Obligan a vendedores callejeros de icónicos textiles «kanga» de Zanzíbar a cerrar sus puestos después de 30 años

Mohammed Abdallah Moody vende kanga (telas tradicionales) en el mercado de Darajani, Stone Town, Zanzíbar. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Todos los días en Zanzíbar, mujeres y hombres de todas las islas se reúnen en Stone Town, la capital histórica, para comprar kanga (telas coloridas y estampadas que se venden en pares y que suelen ir acompañadas de un mensaje en suajili).

En agosto, los clientes de kanga se sorprendieron al descubrir que las autoridades de Stone Town habían desmantelado los puesto de kanga al aire libre en el mercado de Darajani. Al menos 25 comerciantes en activo (algunos con puestos de venta durante casi 30 años) se vieron obligados a marcharse y paralizar abruptamente sus negocios callejeros.

La kanga está intrincadamente entretejida en la cultura costera suajili; los comerciantes que venden kanga en el mercado de Darajani son orfebres y filósofos como requisito laboral. ¿Por qué? La kanga se intercambia entre amigos, familiares y amantes para comunicar y expresar misemos en suajili (dichos) que a veces son difíciles o tabú; los comerciantes de kanga son fundamentales al seleccionar el que mejor se adapte a la necesidad o a la ocasión. La mayoría comerciantes de kanga han memorizado cientos de mensajes en suajili y pueden identificar fácilmente la kanga por su patrón y su mensaje.

Variedad de coloridas kanga expuestas en el mercado. Foto de Pernille Bærendtsen, usada con autorización.

Según Mohammed Abdallah Moody, experto comerciante de kanga, los comerciantes de kanga con puestos a lo largo de la calle Chavda-Mkunazini, conocida como «el mercado de kanga», recibieron una carta de la Autoridad para la Conservación y el Desarrollo de Stone Town (STCDA, por su nombre en inglés) el 26 de julio de 2019, que explicaba que los comerciantes de kanga tenían dos días para recoger sus puestos y marcharse.

La kanga suele venir con un mensaje en suajili y se intercambia para expresar sentimientos. Este dice «No soy tu enemigo» (Mimi si mgomvi wako).

Moody dice que algunos comerciantes no han tenido más remedio que pasar a la clandestinidad y vender su kanga en otras tiendas mientras resuelven los detalles con las autoridades. Si los descubren vendiendo kanga en la calle, podrían recibir multas de hasta 500 000 chelines tanzanos (unos 250 dólares estadounidenses) o seis meses de prisión.

Carta de la Autoridad para la Conservación y el Desarrollo de Stone Town, dice que los comerciantes de kanga tienen dos días para marcharse. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

La carta dice que se pide a los vendedores de kanga que se marchen debido a la «colocación no autorizada de negocios informales en las paredes, puertas y consejos internos de las áreas [de Stone Town]». 

Continúa:

This has led to the destruction of walls [due to] nailing it to hang products, cluttering of the passageways, and impinging on the charm of Stone Town's original doorways. Similarly, it reduces their original value.

Esto ha llevado a la destrucción de las paredes [porque] se han puesto clavos para colgar los productos, se han obstruido las callejuelas y se ha dañado el encanto de los portales originales de Stone Town. Igualmente, se reduce el valor original [de la ciudad].

Moody explica que los comerciantes de kanga pagan a la ciudad 2000 chelines tanzanos al día (unos 0,9 dólares estadounidenses) o aproximadamente 60 000 chelines tanzanos al mes (29 dólares estadounidenses) para tener sus puestos de kanga al aire libre. Dice que tenían licencias hasta que la STCDA las suspendió en 2015.

Said Juma Khamis, otro comerciante de kanga, dijo que en 2016, su grupo de 30 vendedores de kanga establecieron una asociación oficial llamada «Los vendedores de kanga de Chavda» para defender sus derechos de vender sus productos y fortalecer sus negocios como un colectivo. Dijo:

We've lost a lot of customers since we were told to leave. More than a lot. Some have heard that we can't sell our kangas anymore. Some still come here expecting us to have kanga to sell. It's unsettling.

Hemos perdido muchos clientes desde que nos dijeron que nos marcháramos. Más que muchos. Algunos han oído que ya no podemos vender nuestra kanga. Algunos todavía vienen esperando que tengamos kanga para vender. Es inquietante.

