Nota del editor: Este artículo fue escrito por Tesfa-Alem Tekle, periodista e investigador que vive en Etiopía. Es parte de nuestra serie sobre sistemas de identificación digital producida en asociación con The Engine Room. Visita el micrositio de identificación digital para leer un informe de investigación completo sobre esta tendencia global y casos prácticos en cinco países que han desplegado sistemas de identificación digital, incluido Etiopía.
En 2010, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció oficialmente un nuevo programa de identificación digital para refugiados.
El nuevo programa, conocido como Sistema de Gestión de Identificación Biométrica (BIMS), se persentó luego en docenas de países —incluido Etiopía— en 2017.
El registro biométrico permite a los refugiados garantizar una identificación digital que les dé acceso a diversos servicios de asistencia y derechos. Aunque la identificación digital tiene beneficios potenciales en términos de impulso a la respuesta humanitaria, su uso ha planteado serias preocupaciones sobre privacidad y exclusión entre refugiados.
La oficina de ACNUR en Etiopía explicó a Global Voices en una entrevista que el sistema de identificación biométrica es una función adicional de registro de refugiados con el objetivo de mejorar la confección de perfiles de los refugiados, y también recopilar información para mejorar la autoconfianza y la eventual inclusión.
“El sistema se incorporó al ejercicio general de registro individual para garantizar la integridad y calidad de los datos», dijo Kisut Gebregzabiher, portavoz de ACNUR en Etiopía.
This is vital for refugees, as the government-recognized identity documentation can constitute proof of legal identity, which is key for the legal, socio-economic and digital inclusion of refugees within host communities. … The system also removes the risk of multiple registrations or identity theft.
Esto es vital para los refugiados, pues el Gobierno ha reconocido que la documentación de identidad puede constituir prueba de identidad legal, que es clave para la inclusión legal, socioeconómica y digital de los refugiados dne las comunidades que los acogen… El sistema también elimina el riesgo de múltiples registros o robo de identidad.
El sistema de gestión se ha implementado actualemente en los 26 campos de refugiados en todo Etiopía, y también en centros urbanos y otros donde hay refugiados.
Preocupaciones por la privacidad
Varios refugiados en el campo Jewi, al oeste, en la región de Gambella, y Hitsats, al norte en la región Tigray, dijo a Global Voices que el personal de ACNUR njunca mencionó las desventajas de la tecnología biométrica.
El proceso de registro digital capta múltiples características, como huellas dactilares, reconocimiento de iris, estructura facial y voz. Por tanto, el proceso ha llevado a preocupaciones entre los refugiados por violaciones a la privacidad (cuando los datos se comparten con terceros) y exclusión de servicios esenciales tras la negativa.
Cuando se presentó la tecnología, la mayoría de refugiados no conocía los riesgos potenciales de registro digital hasta que algunas de las personas más educadas en los campos empezaron a hablar de sus consecuencias.
Un refugiado de Sudán del Sur del campo Jewi, que pidió no revelar su nombre por cuestiones de seguridad, dijo a Global Voices lo que les informaron sobre el registro biométrico sin explicación de las autoridades del campo de estos riesgos.
El registro digital podría llevar a graves repercusiones para los refugiados que no quieren que su información se difunda con su país anfitrión ni su país de origen por temores de discriminación, repatriación forzada o represalias, dijeron algunos refugiados a Global Voices.
En el campo Hitsat, los refugiados eritreos que estaban en el Ejército temen que el Gobierno etíope pueda difundir sus datos con el Gobierno eritreo.
Los refugiados eritreos se preocuparon especialmente despupes de la reciente reconciliación de Etiopía y Eritrea, que restablecieron lazos diplomáticos en julio de 2018, lo que puso fin a dos décecas de hostilidad. Los dos vecinos lucharon una sangrienta guerra de fronteras entre 1998 y 2000, en la que murieron aproximadamente 70 000 personas.
Presumiblemente, los datos biométricos y personales recopilados por ACNUR se comparten con terceros, afirmación negada por Gebregzabiher, portavoz de ACNUR en Etiopía: “Los datos de los refugiados no se comparten con partes externas. Las políticas de protección de datos de ACNUR rigen la protección de datos para todos los datos que tiene ACNUR”.
Lo que también vuelve riesgoso el registro de identificación digital es el hecho de que Etiopía no tiene leyes diseñadas específicamente para lidiar con privacidad y problemas de protección de datos —salvo algunos grupos de reglas contenidas en diversas normas que garantizan el derecho a la privacidad.
“ACNUR debe respetar los derechos de tos persona que atraviesa el proceso de registro», dijo un refugiado eritreo a Global Voices, y también enfatiza la necesidad de “entender por qué se están recopilando datos biométricos y cómo se usarán y sus riesgos potenciales”.
