza – no entienden de otra manera.
A comienzos de este año, siguendo con los ataques con bomba en Aktobe, los investigadores revelaron que los extremistas estaban directamente involucrados en grupos criminales organizados, que contrabandeaban petróleo de los campos petroleros. Mientras tanto, Scuko Zloi está descontento con el hecho de que el presidente de Kazajistán guarde silencio luego de las explosiones y continúe con su recorrido internacional:
¿Dónde está NAN [anagrama para el presidente Nursultan Abishevich Nazarbayev]? ¿Bajo el cálido sol de los Emiratos Árabes Unidos? ¿Dónde están las declaraciones del líder del país sobre el incidente?
Seke está de acuerdo:
Miren a Rusia – si algo así pasa allá, el presidente o el primer ministro son rápidos en reaccionar […]. A nuestros líderes solamente se les ve en conferencias y celebraciones.
Steissd comenta [ru] desde la vecina Rusia:
Siempre ha parecido que los kazajos, a pesar de ser musulmanes, no tratan al Islam fanáticamente, sino como un elemento de su rutina y su cultura espiritual. Todo cambia y las explosiones de Atyrau parecen tener «raíces en el Islam». La única esperanza es que Nazarbayev se olvide de la corrección política y trate en breve con los recién emergidos jihadis…
Megakhuimyak tiene su versión [ru] de la explicación de las novedades – y los resultados:
La razón de las explosiones en Atyrau es simple – a finales de agosto, todo un grupo de 30 terroristas fue detenido ahí. Por cierto, ya tenían dispositivos explosivos improvisados y vínculos con Pakistán y Afganistán, a donde enviaban personas para capacitación. Aparentemente, no los arrestaron a todos entonces. El resto está tomando venganza ahora.
Es más, el terrorista wahhabi clandestino ha declarado la guerra al estado. Probablemente usarían el escenario de Daguestán -matar funcionarios y siloviks [en]. Además, el gobierno deberá resolver temas con los «barbones» dentro de sus élites […] y con varias clases de fundaciones islámicas, universidades islámicas, etc.