Preservación del patrimonio cultural: ¿a qué precio?

En 2001, UNESCO designó la ciudad histórica de Stone Town como Patrimonio de la Humanidad, elevándola a la misma categoría que las pirámides de Egipto o el Taj Mahal de India. Amina Ahmada, de la Sociedad del Patrimonio de Stone Town de Zanzíbar, una organización no gubernamental, dijo que la ciudad ha pasado por una serie de cambios en los últimos años en un esfuerzo de toda la isla para aumentar la preservación del patrimonio cultural, con un enfoque específico en Stone Town como centro turístico:

We work with the community to help them understand the value of their collective inheritance. Some of the [Stone Town] residents are living in very valuable, old buildings but have no idea of their historic value.

Trabajamos con la comunidad para ayudarlos a entender el valor de su herencia colectiva. Algunos habitantes [de Stone Town] viven en edificios antiguos muy valiosos pero no tienen ni idea de su valor histórico.

Con un fuerte énfasis en la restauración y preservación de la arquitectura y los sitios históricos, la ciudad ha tomado medidas para reprimir lo que considera negocios ilegales que impiden el acceso visual a los encantos arquitectónicos y al patrimonio cultural únicos de la Ciudad Vieja.

En la década de 1830, los reyes de Omán cambiaron su centro de poder de Mascate a Stone Town y gobernaron en la región hasta 1963, en donde supervisaban un lucrativo comercio de clavo de olor impulsado en gran medida por el trabajo esclavo.

Según UNESCO, la arquitectura de Stone Town (fusión de estructuras árabes, indias y africanas que reflejan miles de años de comercio en el océano Índico entre el Golfo, India y la costa suajili) está protegida por la Ley de Preservación de Monumentos Antiguos de 2002. En 1985, se creó la STCDA y posteriormente se elaboró la Ley para la Conservación y el Desarrollo de Stone Town de 1994, que dio lugar a la elaboración de un plan maestro para «salvaguardar, conservar y desarrollar los valores» de Stone Town. Hoy en día, la STCDA sigue la Ley de la Autoridad para la Conservación y el Desarrollo de Stone Town de 2010, que ofrece directrices sobre el cumplimiento, la revocación del contrato de arrendamiento, la aplicación de la ley y otros asuntos pertinentes.

El viernes 23 de agosto, las autoridades también enviaron una carta a los agentes de venta de billetes de ferry en el barrio de Malindi y les dijeron que sus tiendas eran «ilegales y sucias». El lunes 26, varios negocios habían sido destruidos. Mwanjabu Mohamad, agente de venta de billetes, dijo que estaba en casa cuando recibió una llamada de que su oficina se había visto afectada, según su testimonio en KTV-TV.

Ahmada dijo que Stone Town está llena de edificios de los siglos XVIII y XIX, y que algunos están habitados y son propiedad privada que desconocen su valor histórico. Los edificios con la condición de «wakf» son, según la ley islámica, propiedades caritativas designadas espiritualmente que no pueden renovarse ni modificarse sin una estricta adherencia a las leyes administradas por la Comisión Waqf y Fideicomiso de Zanzíbar, junto con la STCDA, incluidas las casas familiares privadas.

Los edificios con estatus «wakf» no pueden venderse, comprarse, ni heredarse con fines lucrativos. Cualquier reparación o renovación debe seguir las estrictas directrices de las autoridades de Stone Town. Foto de Amanda Leigh Lichtenstein, usada con autorización.

Moody, el comerciante de kanga, insiste en que ningún edificio del mercado de kanga tiene condición «wakf», por lo que él sabe, y además los puestos callejeros de casi 30 años instalados delante de edificios de propiedad privada cuentan con su aprobación. Moody dijo:

We're hungry. We need to eat. We have families to feed. So, we've had to move back [to the market] little by little.

Tenemos hambre. Necesitamos comer. Tenemos familias que alimentar. Por lo tanto, hemos tenido que volver [al mercado] poco a poco.

Dijo que el grupo escribió una carta a la STCDA en la que pide una reunión para discutir su situación para que el negocio de la cultura kanga continúe prosperando.

Esperan que las autoridades de Stone Town reconozcan a los vendedores de kanga como un aspecto esencial del patrimonio y la cultura suajili y encuentren una solución que beneficie a todos.

Kanga colgando de una cuerda para secar. Foto de Pernille Bærendtsen, usada con autorización.

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