Gebregzabiher negó las afirmaciones de los refugiados. Dijo a Global Voices que dan explicaciones a los refugiados sobre los “beneficios y consecuencias» del nuevo sistema antes de dar sus datos. Cuando Global Voices pidió a Gebregzabiher aclarar a qué se refería con “consecuencias» dijo, “las desventajas de no implementar el sistema digital”.
“Se aclaró a los refugiados que un mayor parámetro de registro significa mejor protección, programa mejor dirigido, integridad de datos mejorada y fraude de protección de datos”, dijo Gebregzabiher a Global Voices.
Los refugiados que hablaron con Global Voices dijeron que las frustraciones aumentan en los campos por los riesgos potenciales de la identificación digital y, como resultado, hay más resistencia al impopular sistema de identificación digital. Un refugiado en el campo Hitsats, que también quiso permanecer en el anonimato, dijo:
At first, we had no knowledge of the risks of recognition. Most of us completed the biometric registration out of honesty and due to the trust we have for UNHCR and Ethiopia.
Al comienzo, no conocíamos los riesgos del reconocimiento. La mayoría acá completó el registro biométrico por honestidad, y debio a la confianza que les tenemos a ACNUR y a Etiopía.
También le dijo a Global Voices que no les pidieron su consentimiento antes de que se recopilaran sus datos biométricos.
Otro refugiado que también quiso permanecer en el anonimato por razones de seguridad dijo:
The registration process doesn’t embrace consent. Being asked for consent is seen as a luxury right. We get registered as a means of force because we don’t have any other option to get food or protection.
El proceso de registro no acepta consentimiento. Que te pidan consentimiento se considera un derecho de lujo. Nos registramos como un medio de fuerza porque no tenemos ninguna otra opción para tener comida o protección.
‘Una obligación para sobrevivencia’
Los refugiados han dicho que quienes se rehúsan a participar en el registro digital quedan excluidos de recibir asistencia de ACNUR como raciones de comida o cualquier otra asistencia, lo que no les deja más opción que aceptar el ejercicio.
Varios refugiados en los campos Hitsats y Jewi que hablaron con Global Voices por teléfono dijeron que no están cómodos con el recién implantado sistema de registro digital y cuestionan sus beneficios.
Un exsoldado eritreo que pidió quedar en el anonimato por razones de seguridad, dijo:
Unlike what the UNHCR staff is saying, the new digital registration system didn’t initiate any new special benefits package. We are getting the same usual assistance like food rations and other non-food items we used to get. … I doubt if the new system would at all bring any extra aid benefits.
A diferencia de lo que está diciendo el personal de ACNUR, el nuevo sistema de registro digital no inició ningún paquete de beneficios especiales. Éstamos recibiendo la misma asistencia habitual como raciones de comida y otros artículos además de alimentos que nos daban. .. Dudo que el nuevo sistema nos traiga beneficios adicionales de asistencia.
Para una refugiada eritrea, madre de uno que también pidió quedar en el anonimato, la obligación del registro digital se considera una precondición para recibir los servicios básicps de ACNUR:
It is appalling to see UNHCR using digital registration as an obligation for survival. … I felt like I was held hostage for food and shelter by the one UN agency trusted to lean on.
Es terrible ver que ACNUR use registro digital como obligación para la sobrevivencia. … Siento como si me tion for survival. … Siento como si fuera rehén por comida y refugio de la agencia de Naciones Unidas en la que confié.
El portavoz Gebregzabiher anotó que aún no ha visto que nadie se niegue al registro.
“El lanzamiento del registro estuvo precedido por una campaña masiva para darlo a conocer para que los refugiados entiendan adecuadamente los beneficios del nuevo sistema de registro y colaboren con los expertos que hacen el registro. Así, no hubo resistencia alguna de los refugiados», dijo Gebregzabiher.
Sin embargo, los refugiados con los que Global Voices conversó en Etiopia dijeron que varios refugiados que se negaron a registrarse tuvieron que salir de los campos.
Otro refugiado de Sudán del Sur que pidió quedar en el anonimato dijo que la “mayoría de quienes se rehúsan al registro está fuera del campo porque les dijeron que se fueran. Algunos se quedan parcialmente en el campo y otros se han integrado a comunidades en Gambella y otros tuvieron que regresar a Sudán del Sur”.
Global Voices luego supo que en el campo de refugiados Jewi, seguidores de algunos grupos cristianos como protestantes, la Iglesia Judía Mesiánica de Dios y la Congregación de Yawuhe, también se negaron al proceso de registro por razones religiosas.