Las imprentas de Pakistán quitaron una noticia de portada titulada “Imperiled Bloggers of Bangladesh” («Los blogueros en peligro de Bangladesh») de la edición internacional del New York Times del 2 de enero del 2016, reemplazándola por un espacio en blanco.
Salman Masood, el corresponsal del diario en este país, tuiteó las dos versiones del periódico:
The printing partner of New York Times in #Pakistan removes an article. Readers get white spaces on two pages pic.twitter.com/ccjFvWtorj
— Salman Masood (@salmanmasood) January 2, 2016
La editorial socia del New York Times en Pakistán retira un artículo. Los lectores encuentran espacios en blanco en dos páginas.
This is what the Asia edition of New York Times actually looks like today, without the censor in Pakistan pic.twitter.com/SqFRejdu2s
— Salman Masood (@salmanmasood) January 2, 2016
Así es como realmente se ve la edición de Asia del New York Times del día de hoy, sin la censura de Pakistán
El artículo describe los asesinatos de blogueros bangladesíes que escribieron sobre el secularismo, el ateísmo, los derechos humanos y las libertades civiles. Comienza con la evaluación criminal de Asif Mohiuddin, un activista que sobrevivió tras ser apuñalado en el 2013 y al poco tiempo fue encarcelado por sus escritos progresistas. Su historia es similar a la de numerosos blogueros bangladesíes que fueron marcados y a veces hasta asesinados luego de haber sido señalados y acusados de «ateísmo» por intransigentes religiosos. Los ateos tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos en Bangladesh, un país donde la mayor parte de la población es musulmana, pero el gobierno secular sin embargo ha hecho poco para desalentar los ataques o llevar a los asesinos a la justicia.
El hecho de que la Express Tribune, imprenta socia del New York Times, haya eliminado la historia de portada del diario en Pakistán creó un revuelo en las redes sociales. Muchos señalaron que esta censura no es nueva en el país.
Don't get it. Why would the Pakistan edition of NYT censor an article related to the death of bloggers in Bangladesh. Help, anyone?
— Osama Munir (@osamamunir_) January 2, 2016
No lo entiendo. Por qué la edición paquistaní del NYT censura un artículo en relación al a muerte de blogueros en Bangladesh. ¿Alguien me puede ayudar?
@HaticeAVCI_@nytimes actually not the first time. It's almost a daily occurrence. @salmanmasood
— Abid Hussain (@abidhussayn) January 2, 2016
@HaticeAVCI_@nytimes de hecho, no es la primera vez. Se trata casi de algo que ocurre a diario. @salmanmasood
Algunos hasta compararon la situación con la opresión en los medios de comunicación durante la dictadura del general Muhammad Zia-ul-Haq desde el año 1978 al 1988:
Blank columns of the NYT reminiscent of the Zia era #Pakistan#censorshiphttps://t.co/SwVNrUfKSl
— Mohammad Taqi (@mazdaki) January 4, 2016
Las columnas en blanco en el NYT recuerdan a la era de Zia
Poco después, el diario publicó un descargo junto con una nota de la imprenta sobre por qué decidieron dejar el artículo fuera de la edición. La nota fue breve:
We are compelled to remove the article appearing on front page and page 2 of the [International New York Times’] Saturday Jan. 2-3 2016 as it contains comments on the Quran and Prophet Muhammad that can cause serious offence to our readers.”
Nos vimos forzados a quitar el artículo que aparecía en la portada y en la página 2 [de la edición internacional del New York Times] del sábado 2 y 3 de enero de 2016 ya que incluye comentarios sobre el Corán y el profeta Mahoma que pueden ofender seriamente a nuestros lectores.
La editora pública del New York Times, Margaret Sullivan, declaró que al diario no se le dio la oportunidad de refutar la remoción del artículo.
