Trinidad y Tobago registra a venezolanos solicitantes de asilo para legalizar su situación

Solicitantes de asilo venezolanos hacen fila frente al Queen’s Park Oval en Puerto España el primer día del proceso de registro del Gobierno, lo que les daría condición legal dentro de Trinidad y Tobago y les permitiría trabajar por un año. Captura de pantalla de un video publicado en YouTube por TTT Live Online.

Ya está oficialmente en marcha el proceso de registro que el Gobierno de Trinidad y Tobago prometió introducir en un esfuerzo para regularizar los solicitantes venezolanos de asilo. La iniciativa, que empezó el 31 de mayo y que durará dos semanas, concederá amnistía a los venezolanos indocumentados para que puedan ser registrados y reconocidos legalmente en Trinidad y Tobago.

El registro permitirá también a los solicitantes de asilo trabajar por un año, una medida que debería minimizar la explotación que actualmente enfrentan muchos.

La huida de los venezolanos de su país a territorios vecinos es el resultado de los problemas políticos del país, que han provocado violencia, empeorado las malas condiciones de vida y aumentado la escasez de suministros esenciales como alimentos, artículos de tocador y medicinas. En su punto más cercano, la nación insular caribeña de Trinidad y Tobago se encuentra a sólo 14 kilómetros (8.7 millas) al norte de Venezuela.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, estima que «la población de preocupación» en Trinidad y Tobago comprende a más de 10 000 personas —800 refugiados y 9985 solicitantes de asilo, la mayoría de Venezuela.

No obstante, Rhonda Maingot, que dirige Living Water Community, organismo de ejecución de ACNUR que se ocupa del reasentamiento de los solicitantes venezolanos de asilo, se pregunta cuántos participarán realmente. El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, ya dijo que el proceso no es un «pase para salir de la cárcel» y muchas personas que huyeron del país se sienten vulnerables.

Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, presentó una declaración dos días antes del inicio del proceso de registro. Aunque la organización acogió favorablemente la iniciativa, se preguntó si el período asignado de dos semanas era suficiente:

Amnesty International […] would like to receive further information about how your government proposes to process all the applicants in such a limited period of time, and how it plans to safeguard the confidentiality of those that register and ensure that it does not fall into the hands of the Venezuelan authorities.

Amnistía Internacional […] desearía recibir más información sobre cómo su gobierno se propone procesar a todos los solicitantes en un período tan limitado y cómo piensa salvaguardar la confidencialidad de quienes se registran, y garantizar que no caiga en manos de las autoridades venezolanas.

La periodista Soyini Grey se ofendió por el lenguaje y tono utilizado por Amnistía. En una actualización privada de su estado en Facebook (reproducida con su autorización) dijo:

I try to be a mature thinking adult, but Lord if I didn't say that Amnesty International was a trigger I lie.

They could have a point with which I agree, but always with a superior tone, that makes me see red.

‘…while it wel­comes the Gov­ern­ment’s plan to reg­is­ter Venezue­lans in this coun­try, it wants as­sur­ances that the con­fi­den­tial in­for­ma­tion re­ceived will not fall in­to the hands of the Venezue­lan Gov­ern­ment.’

I mean, why would you need to say that? You feel that we are savages who don't know what the word ‘confidential’ means? […]

Trato de ser adulta con pensamientos maduros, pero Señor, si no dijera que Amnistía Internacional es un provocador, mentiría.

Podría haber un punto con el que esté de acuerdo, pero siempre con un tono superior, que me indigna.

«[…] aunque [la organización] acogió el plan del Gobierno de registrar a los venezolanos en este país, quiere garantías de que la información confidencial recibida no caiga en manos del Gobierno venezolano».

Quiero decir, ¿por qué necesitas decirlo? ¿Consideras que somos salvajes que no entienden el significado de la palabra «confidencial»? […]

No es la primera vez que se critica a Trinidad y Tobago por este asunto. La repatriación por parte del país de 82 venezolanos en abril de 2018 recibió duras palabras de ACNUR, que llamó la medida una «deportación forzada» que violaba la ley internacional.

Aunque en 2015 el gabinete de Trinidad y Tobago adoptó una política nacional para abordar la apremiante cuestión de los refugiados y solicitantes de asilo, no la puso en práctica. En una declaración a ACNUR, el Gobierno dijo que aunque habían accedido a la Convención de los Refugiados de 1951, y son signatarios de la Convención de Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional y de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, un vacío legal «impidió la aplicación de los principios de protección adecuados para los refugiados y los solicitantes de asilo».

Como consecuencia, solicitantes de asilo, desplazados y apátridas, incluso los que tienen el estado de refugiados de la ACNUR, terminan tratados como emigrantes indocumentados, con poca o ninguna protección y, según el informe internacional sobre los refugiados de enero 2019, «forzados a la ilegalidad».

El proceso de registro dará a los venezolanos que han huido la posibilidad de reclamar un nivel de protección mayor que el establecido en la ley de inmigración de Trinidad y Tobago, que sostiene que los emigrantes indocumentados podían ser detenidos, multados y deportados.

Las reacciones locales al proceso de registro han sido diversas. Si bien algunos observaron que la mayoría de ciudadanos de Trinidad y Tabago eran emigrantes, algunos temen que el país no pueda soportar la carga económica.

Después del reciente hundimiento de un barco con venezolanos que iba de la ciudad venezolana de Giuiria a Trinidad, algunos dicen que las novedades sobre el proceso de registro podrían alentar a los solicitantes de asilo a correr riesgos.

La ironía de tal respuesta no pasó desapercibida en Facebook, donde el usuario Joseph Drayton publicó:

[On May 30, on which Trinidad and Tobago celebrates Indian Arrival Day] we celebrated the #Arrival of a people seeking a better life. They came with different names, cultures, physique and language. We are who we are because they came.

24 hours later our offsprings shouting ‘#sendthemback … to others coming.

[30 de mayo, cuando Trinidad y Tobago celebra el día de la llegada de los indios] celebramos la llegada de personas que quieren una vida mejor. Vinieron con nombres, culturas, físicos e idiomas diferentes. Somos quien somos porque ellos vinieron.

24 horas después nuestra descendencia grita hay que enviarlos de vuelta… a otros que venían.

Mientras tanto las autoridades locales dicen que están bien organizadas para recibir a muchos inscritos en estas dos semanas. El proceso termina el 14 de junio de 2019.

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