Datos muestran tendencia de menor asistencia de húngaros a protestas públicas

Protesta contra la llamada “ley de la esclavitud” en Budapest, Hungría, el 16 de diciembre de 2018. Foto de Atlatszo.hu/Áronl Halász (CC BY-NC-SA 2.5). Haz clic en la imagen para ver todo el álbum.

Este artículo apareció primero en Atlatszo, asociación de periodismo de investigación húngara sin fines de lucro. Se reproduce una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido con Global Voices.

Aunque más manifestaciones públicas tuvieron lugar en Hungría en 2019, ha habido una disminución en la participación.

Quien quiera hacer una protesta en Hungría, debe notificar primero a la policía la hora y el lugar. Sobre la base de estas notificaciones archivadas, la sede nacional del servicio de policía húngaro proporcionó a la ONG de derechos humanos Unión Húngara de Libertades Civiles (HCLU) datos que muestran una tendencia a la disminución de la asistencia.

Atlatszo identificó independientemente esas tendencias comparando conjuntos de datos similares de 2015 a 2018 -que la organización había utilizado en análisis anteriores- a fin de comprender si la participación disminuyó después de la vigencia de la nueva ley de asambleas públicas, que entró en vigencia el 1 de octubre de 2018.

Antes de su aprobación, defensores de derechos humanos exigieron que se retirara la ley porque consideran que su alcance es represivo, como la capacidad de limitar la libertad de reunión. Eva S. Balogh, profesora de historia y editora del blog Hungarian Spectrum, advirtió que «las reglas están escritas de tal manera que a la policía le resulte fácil prohibir cualquier manifestación».

La nueva ley trajo dos cambios que afectaron el resultado del análisis de los datos. En primer lugar, como la antigua ley no exigía notificación previa a la policía para los mítines políticos, los conjuntos de datos obtenidos mediante solicitudes de libertad de información (FOI) para 2018 no contenían información sobre los acontecimientos del período de la campaña electoral nacional en abril de 2018. Tras la aprobación de la nueva ley, aumentaron las actividades que cubrían porque también contenían datos sobre mítines electorales de las campañas para el Parlamento Europeo, y las elecciones locales que tuvieron lugar en mayo y septiembre de 2019.

En segundo lugar, la gente ya no podía notificar a la policía sobre una próxima reunión pública por correo electrónico; ahora debía enviar un formulario en línea más complicado, en el sitio web de la policía.

En los dos gráficos a continuación se muestran datos de 5957 reuniones públicas sobre las que se alertó a la policía; tuvieron lugar entre noviembre de 2015 y octubre de 2019, y se esperaba un total de más de dos millones de asistentes. En el primer gráfico se observa un notable aumento del número de actos después de la entrada en vigor de la nueva ley, con una mayor densidad de actos por período, mientras que en el segundo gráfico se observa una disminución del número de participantes.

A tüntetések száma és a rajtuk résztvevők számának alakulása

Darab

Résztvevők száma

Cantidad de manifestaciones y número de participantes

Actividades

Número de participantes

En el análisis se observó que varias manifestciones con un número extremadamente elevado de participantes -como la Marcha por la Paz (Békemenet) de 200 000 personas, y el Movimiento «Me gustaría enseñar» (Tanítanék Mozgalom), que esperaba una participación de 50 000 personas– actuaron como casos atípicos, lo que dio lugar a picos de más de 200 000 personas en marzo de 2019.

La filtración de datos atípicos y el uso de la mediana (el valor en medio de una secuencia de números) para el resto dio una imagen realista de la asistencia media en todos los demás tipos de protestas, que resultó ser bastante pequeña. La mediana de esos participantes en Budapest fue de 50; en las capitales de condado fue de 30, y en otras ciudades, de 20.

La investigación también examinó los temas de las protestas, diferenciando entre temas comunes (pobreza, educación, atención sanitaria, Gobierno), temas de derechos humanos (libertad de prensa/discurso, derechos laborales) y temas tendencia (medio ambiente y cambio climático).

Los datos muestran que, si bien el número de protestas anunciadas en torno a estos temas no ha disminuido drásticamente, el número esperado de participantes se redujo en 2019. Con algunas excepciones -como las protestas contra la llamada «ley de la esclavitud» en enero de 2019, o las manifestaciones para exigir que Hungría se incorpore a la Fiscalía Europea-, cuestiones urgentes como la educación, la atención sanitaria, la pobreza y la libertad de prensa, aunque ampliamente cubiertas por los medios locales e internacionales, no se canalizaron hacia las grandes protestas contra el Gobierno en 2019.

Una posible explicación es que las personas insatisfechas «protestaron con sus votos» en las elecciones municipales celebradas en octubre de 2019. Los resultados de las elecciones dieron victorias sorprendentes a la oposición, como la lucha por el control político de la capital, Budapest, lejos del partido populista de derecha Fidesz, dirigido por el primer ministro Viktor Orban.

No es de extrañar que los datos mostraran que la mayoría de manifestaciones se celebraron en Budapest, y en grandes ciudades que son capitales de condado. En los últimos cuatro años, el 43 % de las protestas se celebraron en Budapest, a las que asistió el 76 % de los participantes. Las protestas que esperaban una participación de 5000 o más personas tuvieron lugar en Budapest. La mayor manifestación fuera de la capital, que ocupó el puesto 104 en la lista general, tuvo lugar en Szeged, la tercera ciudad más grande de Hungría.

Este mapa dinámico, realizado con datos de la policía, muestra la densidad de las manifestaciones en Hungría, que indica regiones enteras sin manifestaciones desde 2015. Esto se úede deber en parte a la baja densidad de los asentamientos, sobre todo en regiones rurales del oeste.

El equipo de análisis de datos, integrado por Attila Bátorfy de Atlatszo, y Attila Szabó y Szabolcs Hegyi, miembros de HCLU, concluyó:

First, while the new law made it more difficult to organize assemblies, we can see that their number has increased. One plausible explanation for the decreasing number of attendees can be the more rigorous regulations. The police require more organizers and security guards for large protests, and that’s why the organizers estimate smaller turnouts. We only have data for the past four years at the moment, so can’t see the trends for longer periods.

The number of participants is not just a question of the [new law]; it can be a mirror of social and political circumstances. With the aim of promoting the right of assembly, the Hungarian Civil Liberties Union created the site tiltakozz.hu, where everyone can access information on the regulatory framework affecting public assembly and how to organise gatherings.

En primer lugar, aunque la nueva ley dificultó la organización de asambleas, podemos ver que han aumentado. Una explicación plausible para la disminución del número de asistentes puede ser la regulación más rigurosa. La policía requiere más organizadores y guardias de seguridad para las grandes protestas, y es por eso que los organizadores estiman una menor participación. Por el momento solamente tenemos datos de los últimos cuatro años, así que no podemos ver las tendencias por períodos mayores.

El número de participantes no es solamente cuestión de la [nueva ley]; puede ser un reflejo de las circunstancias sociales y políticas. Con el fin de promover el derecho de reunión, la Unión Húngara de Libertades Civiles creó el sitio tiltakozz.hu, en el que se puede acceder a información sobre el marco reglamentario que afecta a las reuniones públicas y cómo organizarlas.

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