La autora y bloguera paquistaní Bina Shah tuvo una reacción sarcástica:
I was somewhat relieved that they had removed the article: in Pakistan, where being a journalist or a writer or a blogger can get you in a lot of trouble, nobody needs to be given ideas about slaughtering us to silence us.
Estaba de alguna forma aliviada de que el artículo haya sido removido: en Pakistán, país en el que ser periodista, escritor o bloguero puede meterte en un montón de problemas, no es necesario dar ideas de como matarnos o silenciarnos.
«Decirle no a la censura en todas sus formas»
Ciertamente, esta no es la primera vez en que una historia principal se remueve de la edición impresa local del New York Times. En marzo del 2014, una nota del diario sobre el probable conocimiento de las autoridades paquistaníes sobre el paradero del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, fue censurada, y la portada se publicó casi en su totalidad en blanco.
Self censorship?: The Intern. NYT in Pakistan, minus @carlottagall ‘s story on bin Laden pic.twitter.com/Y1ayRnsEkR [Photo by @aysharalam]
— Michiel Huijsman (@michielhuijsman) March 23, 2014
¿Auto censura?: la edición internacional del NYT en Pakistan, menos el artículo de @carlottagall sobre Bin Laden.
Un mes mas tarde, un artículo de opinión sobre la blasfemia escrito por Ali Sethi también «desapareció», y se dejó otra vez un evidente espacio en blanco. En respuesta, Bina Shah escribó un artículo sobre cómo la censura se estaba llevando a cabo por los propios medios de comunicación, sin mediar ninguna orden oficial del gobierno.
You might think the Pakistani government ordered this to be done, but no, the newspaper's editors took the decision to do this all on their own. Right now, things are bad in Pakistani media… very bad. With the fate of GEO, the country's biggest television channel, hanging in the balance, charges of blasphemy against senior media personalities, and an all-out war against the Jang Group in which all media houses have taken sides like pirañhas [sic] scenting blood in the water, the Express Tribune probably decided they didn't need any more trouble, and so simply cut the piece out in the crudest way possible. The last time they did this was over the Carlotta Gall report about the whereabouts of bin Laden.
Uno pensaría que el gobierno paquistaní ordenó esta censura, pero no, los propios editores del diario tomaron la decisión por propia iniciativa. En este momento, las cosas están mal en los medios de comunicación paquistaníes… muy mal. Con el destino de GEO, el canal de televisión más grande del país, en la cuerda floja, los cargos de blasfemia contra personalidades experimentadas de los medios de comunicación, y una guerra a por todo en contra del Jang Group en la que todos los medios tomaron parte como pirañas que huelen la sangre en el agua, el Express Tribune probablemente decidió que no necesitaban más problemas y, por lo tanto, simplemente cortaron el artículo de la forma más cruda. La última vez que hicieron esto fue con el artículo de Carlotta Gall en relación al paradero de Bin Laden.
En los últimos años, las autoridades paquistaníes fueron criticadas duramente por la forma ad hoc en la que los contenidos en línea se bloquean. Aunque gran parte del debate sobre el tema se enfocó en la prohibición de YouTube por parte del gobierno, el bloqueo de los sitios web de Al Jazeera y la BBC también generó preocupación sobre la libertad de la información en este país. El diario Express Tribune en particular fue cuestionado luego de que un ex empleado revelara las formas en que la presión política da forma a la cobertura del diario.
En esta instancia, la censura refleja una realidad oscura y cruda para la libertad de expresión en Pakistán. Como dice Shah:
It's an empty gesture given that the article is available online, but this blank space in the newspaper speaks volumes about the conditions under which we live and write in Pakistan today. Say no to censorship in all its forms, because only when information flows freely is any country truly free.
Es un gesto sin valor que el artículo esté disponible en línea, pero ese espacio vacío en el diario dice mucho sobre las condiciones bajo las que vivimos y escribimos en Pakistán hoy. Digamos no a la censura en todas sus formas, porque solo cuando la información fluye libremente es que podemos decir que un país es realmente libre.